17.12.20

Relato. Cruising.

 


Eran mas de las ocho de la tarde, salia de un bar llorando desconsoladamente y solo quería llegar a casa y meterme en la cama, estaba siendo el peor día de mi vida.


  • Hola Raúl.- me dijo Robert al oírme entrar.


Portazo de la puerta de mi habitación.


Toc toc.


  • ¿Se puede?

  • ¡No¡ dejameeee

  • O me dejas entrar o entro igualmente.

  • Por favor...


Entro.


Me había metido bajo el nórdico y la lagrimas no paraban de brotar de mis ojos, ademas de un vació en el pecho enorme. Robert se sentó en la cama y sentí su mano sobre mi espalda, acto seguido se tumbo encima del nórdico y me abrazo, tras mas de una hora sin consuelo saque la cabeza.


  • ¿Una cerveza?.- me dijo.

  • Cuatro.

  • Vale, lavate la cara y vamos al salón.


Robert era mi compañero de piso, nos conocimos como hace al menos dos años y se ha convertido en un apoyo increíble dentro de mi dramática vida. Me lave la cara y refresque mis ojos hinchados, me mire al espejo y me veía la persona mas fea del mundo, cogí aire y fui al salón.


  • Toma.

  • Gracias.

  • ¿Peli, serie, youtube?.- me pregunto.

  • Lo que quieras.


Terminamos viendo Big Bang Theory como siempre, al menos me reí un rato y tras tres cervezas el dolor de mi pecho se evaporo un poco.


  • Ha sido muy cruel.

  • Lo siento.

  • Tengo ganas de verlo y matarlo.

  • Ya, pero piensa que rollo después, el cadáver y todo eso.

  • Lo quemaría y ya.

  • Cuéntame.

  • Lo de siempre, que no se siente querido, que siempre miro a los demás tíos y a el nada, etc.

  • No es algo que te sorprenda.

  • No, pero han sido las formas.

  • ¿Tu le querías?

  • Ahora en caliente no.

  • Bueno es mejor así, encontraras la persona que te entienda y sea capaz de hablar de ello y no de ponerse como un energúmeno.

  • ¿Tu crees?

  • Si.

  • Bueno al menos hay un optimista. Gracias por estar aquí.

  • De nada.- me dijo mientras me daba un codazo.

  • La parte positiva de todo esto es que me voy a olvidar de buscar el amor de mi vida y voy a disfrutar de ella.

  • Buen plan, yo voy en ello.

  • Tu no follas mas por que no quieres, pero yo me voy a follar todo lo que me apetezca y mas.

  • Bueno pues a ello, yo te apoyo y si me cae algo...

  • Jajaja que tonto eres.


Esa noche me dormí sin tocar la almohada, a la mañana siguiente mi cabeza daba un poco de golpeteo pero tras un café y un buen bol de carbohidratos me recupere. Fui a trabajar y después al gimnasio, llegue a casa y tras cenar y ver la tele de nuevo a dormir. Los días a veces son monótonos y otros te sorprenden.


Era viernes y decidí invitar a cenar a Robert a una nueva hamburguesería, después de allí nos fuimos a un pub donde salimos cuatro horas después borrachas como cubas. Robert se empeño en ir a otro sitio y yo le dije que no podía mas, de camino a casa solo, pase por un parque no muy lejos de mi casa, vi unos hombres rondando por allí pero me hice como que no iba conmigo, continué caminando cuando un tipo estaba frente a mi con el rabo en la mano, bajando y subiendo piel. De rabo no estaba nada mal la verdad, pero de cara y de edad no. No se si fue eso o el alcohol que me puse cachondo, me acerque a unos matorrales y decidí sacármela para mear, tras sacudírmela mas de la cuenta me comencé a pajear mientras miraba de lado a lado, la sensación era nueva, era excitante, morbosa. Un hombre se acerco por mi derecha y se quedo a un metro, no me dijo nada, solo me miraba la polla y después me sonreía bobamente, se bajo la cremallera y se saco el rabo medio tieso, ahora lo escribo y digo que fue por el alcohol, pero en realidad me estaba dando tanto morbo la situación que ni me lo pensé, ademas se le veía aseado y de cara me gustaba, aunque fuera un poco mayor. Me acerque y junte los rabos, retiro su mano y me dejo pajearlas, era muy morcillona y cabezona, ni me lo pensé, me agache y me metí ese trozaco de polla entre boca y garganta y mame como sino hubiera un mañana, al rato me incorpore y el se agacho y me la mamo hasta que sentí que la leche salia por mis conductos, se levanto dejando salir la lefa hacia el suelo y comenzó a pajearse con rapidez hasta que se corrió también.


  • Un placer.- me dijo mientras se volvía a meter el rabo en sus pantalones.

  • Igualmente.


Se marcho y yo aun goteando lefa me cogí un poco con la mano y me la chupe, deguste mi propia leche mientras me subía los pantalones. Hice marcha y me fui para casa, cuando llegue me tumbe en la cama después de desnudarme y agarrándome la polla me dormí.


Nunca había echo nada parecido y nunca pensé que me atrajera tanto la idea de que me comieran el rabo al aire libre o comerla yo. Paso el fin de semana entre amigos y dormir mucho y el lunes de vuelta a la rutina.


