Felipe baja la mirada y se mira a el mismo cómo se pajea y me da tanto morbo que siento que algo me sale por la polla.
¿Esto es lefa?
Felipe pasa el dedo por la raja de mi glande y medita.
Parece precum más que lefa.
Ni idea.
La lefa es más lechosa y grumosa, el precum es más como casi agua, un poco espesa, es como un lubricante natural.
Cuánto sabes.
Uno que se informa, mira a mí, también me sale.
¿Puedo?
Claro.
Paso el dedo por su glande y acercándomelo, lo miro y siento su tacto, me lo acerco y lo huelo.
No huele mucho, como poco a pis.
Sale por el mismo sitio.
Es verdad.
Jajaja.
Felipe se la agarra de nuevo y continúa con la paja, yo le miro cómo lo hace y hago lo mismo. Al cabo de un rato estamos los dos con la polla bien agarrada y sofocados.
Ufff yo creo que en breve me corro, dice Felipe.
Yo no lo sé.
Lo sentirás, ¿quieres ver cómo me corro?
Claro.
Felipe acelera la paja y se muerde el labio inferior, arruga la frente y se le pone una cara de lo más apetecible, continúa pajeándose cada vez más rápido cuando se la agarra y apuntando hacia el suelo comienza a soltar lefazos contra el suelo y yo perplejo de ver como le sale tal cantidad de lefa, al menos 15 lefazos llenos de lefa grumosa y sabrosa, le miro y me mira con cara de satisfacción, como cuando mete canasta en los partidos, se la menea un poco y algo de lefa que le queda en el prepucio la agarra con un dedo y se lo lleva a la boca.
Me encanta, me dice sonriente.
Ya no se masturba, solo se la toca y la tiene muy morcillona, es un placer tenerla tan cerca. Yo me pajeo, pero no consigo lo que sentí antes y él lo nota, aparto mi mano y de nuevo me la agarra y me masturba, se acerca más a mí que antes y su polla roza mis huevos que van saltando de un lado para otro, inspiro y huelo su colonia, la de siempre, la de hace que se pone como mínimo diez años, sonrió por dentro y por fuera y no me puedo creer que me esté pajeando porque yo soy incapaz de hacerlo por mí mismo.
Joder, Raúl...
¿Qué?
Como palpita.
Sí, ya.
¿Te entran ganas de correrte?
Creo que sí.
Mentira, lo único que quiero es que no deje de masturbarme nunca y llenarle la mano con mi lefa y se la lleve a la boca y después junte nuestras pollas a la vez que junta sus labios con los míos y.....
•¡Joder, Raúl!
Embelesado en mi imaginación, no me di cuenta de que me estaba calentando de más y había comenzado a correrme y sabéis dónde, pues, por su pecho, abdomen, su polla, pero él no dejaba de masturbarme y flipar de la cantidad de lefa que me salía.
Lo siento...yo....
Joder, Raúl, eres una manguera...
Es la primera vez que.....
Ya veo ya....y lo siento como gotea....¿cuando te levantas lefado también estás muy mojado?
A veces mogollón, un día tenía hasta las rodillas.
Joder....
No suelta mi polla, sino que junta la suya con la mía y comienza a pajearnos de nuevo. Me mira y se muerde el labio inferior y no sé dónde meterme, difícil porque en ese cubículo casi no cabemos ni nosotros dos. Fijo la mirada a la suya y siento cómo el corazón se me para por un segundo y después vuelve a latir con más fuerza que nunca. De pronto sus labios se juntan a los míos y no puedo más que abrir la boca y dejar que su lengua se apodere de mi boca.
Pasan los minutos y no dejamos de besarnos ni Felipe deja de masturbarnos, siento como me muerde el labio inferior y como aprieta más y más nuestras pollas y él no aguanta más y se corre sobre ellas y yo de tal escena sexual que estoy viviendo me corro de nuevo y mi lefa se junta a la suya, las suelta y suelta mi labio inferior para después llevarse la mano a la boca y lamerla.
Ni idea de quién será, ¿quieres probar?
Sí.
Me acerca su mano y lamo por donde hay lefa y no la hay, y al cabo de medio segundo tengo su dedo gordo en mi boca mientras se lo succiono y él me mira estupefacto. Me sacó su dedo de la boca y le sonrió, se mira y me vuelve a mirar.
Hemos liado una gorda, jajaja.
Literalmente.
Joder no hay papel.
Espera.
Me agacho y cojo mi camiseta, me acerco a su cuerpo y la paso por donde hay lefazos que son varios.
Espera, déjame que me gotea y se me va a llenar el vaquero de lefadas, la próxima de desnudos.
¿Próxima?
Bueno...si...quieres....
Suelto la camiseta y veo cómo tiembla un poco mientras se limpia por debajo de los huevos, el rabo y va subiendo hasta casi su cuello, le da la vuelta y viniendo hacia mí me limpia los huevos, la polla y sube hasta mi boca.
¿Cómo huele?
A lefa.
¿Te gusta?
Un poco, ¿a ti?
También, ¿qué hago con la camiseta?
Tirarla.
No, la lavaré.
La enrolla y se la mete en la mochila. Se incorpora y me mira, me acerco y le acaricio la polla y subo con un dedo hasta su boca y le meto el dedo gordo, me lo chupa y me lo succiona y me hace reír, saco el dedo y juntando mi cuerpo al suyo, le beso para después apartarme y mirándole a los ojos, le digo:
Estoy deseoso de que haya una próxima.
Me sonríe y se lanza sobre mí a besarme.