9.3.21

La piscina. Verano de 2005.

 



Verano de 2005.


Ese año mis padres decidieron que las vacaciones de verano las íbamos a pasar en un pueblo cerca de Toledo, habían alquilado en una urbanización un apartamento y aunque me puse de morros durante varios días, no pude negarme.


El pueblo era bastante bonito y la urbanización era enorme, teníamos una gran terraza y abajo una piscina comunitaria descomunal, tras dejar las cosas comimos algo y nos bajamos a la piscina, poco mas se podía hacer.


  • Quique me voy a ver a tu padre al bar, échale un ojo a tu hermano.- me dijo mi madre.

  • Vale.- le dije sin levantar la mirada del libro.

  • ¿Me has escuchado?

  • Que si plasta.

  • ¿No vas a bañarte?

  • No lo se.

  • Bueno me voy, por que sino....


Y así estábamos todo el día, yo desde su mirada la entendía, pero yo con 17 años y mis amigos en Madrid, yo en este pueblo sin conocer a nadie, un mes con los tres, pues estaba cabreado.


Deje el libro a un lado y me encendí un cigarrillo, busque a mi hermano y allí estaba, dentro del agua jugando con dos niños mas, me parecía increíble la facilidad que tenia para relacionarse. Mire a mi alrededor y había varios grupos de gente, la mayoría familias y otras suponía que de amigos, volví a mirar a la piscina y vi como aparecía un chico con un bañador rojo y se acercaba a la torre de vigilancia de la piscina, hablaba algo con la chica que estaba sentada allí y tras un rato ella se bajo y el se subió, le mire los pies colgando de la silla, los tenia morenos y desde aquí se veían muy bonitos, continué subiendo por las piernas depiladas y fuertes y se me erizaron los pelos, subí mas y vi su torso liso y con marca de abdominales unos pezones enormes y con cuatro pelos, y para terminar el escaneo le mire la cara y aunque llevaba gafas de sol se le veía un chico muy guapo, llevaba el pelo muy corto.


A los catorce tuve mi primera experiencia homosexual, un amigo de toda la vida con el que desde que descubrimos la masturbación mas de una vez nos la habíamos cascado juntos, ese año tras nuestra primera borrachera, nos la sacamos para pajearnos y terminamos comiéndonos la polla. Desde ese día no es mi novio ni nada parecido, pero es con el único con el que de vez en cuando quedo y disfrutamos del rabo del otro, no hemos follado ni nada de eso, y no es por que no nos apetezca sino por que no ha surgido. Tengo claro no, lo siguiente, que me encantan los hombres y mirando aquel adonis sentado en esa silla tan alta mi rabo comenzó a ponerse duro y sentí como babeaba.


  • ¿Quique no vienes al agua?.- me pregunto mi hermano sacándome de mi excitación.

  • Ehmmm...si ahora iré.

  • Esta muy buena, vente a jugar con nosotros.

  • Con niños de 10 años, paso.

  • Eres idiota.

  • Y tu...

  • Me vuelvo al agua.


El socorrista mientras hablaba con mi hermano se acababa de bajar y estaba dándose una ducha, claro que escuche a mi hermano llamarme idiota, cada día me lo llamaba como veinte veces, pero me quede allí mirando como el agua caía sobre su cuerpo y una ola de calor me invadió.


Cada día era el día de la marmota, piscina mañana y piscina tarde, algún día fuimos al pueblo a comprar y ha dar un paseo, pero poco mas.


Había pasado una semana y el chico se había convertido en mi paja de al mediodía y de la noche, cerrando los ojos me imaginaba como le quitaba el bañador y dejando su miembro erecto al aire lo lamia hasta llegar a la punta, donde con los dedos le bajaba el prepucio y con la boca me comía su glande. Tener 17 es duro, pero mas dura se ponía mi polla cada día cuando lo veía, la mayoría del tiempo me lo pasaba leyendo boca abajo y siempre hacia que nos pusiéramos con las mejores vistas.


  • Quique me subo a tu hermano para que se duche, ¿vienes?.- me pregunto mi madre.