Martes siguiente.


  • ¿Donde vas?.- me pregunto Robert.

  • Voy a dar un paseo para despejarme.

  • Vale.


Salí y fui directamente al parque, serian como las 12 de la noche y algún tipo caminaba por allí sin rumbo, me fui a donde estaban unos matorrales y me saque la polla, comencé a pajearme lentamente y mirando de lado a lado, y como en la otra parte de donde estaba, se encontraba un jovencito sentado en un banco con el móvil en la mano y mirando, nuestras miradas se cruzaron y después de un rato pensándoselo se levanto y se dirigió hacia donde me encontraba. El chaval no debía tener mas de veinte años, cara de niño con pelo corto, vestía con un chándal azul oscuro, se acerco y sin decir nada se saco el rabo y me miro, y así estuvimos otro rato mirándonos las pollas y con cara de vicio, al final me decidí y me acerque a el, su rabo tieso se veía delgado y largo, estire la mano con la que no me pajeaba y le toque los huevos mientras el seguía pajeándose, la soltó y la sostuve en mi mano y comencé a subir y ha bajar, emitió un gemido y soltando la miá le deje que me la agarrara, y así sin decir ni una palabra nos masturbamos hasta que casi a punto de corrernos las soltamos y terminamos cada uno con la suya, nos corrimos a la vez juntando nuestros glandes y la lefa cubría el rabo del otro, dude un segundo en hacerlo pero al final me decidí y me agache para metermela en la boca y saborearla, me incorpore y tras subirse los pantalones.


  • ¿Tienes whatsapp?

  • Si.

  • Ya te tengo.- le dije tras apuntarme su numero.

  • Hablamos.

  • Claro.


Se fue y yo también, y de camino antes de salir del parque en un rincón había un hombre mayor maturbandose y me miro, justo en ese punto había muy poca luz pero me acerque, debía tener unos 50 años, su rabo era enorme y con unos huevos muy grandes, me volví a sacar la polla y acto seguido se agacho y se la metió en la boca, estaba un poco flácida ya pero al cabo de un minuto volvió a ponerse dura, el hombre la mamaba de maravilla, estaba a punto de correrme y el seguía con ella metida en la garganta, iba apartarlo cuando me corrí en su boca y el me relamió hasta la ultima gota, estaba exhausto, aun así cuando se incorporo se la agarre y aunque el hubiera preferido que se la comiera le pajee hasta que se corrió en mi mano unos grumos de lefa considerables.


  • Un placer.- le dije.

  • Igual, aunque la próxima me gustaría una mamada.

  • Ya veremos, adiós.


Y allí lo deje, me supo mal no habérsela mamado, pero no me apetecía hacerlo. Llegue a casa y Robert aun estaba despierto.


  • ¿Que tal el paseo?

  • Bien.

  • ¿Solo has ido a pasear?

  • Si.

  • ¿Solo?

  • Si.

  • Vale.

  • ¿Me quieres preguntar algo?

  • No solo que me ha parecido raro que te fueras a estas horas, nada mas.

  • Buenas noches.


No me apetecía hablar del tema, me acosté y me tome la semana con mas calma.


Era viernes y habíamos quedado para cenar y esa misma tarde el chaval del parque me pregunto si iba a ir esta noche, decidí ir a la cena y luego escaparme, y así hice. Sobre la una me fui sin dar muchas explicaciones y me fui directamente al parque. Habíamos quedado detrás de los aseos del parque, llegue y allí estaba con su móvil en las manos.


  • Hola.

  • Hola.

  • ¿Que tal?

  • Bien aquí.


El estaba sentado en un muro bajo y me acerque a el y me saque el rabo, el lo tomo en una mano y mientras me lo acariciaba me miro.


  • Tienes un rabo muy gordo.

  • Normal.

  • Normal el mio.


Se levanto y sacándose el rabo lo acerco al mio y lo comparo.


  • Ves es mucho mas gordo.

  • Tal vez un poco, pero la tuya es mas larga.

  • No mucho mas.


Con nuestras pollas en su mano comenzó a pajearnos lentamente, mirándolo de cerca era un chico muy guapo, lo único que no se sacaba partido.


  • Eres un chico muy guapo.

  • Gracias.- me dijo agachando la cabeza de lo colorado que estaba.

  • Te follaría aquí mismo.


Lo dije sin pensar en alto y el me miro mientras se bajaba los pantalones y el slip y se daba la vuelta, se apoyo sobre el muro y levantándose un poco la sudadera me dejo a la vista todo su culo. No iba a follármelo así sin mas, le agarre de la cadera y agachándome me metí en el, le abrí las nalgas y dejando el ano al descubierto lo roce con la punta de la lengua, sabia y olía increíble, le pegue varias lamentadas y me enganche a el con la boca, mientras con la lengua jugaba alrededor, salí del túnel y con un dedo comencé a dilatarlo, el chaval tenia un culo que dilataba de maravilla, en pocos minutos tenia tres dedos follándomelo y solo gemidos de placer se escapaban de su boca, me levante tras comprobar que estaba bien abierto con la lengua y me coloque el condón, acerque mi polla al agujero y sujetándolo por las caderas fui poco a poco introduciéndome en el hasta notar mi vello púbico rozar su culo, me lo folle mientras con las manos me perdía en su espalda, le busque los pezones y se los pellizque, un gemido que sonó como un aullido rompió el silencio, se incorporo y mientras me lo follaba con calma pegue su espalda a mi pecho y le bese el cuello, mantuve mi polla dentro de el quieta hasta que se volvió a echar para delante y tras varias embestidas me corrí, le apreté fuerte de las caderas y me metí dentro de el todo lo que pude.


