22.7.23

Relato. Mi MeS dE vAcAcIoNeS 3ª parte

 



DÍA 4


Hoy me dedico a estar en casa tocándome los huevos literalmente. Me traje el ebook lleno de libros y hoy estoy decidido a terminarme uno que me tiene superpillado.


Tras comer me tiro en la cama y me duermo como tres horas. Cuando me despierto, además de una tremenda empalmada, estoy supercansado. Me bajo a la cocina para prepararme un café y tomar algo dulce. Me pongo la tele y cuando me doy cuenta ya es de noche. Miro el móvil que llevaba como casi todo el día sin mirarlo y veo un mensaje de Héctor.


_ Hola, ¿cómo ha ido el día?. El mío un caos, pero ya por fin en casa, duchado y desnudo en la cama. Deseando compartirla contigo. Un beso.


_ Hola. La verdad que me lo he pasado entero en casa, leyendo, comiendo y durmiendo. Siento darte envidia y me alegro de que ya estés en casa. Desnudo y en la cama que buena imagen. También deseo compartirla contigo. Dulces sueños. Un beso.


Me cojo mi ebook, un porro, agua y una bolsa de Doritos y me voy a la piscina. No hay ni cristo. Se oyen de fondo voces, pero nada escandaloso. Me tumbo a leer y cuando me duelen los brazos me meto en la piscina en silencio, pues a esas horas se supone que no se puede estar.


Nado un poco cuando me doy cuenta de que estoy desnudo. Ni cuenta me había dado. Continuo nadando y estoy haciendo el muerto cuando escucho moverse unas ramas.


  • Hola.

  • Hola.


Hay un poco de luz fuera de la piscina, menos mal que no son de esas que tienen luz dentro, sino que se me hubiera visto todo.


  • ¿Molesto?

  • Para nada.


Es un chaval, por lo que puedo ver debe ser de mi edad. Va solo con un bañador tipo bóxer y su cuerpo se deslumbra bastante tonificado. Deja sus cosas sobre la toalla y se mete despacio al agua. Se pone a nadar y yo allí quieto en un lado sin moverme.


  • Hace una bonita noche.- me dice quitándose agua de la cara.

  • La verdad que sí.

  • No sabía que esta piscina era por la noche nudista.

  • Vaya, lo siento.

  • Tranqui, no diré nada.

  • Solo que me tire todo el día en casa desnudo y cuando salí para aquí ni lo pensé, menos mal que no me cruce con nadie...


Le veo que se mete bajo el agua y se saca el bañador. Lo estruja para quitarle toda el agua posible y lo tira al borde de la piscina.


  • Por mí puede ser nudista, ja, ja, ja.

  • Ja, ja, ja, gracias.


Se tumba hacer el muerto y visualizo su polla en reposo en su vientre bien grande y unos buenos huevos. De pronto siento un latigazo en mis huevos y mi polla comienza a empalmarse.


  • ¿Estás solo?

  • Sí vine solo.

  • Que bien, yo vine con mi madre.

  • También está bien.

  • Bueno...

  • ¿Qué años tienes?

  • 28, ¿tú?

  • 29.

  • En poco te alcanzo.

  • Yo a punto de los 30.

  • Qué horror.

  • Jajajá.


Se acerca un poco más a mí y continúa hablando.


  • Estamos bastante bien, creo yo.- me dice muy muy cerca.

  • Sí, creo que sí.


Mueve su mano hacia mi polla y me la agarra.


  • Vaya...

  • Uhmmm...


Se mete bajo el agua y me hace la primera mamada acuática. No sé donde meterme. Me agarro al bode y le dejo hacer. De vez en cuando sale a coger aire y vuelve a dentro. En esas que sale una de las veces cojo impulso y me siento en el borde de la piscina dejándole vía libre a que me coma todo.


Se acerca y me pajea mientras me acaricia los huevos. Se la mete en la boca y hasta que no me corro en su boca no para. Se separa por un momento y mirándome se relame los labios. Vuelve a metérsela en la boca y me deja sin aliento.


La suelta por pena mía y se aleja un poco nadando hacia el otro lado sin dejar de mirarme. Se sube al bordillo y comienza a masturbarse. Me tiro al agua y voy en busca de esa polla. Me la meto en la boca de un tirón y la saboreo, la huelo, la mamo. Tiene una verga enorme y mi culo se acaba de dilatar solo de pensar en ella metida allí. Le estrangulo los huevos y se la mamo con efusividad. Él se echa hacia atrás y me deja más espacio.


Es de los que aguantan correrse y eso me da mucha rabia. Acelero la paja mamada y subiendo con una mano le pellizco un pezón. En ese instante pega un gemido y comienza a llenarme la boca de lefa, cosa que agradezco y deseaba. Se la relamo una y mil veces sin dejar de torturarle con el pezón. Sabiendo esto sí, hay una próxima vez, ya sé donde dar.


Me la saco de la boca y se la acaricio. Le miro.