  • Me quedo un rato mas.

  • Como quieras, ¿vas a venirte a cenar al pueblo?

  • No te importa si me quedo.

  • No claro que no, ¿estas bien?

  • Si y no.

  • ¿Quieres hablar?

  • Mañana porfa.

  • Vale.


Se agacho y me dio un beso en la cabeza, se llevo a mi hermano y allí me quede leyendo y mirándolo, eran casi las ocho, que era cuando cerraban la piscina, me levante y me fui al agua, le mire mientras caminaba hacia el borde cuando me miro y con la mano me saludo, me puse de lo mas nervioso con la mala suerte que no mire hacia abajo y me comí el bordillo, me tire al suelo del dolor y sin darme cuenta lo tenia viniendo corriendo hacia mi.


  • ¿Estas bien?

  • Si solo que no he mirado bien.

  • Haber déjame ver.


Me sujeto la pierna y llevándose mi pie a la cara me toco suavemente cada dedo.


  • ¿Te duele?

  • Un poco.

  • Los dedos se mueven bien, la uña del dedo gordo parece que se te ha levantado un poco.

  • Bueno si es solo eso.

  • ¿Puedes levantarte y vamos a que te ponga algo ahí?

  • Si creo que si.

  • Te ayudo.


Dejo mi pie en el suelo y me dio la mano, una vez de pie lo tenia a escasos centímetros, mi corazón estaba a punto de explotarme.


  • ¿Bien?

  • Si si.

  • Si te duele me dices.

  • Claro.


Fuimos hasta el puesto de socorro y me senté en la camilla.


  • Voy a volver a mírate el pie, súbelo aquí.


Lo puse sobre su pierna y me estuvo tocando todo el pie por si veía algo raro.


  • Creo que con que te ponga algo en esa uña suficiente, si notas algo raro me lo dices, si la uña por lo que sea se te cae no te asustes, sale una nueva.

  • Vale, gracias.


Mientras buscaba en los cajones mi pie seguía sobre el, junto las piernas y estire un poco, pude notar su pene y me dio un latigazo en los huevos.


  • Perdona.- le dije al notar como se echaba un poco para atrás.

  • Tranquilo no pasa nada.


Me puso una tirita alrededor del dedo gordo y me dejo el pie caer suavemente.


  • Bueno pues ya esta.

  • Muchas gracias.

  • De nada tío, que todo sea esto.


Le mire y le sonreí seguramente con una sonrisa absurda y de enamorado enfermizo.


  • Salgo ya, ¿te apetece tomarte algo?

  • Pues si.

  • Nos vemos en cinco minutos aquí, así recoges tus cosas y yo cierro.

  • Vale, hasta ahora.

  • Hasta ahora.


Recogí con un temblor de manos espantoso y fui hacia allí, se había puesto una camiseta de tirantes y las chanclas y me miraba con media sonrisa en los labios.


Fuimos a la cafetería de la urbanización y al llegar me llevo hacia donde había tres chicos y dos chicas, me los presento y aunque al principio fuera como si me explotaran un globo en la cara, después me lo pase súper bien, había gente de todos sitios y cada uno con sus historias. A las diez cerraban y decidieron colarse en la piscina para seguir bebiendo y fumando.


Lo bueno era que no se nos veía desde los apartamentos, y como Lucas trabajaba allí tenia las llaves, entramos y tras varias cervezas y varios canutos nos metimos en el agua.

Yo me sentía muy a gusto y el se puso a mi lado en la piscina.


  • ¿Qué tal?

  • Bien bien, muy a gusto.

  • Me alegro, son muy buena gente, algunos son repetidores.

  • Que guay.

  • Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?

  • Claro.

  • ¿Te gustan los chicos?

  • Si.

  • Vale, mas de un día me parecía que me mirabas y bueno yo también te he estado mirando, pero ya sabes no tenia muy claro si tu...

  • Te miraba si.


Me acerque mas a el y por debajo del agua le rodee por la cintura con una mano dejándola en sus lumbares.