Me encanto follármelo allí, en medio del parque, no nos habíamos dado cuenta cuando mire a mi alrededor y como cuatro hombres estaban a unos metros de nosotros salivando por su polla, salí del el y me quite el condón, mirándolos me agache y le volví a comer el culo, uno se acerco con el rabo en su mano y se puso delante del chaval, el no dudo y se la metió entera, yo seguía devorándole el culo cuando sentí a mi lado una sombra y era otro tipo con su rabo a escasos centímetros de mi cara, saque la cara del culazo y me metí su rabo en la boca, se la mame mientras con mis dedos le seguía trabajando el culo al chaval.


  • Oye chaval, ¿puedo correrme en tu culo y comértelo después?

    El chaval se saco la polla del otro de la boca y asintió. Me la saque de la boca y le di su espacio, se puso por detrás y tras pajearse rápidamente soltó ríos de lefa entre la raja de su culo, paso el rabo entre ella y se agacho a disfrutar de su lefa con el sabor del chaval. Yo mientras me pajeaba viendo la situación y mi rabo de nuevo se puso duro, el hombre se levanto y tras guardarse el rabo se fue, el otro comenzó a pajearse y se corrió en la boca del chaval, este se la lamió por todos lados hasta que se fue con el mástil bien limpio.


  • ¿Llevas mucho viniendo por aquí?.- le pregunte.

  • Como un par de meses.

  • Para mi es nuevo todo esto.

  • Normal, yo de donde vengo ya había practicado cruising alguna vez.

  • ¿De donde eres?

  • De alicante.

  • Bonito.

  • Si, lo echo de menos.

  • Normal. Por cierto no te has corrido, ¿quieres?

  • No tranquilo.

  • Oye que no eres un par de agujeros.


Me baje los pantalones y el slip y me puse frente al muro levantando una pierna.


  • Follame.

  • ¿De verdad?

  • De verdad.


Me dio un poco de pena la verdad, parecía que unicamente se dejaba follar y que se corrieran en su boca. Se agacho y metiendo la cara entre mis nalgas me lo comió, tras unos minutos que se me hicieron segundos del gusto que me estaba dando, me trabajo el ano con un par de dedos, escuche romperse el envoltorio del condón y con cautela fue metiéndomela, tenia una curvatura que me rozaba toda la próstata y me daban unos latigazos de placer indescriptibles, tenia un ritmo mas bien lento, se notaba que no era el que normalmente follaba, aun así sus metidas y sacadas eran rítmicas y dulces, sus manos manosearon mi trasero e incluso intentaba abrirme todo lo posible las nalgas para ver como su largo rabo se metia y salia de mi, duro mucho mas que yo, cosa que me encanto, cuando se corrió se pego con su cuerpo al mio y resoplaba en mi nuca de placer.


  • Ojala no tuviera que sacarla nunca.

  • No lo hagas.


Baje la pierna y deje que seguiría dentro de mi, me abrazo por detrás hasta que se puso flácida y salio ella sola.


  • Gracias.

  • Jajaja, gracias a ti.

  • Tienes un culo increíble, esos pelos alrededor de tu ojete me han puesto muy cerdo.

  • Me alegro, a mi el tuyo sin pelos me ha gustado también, tienes un ojete delicioso.


Se echo a reír y me abrazo, aun estábamos de cintura para abajo en pelotas, nuestros brazos abrazaron al otro y nuestros rabos se besaron.


  • Tengo que irme.- me dijo con cara de pena.

  • Si yo también.

  • Ha estado...

  • Genial.- le dije antes de que el terminara.

  • Si genial.

  • ¿Nos vemos otro día?

  • ¿Quieres?

  • Claro.

  • Vale.

  • En mi casa.

  • ¿Vives solo?

  • No, con un compi de piso.

  • Ahhh

  • Tranquilo es un encanto.

  • Vale entonces.

  • Mañana te escribo y te mando la ubicación.

  • Perfecto, hasta mañana.

  • Hasta mañana.


Y así sin beberlo ni comerlo acababa de quedar con el chaval, que no sabia ni su nombre, en mi casa, y su cara de alegría tras irse y la miá era de dos bobos con ganas de mas.


El sábado le escribí nada mas levantarme y le invite a venir a las 4 de la tarde, sabia que Robert no estaría al menos hasta la medianoche. Desde que me levante hasta que sonó el timbre me lo pase dando tumbos por la casa y nervioso. Estaba en el umbral de mi puerta esperando que subiera cuando se abrió el ascensor y apareció el, no tenia nada que ver con el chaval dejado del parque, llevaba el pelo peinado hacia tras con un mini tupe, una camisa verde con un jersey encima y unos vaqueros ajustados, me quede como sin habla.


  • Hola, ¿estas bien?.- me dijo.

  • Si, pasa pasa.


Le deje entrar y le indique donde estaba el salón, fui detrás suya mientras le miraba el culazo que le hacían esos vaqueros.


