12.11.22

ReLaTo. PriMos 6ª parte.

 


SÁBADO:


Óscar.


Me levanto para mear y tras volver me quedo mirando a Ian. Está sobre la cama boca arriba, totalmente desnudo y respirando muy lentamente. Su tórax se eleva y baja. Una mano la tiene bajo la almohada y la otra sobre su abdomen. Me acerco a la cama y le observo de cerca. Tengo ganas de tocarlo, pero no quiero despertarlo. Le observo desde los pies y voy subiendo. Al llegar a su polla me maravillo de verla en reposo acomodado entre su vello púbico. Me acuesto de lado mirándolo y cierro de nuevo los ojos.


Ian.


Me doy la vuelta y al abrir los ojos me encuentro con la cara de Óscar. Le observo por un momento y mi corazón comienza a latir con fuerza a la vez que siento como mi polla se llena de sangre y comienza a levantarse. Me giro y me levanto para ir al aseo. Vuelvo y antes de tumbarme me quedo mirándolo. Está de lado con el culo preparado para que se lo follaran. Me digo a mi mismo que estoy enfermo y me siento en la cama de rodillas y le observo respirar. Lo tocaría, pero no sé muy bien como reaccionaria ni quiero saberlo. Admiro su cuerpo, su silueta. Me acerco y le huelo la piel. Me estremezco y el pene se me vuelve a poner morcillona. Me tumbo de lado mirándolo y cierro los ojos.


Óscar.


Me estiro sobre la cama y mirando hacia el otro lado veo a Ian boca arriba y con una erección de caballo. Me excito y me empalmo más de lo que estaba. Miro el móvil y me cercioro de que sea buena hora. Me acerco a él sigilosamente y paso un dedo sobre su polla. Me palpita y le palpita. Me acerco aún más y me la meto en la boca. Ian se mueve y siento sus manos sobre mi cabeza. Mueve las caderas y pega un gemido. Se la des capullo y se la como. Le ahorco los testículos y tiro de ellos. Se le pone más dura aún y se la mamo sin parar. Le echo bien de saliva y con una mano le masturbo mientras no dejo de mirarle la polla.


  • Muy... buenos... días...- me dice con la voz entrecortada.

  • Y tan bueno con esta maravilla en mi mano.

  • Ja, ja, ja.


Sin dejar de masturbarlo me inclino hacia su boca y le beso.


Nos estamos besando cuando suena mi teléfono.


  • Un segundo. ¿Sí?. Hola, si estoy despierto. No diga, ¿pasa algo?. Valeee... Lo hablo y os digo hora. Un saludo. Si yo a ti también. Adiós.


Dejo el móvil sobre la cama y me tiro junto a Ian. Le abrazo y me siento mejor.


  • ¿Quién era?.- me pregunta.

  • Mi madre.

  • ¿Todo bien?

  • Si solo quiere que vaya y hablemos, además de coger mis cosas.

  • Vaya.


Me besa por toda la cara y me pone la mano en el pecho. Lo agradezco la verdad que ahora siento como si se me fuera a salir el corazón en cualquier momento.


  • ¿Vas a ir?

  • Si claro. Ya no solo por mis cosas, sino porque quiero verlos y que me digan lo que me tengan que decir a la cara.

  • Lo entiendo. Yo te esperaré aquí con los brazos muy abiertos.

  • Gracias de verdad. Esta situación es tan incómoda. Joder que son mis padres y no me apetece nada ir a verlos, ¡Joder¡!


Me meto en su pecho y sollozo. No me salen casi lágrimas, las saque todo el día que se fueron sin avisar. Ian me acaricia el pelo y la espalda. Hace un ronroneo con la garganta que me hacen estar de nuevo tranquilo. Salgo y me pongo frente a él.


  • Gracias de verdad.

  • De nada.

  • Necesito que me folles.

  • Alaaa, ja, ja, ja.

  • Si ha sonado bastante... bueno da igual tú me has entendido.