  • Me chifla.

  • Gracias y a mí la tuya.

  • Nada que ver.

  • Eso va en gustos.

  • Cierto.


Se baja al agua conmigo y viniendo me besa, y no solo un beso guarro después de comérnosla, sino un beso bien, un beso en condiciones. Nos besamos y nos movemos por la piscina.


  • Que bien besas.- me dice.

  • Tú más.

  • Ja, ja, ja.

  • Salimos y, ¿fumas?

  • Hierba solo.

  • Pues perfecto.


Salimos y nos acomodamos en mi toalla. Nos encendemos el porro y continuamos charlando.


Al cabo de un rato estábamos bien colocados y de nuevo empalmados. Hacíamos lo imposible por no reírnos, pero era muy difícil. Él se acercó a mí y me comió la boca mientras su mano manoseaba mi polla. Yo agarré la suya e hice lo mismo. Gemíamos en la boca del otro hasta que nos separamos un momento.


  • ¿Te vienes a casa?.- le pregunté.

  • Sí, pero así con esta empalmada.

  • Qué más da, venga.


Recogimos todo y salimos corriendo hacia mi casa. Una vez dentro soltamos todo por ahí y nos enganchamos a besarnos. Caímos sobre el sofá y le miré. Ahora con más luz se podían ver unos grandes ojos azules, un pelo corto, muy fino y rubio, oscuro, una piel suave y sin vello, y un rabo que me dejo sin aliento.


  • Ven.


Le tendí la mano y me lo llevé a la habitación. Ya había dejado el aire, se estaba en la gloria. El chico se tumbó boca arriba en la cama y yo levantándole las piernas me fui a comerle el culo, cosa que agradeció y disfruto. Tenía un poco de vello, pero casi imperceptible. Metí la lengua y me deleité comiéndoselo. Se lo abrí un poco y le metí un dedo. Él gemía y se agarraba la polla. Después le metí dos y posteriormente tres. Busque su polla y me la metí en la boca mientras mis dedos jugaban a dilatarle el culo.


  • Madre mía...ahhhh.- gemía sin parar.


Yo continuaba a mi faena y no sé si solo por el colocón, pero estaba muy cachondo. Me saqué la polla de la boca y saque los dedos y me coloque un condón. Él se dio la vuelta y se puso a cuatro patas. Le volví a comer el culo y acariciándoselo enfilé mi rabo en su entrada y apreté. Entro a la primera y sin que hubiera queja de dolor. Acelere y se la metía y sacaba rápido. Comencé a notar el sudor caer por mi cuerpo y acariciando su espalda noté también su sudor.


Agarrándole con fuerza de las nalgas, le embestía con ganas y con todas mis fuerzas. Agotado me tiré sobre la cama boca arriba y él se sentó sobre mí mientras se la metía. Una vez dentro comenzó a cabalgarme y dios era increíble haciéndolo.


  • Joder como... Ahhhh...

  • Voy a hacer que te corras y después te voy a follar como nunca lo han hecho.


Por supuesto que iba a conseguir que me corriera. Sus caídas dejándose caer sobre mí me daban en todos los huevos y me hacían ver las estrellas del gusto. Se echó hacia atrás y su polla tiesa golpeaba su vientre. Sé la agarre y le masturbé. Necesitaba esta polla dentro ya. Aguante un poco más, pero viendo lo que tenía sobre mí y el placer de mi polla en su interior me hizo correrme lo más grande. Él, sin sacarla, se sentó sobre mí y vino a besarme.


  • Increíble.- me dijo entre gemidos.

  • Tal cual, ahhhh.


Se levantó de encima de mí y me quito el condón. Me hizo levantar las piernas y agarrando el condón, saco toda mi lefa en su mano y con un dedo fue poniéndome en mi ano hasta que no quedo nada, solo sus dedos dentro de mí haciéndome poner los ojos en blanco y sin saber quien era.


Tengo las piernas sobre sus hombros y sus embestidas son gloria bendita. Nunca me habían follado así, él tenía razón. No dejaba de acariciarme, de besarme los pies y lamérmelos. La saco y poniéndome de lado se puso detrás de mí y me la metió mientras buscaba mi cara y me besaba al ritmo de sus penetraciones.


Ahora estoy a cuatro patas bien abierto y dejándome llevar por ese gran pollón que me está dejando el culo más abierto que nunca en toda mi vida y mira que me he metido cosas grandes. Sus manos azotan mis nalgas y el dolor me lleva al placer absoluto. La saca y me hace ponerme boca arriba de nuevo. Esta vez me sujeto las piernas yo mientras el como si estuviera haciendo flexiones me folla de manera locamente excitante.


Como me come la boca, como me lame el cuerpo y como me penetra me hace gemir como nunca y eso le gusta y mucho. Me besa con euforia y noto que se viene. Me golpea con su cuerpo contra el mío y grita al culminar. Cae sobre mi envuelto en sudor y solo puedo que dar las gracias.





En BlancO y Negro