  • Estas.... distinto.

  • ¿Si? ¿Voy mal?

  • Que va.... solo que te he visto dos veces en un parque de noche y de chándal y verte así me ha dejado...

  • Ya, de normal voy así, pero para ir al parque para que cualquiera se corra en mi ropa voy de chándal.

  • También es verdad, estas muy guapo.

  • Gracias, tu también.


Pasamos al salón y me senté lo mas cerca de el posible, no paso ni medio minuto que estábamos los dos desnudos y sobandonos todo el cuerpo, aun de día y con esa luz de la tarde se veía mucho mas que los anteriores días, nos tomamos nuestro tiempo para mirar al otro. Estaba entre sus piernas jugando con sus huevos y pajeandolo lentamente.


  • Me encanta tu polla y con esta luz se ve increíble.- le dije mientras me metia un huevo en la boca y seguidamente le lamia desde la base hasta la punta del rabo.

  • Y tu cara lamiendomela también se ve preciosa.


Subí por su abdomen y sujetándole ambos brazos hacia atrás le chupe los sobacos, roce nuestros penes y me levante.


  • Ven.


Entramos a mi cuarto y caímos en la cama mientras nos besábamos, me gire y mientras el me comía la polla me comí sus pies, los tenia muy suaves y con las uñas bien recortadas, no tarde en correrme en su boca para luego el venir a comerme la boca con mi lefa, y aun con mi lefa en la boca volví a sus pies y conseguí que se corriera mientras le chupaba entre los dedos.


Sin darnos cuenta nos dieron mas de las diez de la noche, nos levantamos y fuimos a la ducha. Una vez dentro nuestros rabos comenzaron a ponerse duros y tras una buena limpieza de ambos anos, nos follamos alternandonos hasta que nos corrimos en la mampara.


  • Habrá que cenar algo, por que como siga sacando leche y no meta nada me voy a desmayar.

  • ¿Que tienes?.- me pregunto mientras me secaba la espalda.

  • Nada hecho, pediré algo.

  • A mi no me importa cocinar.

  • Prefiero ese rato tenerte abrazado.

  • Uhmmm...


Pedimos la cena y cenamos tranquilos mientras veíamos la tele, estábamos tumbados en el sofá bien pegados cuando escuche la puerta.


  • Hola.

  • Hola, estoy con alguien, pasa.

  • No tranquilos me voy al cuarto.

  • Que pases.


Entro y nos encontró a los dos levantándonos con cara de sueño.


  • Robert.- le dijo.

  • Ismael, encantado.

  • ¿Habéis cenado?

  • Si, hemos pedido algo.

  • Voy haber que como, me muero de hambre.


Ismael se sentía incomodo y tras irse Robert a la cocina.


  • Debería irme.

  • Quedate.- le dije con cara de pena.

  • No se si...

  • Mandale un mensaje a tu padre y ya esta.

  • No lo leerá.

  • Bueno pero al menos tu se lo has mandado.

  • También es verdad, pero no quiero molestaros.

  • Tu no molestas, Robert es un cielo.

  • Se le ve, venga vale.

Me abalance sobre el y le mordí un moflete.


  • Os dejo solos.- dijo Robert.

  • Anda pasa y cuéntanos tu día.

  • Trabajo, trabajo y trabajo, ¿el vuestro?

  • Jajajaja.- nos miramos y nos reímos al unisono.

  • Ya veo, sexo y mas sexo, que vida mas injusta. ¿Como os conocisteis?

  • Ehmm

  • En un parque.- le dijo Ismael.

  • Yaaaaa, de cruising.

  • Si, la semana pasada el viernes cuando te deje me vine paseando y cruzando el parque termine...bueno eso. Volví el otro día.

  • El martes.

  • Si, y nos conocimos, ayer quedamos y bueno hoy estamos aquí.

  • Que bien.

  • Perdona por no decirte nada y estar así un poco como insoportable.

  • Ya te conozco, tranquilo, te perdono.


Continuamos charlando y al cabo de un rato nos fuimos al cuarto. Nos desnudamos y nos metimos entre las sabanas.


  • Gracias por quedarte.

  • Gracias por pedírmelo.


Y así tan agradecidos y bien follados nos dormimos entrelazando nuestros brazos y piernas alrededor de nuestros cuerpos.


Sentí un pinchazo en los huevos y tras abrir un poco los ojos tenia a Ismael mirándome y con mi rabo en su boca.


  • Buenos días.

  • Bue..nos di....as


Se levanto y tras echarme bien de lubricante se sentó encima miá mientras mi rabo se introducía en el, una vez su culo se apoyo en mis caderas se paro.


  • Aun lo tengo dilatado de ayer.

  • Ya lo siento ya.


Levanto un poco y me dejo que le penetrara con fuerza, su cara se veía legañosa y dulce, su color de piel tras dormir y ahora sintiéndome dentro era mágica, frene un poco y deje que me cabalgara, poco a poco me iba despertando mas, le agarre y sin salirme de el conseguí ponerme encima suya, me lleve sus pies a la boca y se los bese, baje por sus piernas hasta llegar a su polla y también la bese, continué subiendo y tanto en su ombligo como en sus pezones me deleite un rato, seguí follándomelo lentamente y cuando llegue a sus labios acelere y mientras me corría dentro de el, tenia su labio inferior entre mis dientes.