  • Si y tanto, Ja, ja, ja.


Me doy la vuelta y abriéndome el culo, me quedo a cuatro patas deseoso de que me lo coma y que después me deje bien satisfecho.


Y así lo hace. Cuando la saca de dentro de mí siento un vació. Nos acariciamos y nos besamos.


  • ¿Mejor?

  • Mucho mejor, voy a necesitar uno de estos cada día.

  • Ja, ja, ja, pues difícil lo veo en mi casa, pero lo intentaremos.

  • Algo se podrá hacer.


Me meto entre sus brazos y dejo que me acaricie el alma.


Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos nos la hemos pasado desnudos. Si algún vecino nos ha visto ha debido flipar. Hemos follado hasta en la cocina. Es ponernos cerca uno del otro y ponernos cachondos a la milésima de segundo. Lo bueno era que teníamos el culo tan dilatado que a la siguiente aún no había dado tiempo a cerrarse y se metía de una vez.


Caemos sobre la cama rendidos y mirándonos, nos besamos y nos reímos.


  • Joder, vaya día...- le digo a Óscar.

  • Ha sido el mejor día de mi vida.

  • Y el mío.

  • Te das cuenta de que hoy no nos hemos vestido en ningún momento.

  • Sí soy consciente. Mi rabo y mi ano me lo certifican.

  • Ja, ja, ja, es verdad tengo la polla roja y el culo escocido.

  • ¿Nos hemos pasado?

  • Yo creo que no. Cuando vamos a tener la oportunidad de estar en un sitio así, los dos solos y poder follar en todas partes.

  • Si difícil lo veo.

  • Yo estoy encantado, hasta creo que...

  • Ja, ja, ja, no lo dirás en serio...

  • No solo quería ver tu reacción. Solo me apetece ver un rato la tele y abrazarte.

  • Siiii...

  • Mañana será otro día.

  • Mejor que hoy nunca.

  • Cierto.

DOMINGO.


Nos levantamos sobre las 9 de la mañana. Tras hacernos arrumacos en la cama como más de media hora nos levantamos y desunamos en la terraza.


  • Mensaje de mi madre.- Buenos días, chicos. Estar preparados que sobre las dos nos tenéis allí. Un beso.


  • Mi madre que ya ataca con venir.- le digo sonriendo a Óscar.

  • Bueno, tenía que pasar.

  • Desayunamos y nos ponemos a recoger.

  • Vale.

  • A ver si lo hacemos rápido que quiero sentirte dentro antes de irnos.

  • Uh.


Nos reímos y mirándonos, nos acercamos y nos comemos la boca.


Terminamos de desayunar y nos pusimos manos a la obra. A las doce lo teníamos todo listo y ordenado. Le agarro de la mano a Óscar y me lo llevo al cuarto.


  • Follamos y las echamos a lavar.

  • Si porque si no va a ser... muy descarado, ja, ja, ja.


Nos tiramos sobre la cama y sin dejar de acariciarnos hacemos un setenta y nueve. Su pene en la boca me llena de tal manera que me hace más y más feliz con sus embestidas. He cogido práctica y por lo que siento Óscar también en aprender a metérnoslas toda de una. Sus huevos chocan contra mi nariz. Me la saco un momento para respirar y le beso el perineo a continuación. Subo un poco y me encuentro con su delicioso ano. Se lo lamo mientras siento como mi polla se hunde en la garganta de Óscar.


Óscar ha dejado mi polla en una mano y ahora su lengua como la mía me trabaja el ano. La sensación de comértelo mientras te lo comen es tan increíble que siento que estoy a punto de correrme en su mano. Le agarro la polla y echándola para atrás me la meto en la boca. Con la mía no puedo hacer eso, la de Óscar es menos rígida. Incluso creo que se la podría meter el mismo en el culo. Me rio conmigo mismo de mis pensamientos y continuo chupándole la polla y lamiéndole los huevos.