  • Si no te hubieras dado ese golpe lo mas seguro es que no me hubiera atrevido a decirte nada.

  • Ni yo.


Le apreté contra mi cuerpo y lo bese, sentí su lengua recorrer mi boca y nuestros bañadores bien pegados poco a poco se iba notando como la cosa se iba poniendo cada vez mas dura.


  • Chicos, nosotros nos vamos.- dijo alguien.

  • Nosotros no tardaremos.- me dijo mirándome con una sonrisa.

  • Ya ya, jajaja, buenas noches tortolitos.

  • Buenas noches dijimos al unísono.


Y allí dentro del agua nuestras manos acariciaban la espalda del otro mientras nuestros besos se volvían cada vez mas cerdos.


  • Estoy muy duro.

  • Ya lo noto ya.


Me desato el bañador y me lo bajo, tire de su nudo y se lo bajo, dejamos los bañadores sobre el bordillo y continuamos besándonos mientras nuestros rabos liberados se conocían piel con piel. Su mano bajo hacia mi polla y descapullándomela me comenzó a masturbar con delicadeza, le busque la suya y le seguí, nos miramos y mientras nos pajeábamos en el agua nos volvimos a besar, al cabo de un rato no muy largo separo los labios y miro alrededor.


  • Hazte el muerto, yo te sujeto con los brazos.


Me tumbe sobre sus brazos y el me subió la cadera se metió mi polla en la boca, tuve que meter la cabeza en el agua echándome un poco hacia atrás para no gritar de placer y sentir como su boca húmeda y caliente jugueteaba con mi rabo.


  • Desde que te vi pensé en que rabo tendrías, y es mejor aun.- me dijo mientras me daba lametazos en la polla.

  • Y yo de la tuya.

  • ¿A si?

  • Siéntate en el bordillo.- le pedí.


Se alzo para sentarse en el bordillo, me coloque entre sus piernas y agarrándole del rabo me lo metí de golpe, para seros sinceros no era como el rabazo que me había imaginado pero era de lo mas jugoso, además de tener unos huevos sin pelos y bien gordos, le comí los huevos mientras le pajeaba y el gemía para dentro, al cabo de varios minutos me la saque de la boca y me subí con el.


  • Túmbate boca arriba.- le pedí.


Me tumbe boca abajo a la contra y metiéndome su rabo en la boca el agarro el mio y me la mamo, me dolían las rodillas pero me daba igual, allí estábamos comiéndonos la polla al borde de la piscina. No tardamos en corrernos, cada uno en la boca del otro, después me tiro a la piscina y me siguió.


Nadamos un poco mientras continuábamos acariciándonos y nos sentamos en la zona infantil.


  • Ha sido genial.- me dijo.

  • Una pasada.

  • Si antes me empalmaba sin saber lo que había debajo ahora lo voy a pasar fatal.

  • Bueno ahora sabes que te la puedo chupar.

  • Jajaja.


Nos comimos la boca y tras terminar de nuevo con el rabo del otro entre las manos y terminar corriéndonos de nuevo nos vestimos y nos despedimos.


  • Mañana te apetece que nos veamos antes de que entre.

  • Claro.

  • A las 9 y media en la puerta de la piscina.

  • Allí estaré.

  • Descansa.

  • Igualmente.


Nos comimos la boca y me fui a casa. Mis padres y mi hermano aun no habían llegado, comí algo y me metí en la cama, no tarde en dormirme y esa noche me dormí tocándome los huevos y pensando en los suyos.


  • Buenos días madrugador.- me dijo mi madre.

  • Buenos días.

  • Anoche ya estabas acostado y hoy te has levantado pronto, ¿estas bien?

  • Si, he quedado con un amigo ahora.

  • Que bien como me alegro.

  • Gracias, bueno me voy.

  • Espera, si necesitas hablar de algo aquí estoy.

  • Ya lo se mama.

  • Ten cuidado.

  • Lo tendré.

  • Estaré en la piscina.

  • Luego nos vemos entonces.


Cogí mis cosas y baje corriendo escaleras abajo, cruce el jardín y allí estaba el, mirando el móvil en la puerta de la piscina.