  • Ha sido el mejor despertar del mundo.

  • Jajaja, mira toca aun me sigue saliendo lefa.

  • Ufff no puedo tocarte ahí sin....

Le abrí las piernas y le comí todo el ojete, sabia delicioso de por si, pero con mi lefa le daba un gusto especial, de nuevo le metí la polla y esta vez sin correrme pero disfrutando de su culo.


  • No se si voy a ser capaz de sacarla nunca.

  • No lo hagas.

  • Te imaginas, hola soy …. y este con mi polla dentro es Ismael, jajaja.


Tras muchos mimos y besos me lo lleve a una cafetería a desayunar, después volvimos a casa y tras dejarme follar durante horas comimos y siesta bien merecida.


Las diez de la noche.


  • Ahora si que debo irme.

  • Lo se.

  • Vamos hablando.

  • Vale, echare de menos tu cuerpo.- le dije mientras le besaba.

  • Y yo el tuyo.

  • Ha sido....

  • Maravilloso.- me dijo con los ojos humedecidos.

  • Si, mucho.- le dije besandole en los ojos.


Y se fue, debía irse, cuando llego a su casa me llamo y tras dos horas de charloteo nos dormimos cada uno sin el otro.



Ahora podría seguir mi historia y contaros mas experiencias, etc. Pero no, esta historia acaba aquí como muchas otras, y no entre ellos, me refiero a mi escritura. Imagínense lo que les hubiera gustado que pasara o que no, lleven su imaginación a otro lugar y follen, mamen, besen, acaricien, pero sobre todo quieranse mucho ustedes mismos, para que cuando llegue esa persona te sume.


Gracias por leerme y por estar ahí, un beso y un abrazo muy fuerte.



8.12.20

Instituto. Relato.

 


A veces cuando el día en clase me supera me gusta irme a los vestuarios cuando no hay gente y con los pantalones bajados hasta los tobillos me aguanto la camiseta con la barbilla y descargo todo el semen sobre los bancos y no solo me masturbo en el instituto en casa caen varias al día, pero masturbarme en el instituto se ha vuelto una necesidad.


Los 17 años es una edad muy tonta, todos lo sabemos o la hemos vivido, desear que tu cuerpo deje de alterarte emocionalmente y que tu polla con el simple tocamiento de paquete se ponga como la de un caballo desbocado, es un conjunto de situaciones que por suerte vivo y no es que me queje ni nada de eso, solo que me siento incomprendido, en casa mis padres son de lo mas afables y buenos, mis amigos son un grupo genial y me encanta estar con ellos, pero no se por que me falta algo.


Hace unos años conocí a una chica en unos recreativos donde solíamos ir y estuvimos saliendo como seis meses, solo llegue a masturbarme mientras le comía una teta y ella me masturbo un día y fue como si tuviera entre sus manos algo asqueroso.

Nunca he pensado en que me gusta, si los chicos o las chicas, de las chicas hay algo que me encanta y a la vez me pone de los nervios y con los tíos igual.


Como hace cinco años tuvimos un amigo y yo una especie de paja, polla con polla, les explico, estábamos en mi casa y tras oír la puerta cerrarse de la calle nos sacamos los rabos y uno junto al otro con el ordenador delante y una película porno nos comenzamos a masturbar.


  • Joder tío, tu madre me cae de puta madre, pero estaba deseando que se fuera, hoy me duelen los huevos mas que nunca.

  • Y a mi, jajaja.


El fue el primero que me explico lo de las pajas con 12 años y no solíamos hacerlo conjuntamente, pero ese día surgió, busque por Internet porno y tras cliklear varias paginas entramos en una donde apareció una tía con dos tíos.


  • Un trió mola, ¿miramos a ver?

  • Vale.


La tía tenia unos tetas enormes y un cuerpo bastante bonito, ellos aun seguían vestidos de traje y con las pollas por fuera de los pantalones, uno de ellos la tenia bastante normal, pero el otro era como mi antebrazo.


  • Joder tiene que ser la ostia meter la polla entre esas tetas.

  • Yo creo que me correría solo de la primera meneada.

  • Ya, yo también.


Mire de reojo a mi amigo y se bajaba y subía la piel del rabo con calma, el sabia que lo miraba y el me miraba a mi, me gire un poco y le deje mirar mejor.


  • Ese tipo te da con eso y te destroza, que miedo.

  • Es enorme.

  • Yo con la miá me conformo.

  • Yo no me quejo.

  • La tienes bonita.

  • Tu también.


Tras eso no quitamos la vista de la pantalla, la vergüenza nos alcanzo.

Ahora la tía estaba comiéndole el rabo a uno y ese le comía el rabo al otro, mi cara fue un poema, mi huevos se agitaron y el pre semen comenzó a salir.


  • Joder que morbazo.

  • Ya te digo.


Nuestras pollas iban arriba y abajo, mi amigo se levanto y se quito la camiseta, se quedo de pie y no quitaba ojo de la pantalla. Ahora tenia una visión increíble de su rabo, el mio tuve que reducir la velocidad por que sentía como la lefa iba a salir si no paraba un poco.