Óscar sale de mi culo y dándose la vuelta me come la boca.


  • Que bien sabes.- me dice al oído.

  • A ti.


Agarra el lubricante y teniéndome de lado me echa un poco y apretando contra mi ano su polla se desliza dentro de mí. Ya casi ni siento dolor, solo placer continuo. Su polla entra y sale de mí mientras sus manos recorren mi pecho y abdomen. Me levanta una pierna y agarrándome la polla, me masturbo lentamente sintiendo como mi polla suelta precum sobre mi mano. Óscar me besa el cuello y me come la oreja. Óscar se gira sobre mí poniéndome boca abajo y continúa follándome. Ahora estoy a su completa disposición. Siento mi rabo duro contra mi cuerpo y me muevo un poco para masturbarme contra las sabanas. El cuerpo de Óscar está completamente sobre el mío y su rabo se mete en mí de una manera tan delicada que me hace saltar lágrimas de alegría. Se incorpora y sin sacarla continúa metiéndomela hasta el fondo de mi ser.


  • Ian...


Tengo la cara metida entre las sabanas y solo el sentirlo a él y escuchar mi nombre me pone los pelos de punta.


  • Date la vuelta.

Siento como sale de mí y me tumbo boca arriba. Levanto las piernas, pero Óscar me las hace bajar. Se pone sobre mí y se sienta sobre mi polla. Entra suavemente y exquisitamente. Sentir su interior alrededor de mi polla me hace soltar de nuevo más precum. Tengo las piernas estiradas y Óscar maneja la situación sin dejar de cabalgar sobre mí. Se agarra la polla y comienza a masturbarse. Se echa para atrás y aguantándose con una mano no deja de penetrarse y de masturbarse. Siento como su cuerpo y su culo se contraen y la lefa comienza a salir disparada por todos lados. Óscar grita mi nombre y gime sin dejar de penetrarse y masturbarse. Siento su lefa caliente sobre mi cuerpo y algo sobre mi cara. Cojo una poca y la lamo. Ahora Óscar se viene hacia mí y mirándome a los ojos me besa apasionadamente. Doblo las rodillas y comienzo a embestirle con todas mis fuerzas. Su cara enfrente de la mía se relame los labios del placer de sentirme dentro.


Siento un cosquilleo y como mis testículos se comprimen. Viene un latigazo y siento como le lleno el culo Óscar de con mi lefa. Continuo follándole mientras nuestras bocas ansiosas no dejan de besar al otro.


  • Joder Óscar.

  • Joder Ian.


Los dos sofocados y excitados no dejamos de besarnos. Bajo las rodillas y él se deja caer sobre mi polla sensible. Se levanta y se sienta varias veces mientras mira las expresiones de placer en mi cara.


  • Te quiero tanto Ian.

  • Y yo a ti amor.


Sonreímos y volvemos a juntar nuestros labios.


Un rato después.


  • Habrá que ducharse.- le digo mientras le acaricio el pecho.

  • Sí vamos.


Entramos en la ducha y antes de darle al agua siento su polla dura dentro de mí. Abro las piernas y pegándome a la pared dejo que me folle.


  • No sé que me pasa, estaría todo el día dentro de ti.

  • Yo igual tranquilo. Fóllame y córrete dentro, por favor.

  • Uhmmm que bien suena, aunque un poco obsceno, ja, ja, ja.

  • Ja, ja, ja.


Tras correrse dentro de mí es mi turno. Óscar levanta una pierna y dejándome vía libre, le penetro y le follo hasta que siento como me corro de nuevo dentro de él.


Nos magreamos en la ducha con bien de gel y por fin terminamos duchándonos.


Recogemos las sabanas y dejamos todo ordenado y mirando la hora ponemos una cara con un mohín y abrazándonos nos decimos todo lo que nos querremos.


Sobre las dos y cuarto oímos la puerta del garaje abrirse. Mis padres llegan con comida y una sonrisa.





PeCtOrAlEs