  • Buenos días guapo.- me dijo.

  • Buenos días.- le dije con cara de embobado.


Me abrió los brazos y me enganche a el, olía a colonia nenuco y su cuerpo desprendía un calor intenso.


  • Vamos.


Le seguí y entramos en el puesto de socorro.


  • Siéntate ahí porfa.

  • Claro.

  • Haber déjame ver ese dedo.

  • No me acordaba ya de el.

  • Por que será.- me dijo mientras me lo sujetaba y me besaba sobre el dedo gordo.


Me quito la tirita que lo rodeaba y me lo miro detenidamente.


  • Tiene buena pinta, te lo voy a limpiar un poco y te pongo otra.

  • Genial, gracias.

  • No hay de que.


Una vez limpio y con la tirita me miro y se llevo el pie a la boca.





  • Tienes unos pies muy bonitos.

  • Los tuyos también.

  • ¿ A si?

  • Fue lo primero en lo que me fije de ti.

  • Vaya, ¿y te mola comerlos o que te los coman?

  • La verdad es que nunca he experimentado ninguna de las dos.

  • ¿Y te gustaría?

  • Eso y muchas mas cosas.

  • Uhmm... ¿Cómo cuales?

  • Pues si te digo que no he pasado de mamadas y pajas, pues todo lo demás.

  • Ya, yo tampoco te creas que he hecho de todo.

  • Bueno algo mas seguro.

  • Pajas y mamadas si, del resto una vez y con la persona inadecuada.

  • Lo siento.

  • De todo se aprende.


Me levanto el otro pie y mirándome primero me chupo uno y luego el otro.


  • No se por que pero esto me pone mucho.

  • Y a mi.

  • Bajete el bañador.


Me lo quite y me quite la camiseta, me volvió a coger de los pies y comenzó a besármelos, después los lamió de abajo arriba y paso su lengua por debajo de los dedos, yo me agarre el rabo ya erecto y comencé a pajearme, uno a uno se fue metiendo los dedos en la boca y me los mamaba y chupaba con calma, comencé a sentir escalofríos y el rabo me comenzó a babear.


  • Joder como la tienes.

  • Tu culpa.


Estiro un brazo y con un dedo recogió un poco del precum, lo puso sobre un dedo de mi pie y me lo comenzó a lamer y a chupar con ansia, yo acelere el ritmo y creí levitar. Yo ahí meneándomela y el comiéndome los pies era una de la escenas que por mi cabeza habían pasado una y otra vez. Soltó mis piernas y se levanto, se bajo el bañador y acercándose a mi me beso mientras juntaba su polla con la mía.


  • Estas tan....rico.

  • Tu aun mas.

Le deje masturbarnos y quitándole la camiseta le comí los sobacos y los pezones, nuestros rabos unidos se movían a un buen ritmo y su saliva recién salida de su boca nos cubría a ambos, continuo pajeandonos mientras le besaba la cara y le comía el cuello, sentí como me venia el orgasmo y el acelero hasta sentir como me corría en su mano y el seguidamente también, nuestras lefas cubrían nuestros rabos que continuaban cubriendo y descubriendo nuestros glandes.


  • Buenos días.

  • Muy buenos días.


Nos reímos y nos besamos.


  • Habrá que limpiar esto.- me dijo llevándose los dedos con lefa a la boca.


Se agacho y se metió mi polla en la boca, me la relamió hasta que no quedo nada de lefa y tras otro beso le cambie el sitio y le hice lo mismo, disfrute de su rabo en mi boca como si fuera lo único que quisiera tener dentro de ella, tras dejarle bien limpio me metí entre sus piernas y abrazándolo lo bese, así estuvimos un rato hasta que escuchamos voces.


  • Ya están aquí.

  • Que media hora mas corta.


Nos vestimos y primero salió el a abrir y yo mientras me espere tumbado en la camilla, cerré los ojos y la imagen de el comiéndome los pies y yo masturbándome se repetía en mi cabeza una y otra vez.


  • Ya puedes salir guapo.