Tras unos minutos así, la tía se tumbo en el sofá mientras se hacia un dedo y los tíos se desnudaron y comenzaron a comerse la boca muy animadamente, sus rabos tiesos se juntaron y uno de ellos sujeto ambos y comenzó a pajearlos, la imagen me impacto y a la vez me excito mas que nada me había excitado hasta ahora, mi amigo había dejado de masturbarse y solo se tocaba el glande, miraba a la pantalla y me miraba, decidí levantarme y quitarme la camiseta también, me deje caer los pantalones y me coloque a su lado, el se pajeaba con la izquierda y yo con la derecha, mirábamos nuestros rabos, el del otro y a la pantalla intermitentemente, el se acerco mas a mi y se giro, de fondo se oía como gemían los tres desde la pantalla, mire y estaba el tío con la polla mas pequeña follándose a la tía que estaba a cuatro patas y el otro sentado se dejaba comer el rabo, al mirar de nuevo a mi amigo sentí como su glande besaba al mio, no podía dejar de mirar nuestros rabos tan cerca.


  • Así tan de cerca tienes un pollon.

  • Son casi iguales, pero la tuya es mas gorda.


Ya de perdidos al rio, se la sujete y la pegue a la miá, aunque había una inclinación de la miá, la suya era totalmente recta y nada curva, de larga eran iguales, y si de grosor la suya era mas gorda.


  • Que sensación mas rara.

  • Espera voy a echar un poco de saliva.

  • Mejor crema, espera.


Me separe por un segundo y saque un bote de crema corporal, cogí y me la unte en el rabo, me acerque a el y al juntarlas las sobe bien de crema.


  • Esto es otra cosa.

  • Ufff mucho mejor.


Era una sensación extraña y a la vez tan excitante, nuestros rabos unidos entre mi mano se deslizaban lentamente, nuestros huevos se golpeaban con el balanceo.


  • ¿Quieres seguir tu?

  • Claro.


Las agarro con fuerza y su mano se movía con rapidez, es curioso como cada hombre se la menea completamente distinto a otro, el ritmo, la fuerza, etc. Los dedos de mis pies descalzos comenzaron a abrirse y cerrarse y un cosquilleo por todo el cuerpo me hacia disfrutar cada momento.


  • Estoy a punto.

  • Y yo.


Por un momento pensé en que las soltaría y cada uno ya se correría solo, pero no fue así, comenzó acelerar la paja hasta que nuestros gemidos fueron elevando el tono y una oleada de sensaciones nos invadió hasta que casi al unisono comenzamos a echar lefa por todas partes, nuestros glandes hipersensibles derramaban las ultimas gotas, y el continuaba deleitándose con la paja que nos acaba de hacer y en ningún momento nos miramos a la cara, solo observamos nuestros rabos aun duros y como la leche caía de nuestro pecho y llegaba hasta los huevos y de ahí goteaba hasta el suelo.


Creo que esa fue mi primera experiencia homosexual y tras ella no hubo ninguna mas, mi amigo no volví a saber nada de el tras lo ocurrido, y tampoco me importo, recuerdo que se quedo ahí mirando nuestros rabos ya casi flácidos y le costo volver a la realidad, le acerque una camiseta y tras limpiarnos cada uno lo suyo se fue sin decir nada.


Eran las tres de la tarde y acababa de salir de clase de Historia, me había pasado toda la clase bostezando y sobandome por encima del pantalón de chándal el rabo, agarre la mochila y me fui al aseo, me meaba mucho. Estaba ensimismado mirando como me salia el pis por el rabo cuando sentí que alguien se colocaba en el urinario de alado.


  • Hola.- me dijo mientras se la sacaba.

  • Hola.


Continué orinando y cuando había terminado y estaba a punto de guardármela mire hacia donde estaba el chico que se había separado un poco del urinario y un rabo empalmadisimo se mostraba ante mis ojos.


  • Quería mear pero con esta empalmada me va a costar un poco.

  • Yo creo que si, cuando me pasa eso por las mañanas meo en la ducha, jajaja.

  • Si yo también, un día mi padre me pillo y se partió de risa.

  • Que vergüenza, ¿no?

  • Si la verdad. Voy a descargarla, ¿te vienes? Aun la tienes fuera y cada vez mas dura.


Ni me había dado cuenta, aun sostenía el pantalón y el calzoncillo bajo mis huevos de cuando fui a mear y allí seguía, y ademas bien empalmado, me sonroje y mirándole me decidí.


  • Vale, tengo un sitio, vamos.


Nos las guardamos y me siguió hasta los vestuarios, a esa hora no había nadie, dejamos las mochilas en los bancos y me saque el rabo.


  • ¿Vienes mucho por aquí?

  • De vez en cuando. ¿en que curso estas?

  • Uno menos que el tuyo.

  • No me sonaba tu cara por eso.

  • Entre el año pasado a final de curso casi.

  • Que putada.

  • Si, pero soy menor y tengo que ir donde vayan mis padres.


Como si nos conociéramos de toda la vida y sin acordar nada nos desnudamos por completo y nos sentamos en el banco, nuestras pollas ya estaban entre nuestras manos y nosotros continuamos hablando.


  • Por una parte es bueno, quiero decir que le destinen aquí es una tranquilidad laboral para el.

  • Si lo se, pero yo ya tenia una vida en el pueblo y ahora pues....

  • Tu tranquilo, poco a poco.


Le mire bien mientras hablábamos, era mas fuerte que yo, de altura igual, como 1,85 y tenia una piel con mucho vello pero muy fino, los huevos los tenia sin ningún pelo, pero desde el pubis que estaba bien sembrado subía un recorrido como de hormigas hasta su ombligo de lo mas encantador.

El me miraba a los ojos cuando hablaba y me escuchaba y en otros momentos se observaba su rabo mientras se acariciaba los huevos y se escupía la punta del rabo, todo de lo mas normal.


  • ¿Tu eres de aquí?

  • Si nací aquí, mis padres y abuelos también.

  • Que guay.

  • ¿Y tendrás novia o novio seguro?

  • Que va.

  • Que bien.


Sonrió mientras se acariciaba el glande y le observe mientras se inclinaba hacia atrás y cerraba los ojos, no podía dejar de mirarlo, comenzó a coger mas velocidad y de pronto salían chorros de lefa hacia su abdomen, de verlo acelere y descargue levantándome como ya tenia de costumbre sobre uno de los bancos. Yo allí de pie mientras mi rabo aun duro continuaba babeando y el con los ojos cerrados disfrutando de la paja.


  • Habrá que irse a casa estoy muerto de hambre.

  • Si si.


Se levanto y acercándose a mi me paso su mano desde los huevos hasta el glande y me dio un beso en la mejilla.


  • Mañana mas.


Se vistió y tras estarlo yo también nos fuimos cada uno hacia su casa, montado en el autobús sentía su mano aun rozar mi polla.


Al día siguiente no lo vi, tras terminar las clases me pajee en los vestuarios pero no apareció, me fui a casa y desee que al día siguiente hubiera mas suerte.


Y así fue, serian las ocho menos cuarto y entrando al instituto me lo encontré en un banco sentado leyendo un libro.


  • Buenos días.

  • Eyyy Buenos días.

  • ¿que tal?

  • Bien aquí leyéndome este tostón que tengo a ultima hora un examen sobre el.

  • Animo, yo ya me lo leí y es un ladrillo.

  • Cierto. ¿que vas hacer en el descanso?

  • Estar por aquí, ¿por?

  • Por si te apetece ir a...

  • Claro.

  • Genial, nos vemos allí a las once y media.

  • Vale, me voy que llego tarde.

  • Ciao.

  • Ciao.


Me esperaban por delante tres horas y media de clases hasta el descanso y si les digo la verdad no me acuerdo de nada de lo que se hablo en ellas. La ultima clase se alargo cinco minutos y cuando el profesor se digno a darnos la salida, salí disparado hacia los vestuarios, entre y vi que estaba allí, sentado sobre una toalla en pelotas y mientras miraba el móvil con una mano con la otra se pajeaba tranquilamente.


  • Hola.

  • Hola.

  • Tenemos media hora tranquilo, que te veo sofocado.

  • Ya es que el ultimo profesor no había manera de que terminara y estaba deseando llegar.

  • Pues ya estas aquí, ven y ponte cómodo.


Deje las cosas sobre el banco y mientras me desnudaba el se levanto y estiro su toalla, me hizo un gesto para que me sentara a su lado y no lo dude ni por un segundo.


  • ¿Viniste ayer?

  • Si.

  • Yo tenia que ir a una revisión, nada grave solo rutina.

  • Vaya, bueno me alegro que solo sea rutina.

  • Ya te contare otro día.

  • Vale.


Abrió mas las piernas y su rodilla se pego a la miá, se pajeaba de una manera que era hipnotizadora, tenia un glande que aparecía y despararecia entre el prepucio y gotas que salían poco a poco.


  • Me encanta chuparme el pre semen, ¿y a ti?

  • No lo he probado nunca.


Se paso un dedo por el glande y recogió un poco llevándoselo a los labios, donde después se introdujo el dedo y se lo chupo.


  • Sabe entre amargo y dulce.


Me anime e hice lo mismo.


  • Tienes razón, no esta malo.

  • ¿Puedo?


Extendió su mano hacia mi rabo y con la cabeza le asentí que si, paso un dedo desde la bes de mi polla hasta la punta y recogiendo un poco se lo llevo a la boca y lo degusto.


  • La tuya esta mas dulce creo.


De perdidos al rio, me lance y pasando mis dedos por sus huevos y luego subiendo hasta su glande, saboree llevándome a la boca lo que mas me apetecía en ese momento.


  • Si es verdad, pero esta buena también.

  • Gracias.

  • De nada.


Nos reímos por la situación y tras unas miradas al rabo del otro nos descargamos sobre nuestros vientres y ya agotados nos rendimos sobre los bancos.


  • ¿Una ducha rápida?

  • Vale.


Estaban justo enfrente de los bancos, encendió el agua caliente y se dio un remojo, yo le seguí y disfrute de ver su cuerpo húmedo, oí como cerraba su ducha y note como algo tocaba mi rabo.


  • Tienes un cuerpo muy bonito y así mojado es precioso.

  • Eso mismo estaba pensando del tuyo.


Su rabo estaba pegado al mio y su glande rozaba mi pubis, su cara estaba a escasos centímetro de la miá y las ganas de que se parara el mundo eran cada vez mas grandes.