  • Voy.

  • Ya estoy deseando terminar para besarte.

  • Y yo.


El se puso a trabajar y yo me tire en la toalla a leer, de vez en cuando nos buscábamos con la mirada y sonreíamos.


  • Tete, estas aquí.- dijo mi hermano con énfasis.

  • Aquí estoy si.

  • ¿Ya se ha ido tu amigo?.- pregunto mi madre.

  • No esta por aquí trabajando.

  • ¿Donde?

  • Enfrente tuya.

  • Ahhhhh el socorrista, que chico mas guapo.

  • La verdad que si.

  • Quique tiene novio, Quique tiene novio.- cantaba mi hermano.

  • Cállate microbio.

  • Dejadlo ya. Dile si se quiere venir a comer.

  • No se.

  • Si no hoy otro día, pero díselo vale.

  • Vale.


Sin darme cuenta dieron la una, el trabajaba tres hora por la mañana y tres por la tarde.


  • Hola guapo.

  • Hola.

  • ¿Quieres tumbarte?

  • Voy a por mi toalla.

  • Anda túmbate aquí bobo.

  • ¿Y tus padres?

  • Mi padre como siempre en el bar, trabajando y bebiendo, y mi madre esta en el agua con mi hermano.

  • Vale.


Se tumbo a mi lado y me beso en el hombro, los dos boca abajo mirándonos, mirando al infinito y hablando de todo un poco.


  • Antes de que venga mi madre, me ha dicho que vengas a comer.

  • ¿Hoy?

  • O cuando quieras.

  • Que vergüenza.

  • Tu solo.

  • Hoy a las dos tengo que estar en casa, y de cuatro a cinco estoy libre, mañana si puede ser.

  • Si claro. ¿Vives con tus padres?

  • No con mi hermana, mis padres murieron hace cinco años.

  • Lo siento mucho.

  • Gracias, mi hermana es mayor que yo, tiene 24, trabaja en una oficina y no sale hasta las cinco, y hoy me he ido sin dejar la comida por eso lo de irme.

  • Normal, por cierto, ¿Qué edad tienes?

  • 20, ¿tu?

  • 17.

  • Vaya si soy un asalta cunas, jajaja.

  • A finales de agosto cumplo los 18.

  • Ya te queda nada.


Se acerco a mi oreja y me susurro.


  • Tengo ganas de besarte.

  • Y yo a ti.

  • Pero si ya siento presión en la entrepierna como te bese, primero no se si voy a poder parar y segundo que haré un agujero en el césped.

  • Jajaja, con esa polla seguro.

  • Mira quien fue hablar, tu polla me vuelve loco.

  • Y a mi la tuya.

  • Y esos pies...

  • Para...

  • ¿Qué lees?


Cambiamos de tema y seguimos contándonos un poco de todo. Al poco llego mi madre y se lo presente.


  • Me ha comentado Quique lo de la comida, hoy no, pero mañana encantado.

  • Que bien, será estupendo.

  • Puedo hacerle una pregunta.

  • Claro.

  • Esta noche doy una celebración a mi hermana en casa y era por si podía venir Quique.

  • Si no veo por que no.

  • Genial.

  • Pero a dormir vendrás, ¿no?

  • Mama no lo se.

  • Vale vale, tu solo mándame un mensaje y me quedo tranquila.

  • Vale.

  • Me acompañas.


Le acompañe al coche.


  • Lo de esta noche te lo has inventado, ¿verdad?

  • Pues claro.

  • Te como.

  • Había pensado que cuando saliera llevarte a mi barrio para que lo conozcas, tomar algo y luego si quieres subir a casa.....

  • Como sigas cuidándome tanto....

  • ¿Que?


Me acerque a el y le susurre al oído.


  • Te lo voy a devolver con tanto sexo que te voy a dejar seco.

  • Jajaja


Me abrazo y me beso.


  • ¿Te veo a las cuatro?

  • Claro.

  • Hasta luego guapo.

  • Hasta luego.