  • ¿Te molesta que este tan cerca?

  • No.

  • Necesito probar algo, ¿puedo?


Me decía mientras con su mano me agarraba el rabo. Me beso en la mejilla y con mi rabo aun es su mano se agacho y sentí como se lo introducía de golpe en la boca, me agarre al grifo y por poco lo arranco, sentir la calidez de su boca rodeando mi rabo era increíble, sus labios rozaban mi pubis y su succión era lenta y disfrutona.


  • Sabe mejor de lo que pensaba.- me dijo sacándosela de la boca.


Se levanto y mientras me pajeaba lentamente me volvió a besar en la mejilla.


  • Tenemos que irnos.

  • Si si.

  • Mañana mas.

  • Claro.


Al día siguiente no lo vi y los días siguientes eran fin de semana, me lo pase entre familia y amigos y en los ratos libres no paraba de chuparme bien los dedos y jugar con mi glande.


El lunes llegue con la cabeza mas tranquila, el viernes la tenia como una olla express, necesitaba lo que tenia con Bruno, pero también tenia que importar yo y lo que yo necesito.

La mañana transcurrió sin mas de lo normal, clases, empujones, cigarrillos en el patio, una buena palmera de chocolate y risas con los amigos. Dieron las tres y estaba a punto de salir cuando me dio por pensar en el, no lo había visto tampoco hoy, me anime y fui a los vestuarios.


  • Hola.

  • Estoy aquí Fede.

  • Pero que cojones haces aquí y así.


Estaba en una de las duchas tirado en el suelo y empapado.


  • No ha sido un buen fin de semana.

  • Levantate y si quieres me lo cuentas, venga que te ayudo.


Se levanto y sin ganas le desnude, saque mi toalla y lo seque bien por todas partes, mire en su mochila y solo tenia una camiseta y un pantalón de deporte, me quite mi ropa y como yo llevaba vaqueros me daba igual ir en pelotas, le puse mis calzoncillos y mis calcetines, su pantalón y camiseta y encima mi sudadera, recogí todo un poco y me senté con el en el banco.


  • No hace falta que me cuentes nada, estoy aquí.


No pudo responderme se abalanzo a mi pecho y como un niño recién golpeado se rindió al gozo de llorar y desahogarse.


Salimos del instituto y fuimos a comer algo, llame a mi madre y a la suya para que no se preocuparan y tras una comida bien cargada de grasas saturadas y azucares me lo lleve al retiro a pasear.


  • ¿Te gusta?

  • Si, mucho.

  • ¿Habías venido alguna vez?

  • No.

  • ¿Quieres que no te haga mas preguntas y continuemos en silencio?

  • No.

  • Vale. Pues vamos hacer una cosa, tu me preguntas sobre algo que quieras saber y yo a ti otra, como si fuera una entrevista.

  • Me parece bien.


Es un juego bien tonto pero que para llegar a sacar algo que te inquieta es bastante practico.


  • ¿Te gusta el instituto?.- le pregunte.

  • No mucho, pero también se que es lo que tango que hacer. ¿Y a ti?

  • Sinceramente hace unas semanas le estaba cogiendo un poco de manía ya, pero desde que te conocí se me esta haciendo mas fácil ir..- le dije mientras su cara se sonrojaba. ¿Te gusto?

  • Sabes de sobra que si. ¿Y yo a ti?

  • Sabes de sobra que si. ¿Has tenido novio?

  • No, ¿tu?

  • Tampoco. ¿y relaciones sexuales?

  • Si. ¿Tu?

  • Solo pajas y una mamada. ¿me quieres contar lo de este finde?

  • Me agobie, me agobie mucho en casa y necesitaba salir y no sabia con quien y me fui a dar un paseo y volví fumado y bebido a casa, mi padre me grito y mi madre me pego, se que no tengo que hacerlo, por la medicación y por que no es bueno, pero me agobie.

  • Dame tu móvil..- le dije. Me lo dio y le apunte mi numero. Ahora tienes con quien.

  • Gracias.


A partir de ese día no nos separamos y tampoco volvimos a los vestuarios, vivíamos cada día como el resto de la gente y los fin de semana disfrutábamos como era lo propio para nuestra edad. Todo el magreo que hubo al principio se paro durante unas semanas y luego un día en mi casa nos comenzamos a liar y le comí la polla por primera vez. Al cabo de los meses quedaba poco para ser mi ultimo año y a el aun le quedaba uno, un día de la ultima semana de estar yo allí me agarro de la mano y me dijo que me dejara llevar y que cerrara los ojos, entramos a los vestuarios y me desnudo, me sentó en el banco sobre una toalla y sentí como su mano pajeaba mi rabo con una especie de crema, paro y sentí como se colocaba encima mio y note por primera vez mi rabo entrando en el, abrí los ojos y lo mire como iba sintiendo las punzadas de mi rabo al dilatar su ano y se sujetaba de los colgadores de la ropa, le bese el pecho y le ayude sujetándole el culo, poco a poco fue entrando y cuando entro del todo se dejo caer y me beso, me beso el lóbulo de la oreja derecha, los labios, los parpados, y poco a poco se levanto con las fuerzas de sus piernas y me deje follar por primera vez.


                                                                      FIN





PeCtOrAlEs