Eran las cuatro y cuarto cuando me hizo una perdida y baje, me esperaba en el portal, con su bañador rojo, su camiseta de tirantes azul muy claro y sus chanclas negras.


  • Hola.

  • Hola guapo.

  • Que gusto verte.- me dijo mientras se lanzaba a mis brazos y me besaba el cuello.

  • Estas tan guapo....

  • Que bobo...entonces lo de esta noche, ¿te apetece?

  • Claro, ¿por?

  • No se después de haberlo dicho me ha dado por pensar y no quiero que pienses que te quiero llevar a mi casa solo para follar.

  • Yo pensaba que si.

  • Jajaja, no va enserio. Me apetece que vengas pero sin ninguna obligación, yo quiero que vengas, eso esta claro, pero lo que quiero decir....

  • Si no me apetece no subiré, si no me apetece no haré nada, tranquilo, que estas mas nervioso que yo.

  • Si lo reconozco.

  • Puedo preguntarte por que.

  • Ya te conté antes que solo estuve con dos tíos.

  • Si.

  • Bueno pues contigo es diferente.

  • Vale...

  • Nunca había sentido esto.

  • Mírame.

  • Me da vergüenza.

  • Y a mi no te jode, mírame.

  • Hola guapo.

  • Yo siento lo mismo. A la vez que siento como mariposas en mi pecho siento calambres en todo mi cuerpo y …

  • Vaya dos, yo igual, ¿Vamos muy rápido?

  • No lo se por que no lo puedo comparar.

  • Siento ponerme tan intenso.

  • Oye yo quiero estar contigo y tu conmigo, vamos a disfrutar y ya se vera el resto.

  • Vale.


Me beso y me abrazo muy fuerte, sabia lo que se le pasaba por la cabeza, los dos sabíamos que en dos semanas y cuatro días me debía ir, y no iba a ser fácil, lo bueno que no estábamos tan lejos, pero claro no iba a ser igual. Después de un largo e intenso beso fuimos al bar a tomar un helado, a las cinco se fue a su puesto y yo me subí a casa, estaba un poco cansado de piscina, a las siete y media baje ya arreglado y me senté en un banco a observarlo y ha mandarle besos en el aire.


  • Pero que guapo te has puesto, pareces un madrileñito.

  • Lo soy, gracias.

  • Voy a ducharme y me cambio.

  • Vamos.


Entramos en los vestuarios y se desnudo, me miro y se puso debajo de una de las duchas y presiono el botón para que saliera agua, se coloco mirando a la pared mientras el agua recorría su cuerpo y el mientras se masajeaba el culo y se lo abría deliberadamente.


  • Eres malo.

  • Yooo...


Me decía mientras se chupaba un dedo y se lo pasaba por un pezón.


  • Tu lo has querido.


Me desnude y me lance sobre el empotrándolo sobre la pared y sintiendo mi rabo entre sus glúteos.


  • No hacia falta que te metieras....

  • Lo estabas deseando...

  • Un poco si.


Le bese la nuca y le comí una oreja, me acerque aun mas a el y busque su polla, notaba mi rabo subir y bajar y me estaba dando un mini infarto, el levanto las manos y me dejo libre con su rabo, le masturbaba mientras con mi rabo le frotaba toda la raja, en nada gimió y sentí como su leche salía, continué pajeandolo y metiéndola entre sus piernas me corrí, caí sobre su espalda y le di muchos besos sobre ella.


  • Desnudos y juntos es imposible que no nos corramos.

  • Ya, me encanta.

  • Y a mi.


Se dio la vuelta y pulso para el agua, nos besamos mientras el agua caía sobre nuestros cuerpos y nuestras manos acariciaban el cuerpo del otro.


  • Siento que te hayas mojado de nuevo.

  • Por esto no me importa.


Llegamos a su barrio y me comenzó a explicar donde había nacido su madre, su antigua casa, su colegio, el bar de los colegas, etc. Yo lo miraba embobado y disfrutaba de como la gente lo saludaba con una sonrisa de oreja a oreja, de vez en cuando se agarraba a mi y otras me besaba sin parar en el moflete y el hombro, se le veía eufórico, feliz, y yo me sentía embriagado de tanto.


Picamos algo en un bar cerca de su casa y tras varias cervezas y un par de cigarros pago y me pregunto.


  • ¿Quieres subir?

  • Por su puesto que si.

  • Bien...

  • ¿Esta tu hermana?

  • No creo, tiene novio y las noches se suele quedar allí.


No estaba no, era una casa enorme, fue lo único que les dejo sus padres, y la verdad que era una buena herencia, tenia dos plantas y dos jardines, uno por detrás y otro a un lado, la zona era muy tranquila, me gusto.


  • Ponte cómodo, ¿quieres algo?

  • A ti.

  • Uhmm


Si pudierais ver nuestras caras de gilipollas serian para fotografiar y dentro de unos años enseñárnosla, pero también os digo que es tan bonito, tan excitante, tan emocionante, tan carnal y tan ansiado, conectar con alguien sexualmente y a la vez sentimentalmente, bueno os sigo contando que ya desvarió, jajaja.


Me senté en el sofá del salón y observe a mi alrededor, se notaba que había cosas antiguas y a la vez sobre ellas cosas mas modernas, me acerque una fotografía y estaban sus padres el y su hermana en una montaña.


  • Esa foto me encanta.

  • Es muy bonita, tu madre era preciosa.

  • La verdad que si y muy buena.


Deje la foto y al girarme hacia el sus ojos comenzaron a enrojecerse y a brotarle lagrimas, me acerque y lo abrace, lloro y lo soltó, y allí estuvimos abrazados hasta que se calmo un poco.


  • Lo siento.

  • Por ser tu nunca lo sientas.

  • Va a resultar que eres mas adulto que yo.

  • Tal vez, lo de la edad es una tontería.

  • Cierto. Gracias por haber venido.

  • De nada.

  • Eres la primera persona que traigo.

  • Wau.

  • ¿Desacelero?

  • No hace falta, gracias por ser sincero.

  • Me sale solo, no se que me pasa desde que te conocí.

  • Eso es bueno, yo estoy mas simpático con mi madre.

  • Vaya, pues si que....

  • Me enseñas tu cuarto.

  • Ven.


Me dio la mano y se la cogí, subimos y entramos en su cuarto, tenia una cama enorme, una mesa de estudio y hasta un mini sofá, había cuadros y fotografías por todos lados, luces de colores y un ventanal muy grande que daba a una pequeña terraza.


  • Tu habitación es como mi casa.

  • No esta mal no.

  • Es una pasada.


Me tire sobre la cama y le abrí los brazos, se acerco como gacela y me beso, rodamos sobre nuestros cuerpos y en medio segundo ya estábamos desnudos y magreandonos, sentir piel con piel, su miembro rozándose contra el mío fue de las cosas mas bonitas que me habían pasado nunca.


  • Me alegro tanto de que te dieras con el bordillo.- me dijo.

  • Jajaja y yo.

  • Te comería entero.

  • Soy todo tuyo.


Se tumbo boca arriba y estiro los brazos.


  • Voy a comenzar por donde te mire por primera vez e iré subiendo.


Salte fuera de la cama y me coloque enfrente de sus pies, los acaricie un poco con las manos y los bese, lamí cada rincón y saboree cada dedo, el aun con las manos detrás gemía y se agitaba de placer, subí por sus tobillos mientras los besaba y le abrí las piernas, me metí en medio y le acaricie los muslos, eran firmes y duros, le acaricie hasta llegar a la ingle y le roce los testículos, continué subiendo y le bese el vientre, le lamí hasta los pezones donde me quede un buen rato en cada uno de ellos y subiendo por su cuello le bese la mandíbula, las mejillas, los ojos, la nariz y por fin la boca.

Sentí su lengua recorrer el interior de la mía, continué acariciándolo sin tocarle el rabo.


  • Date la vuelta.


Se tumbo boca abajo y volví de nuevo a sus pies, le comí el talón y le lamí la planta, continué subiendo hasta que llegue a su culo, le abrí un poco las piernas y disfrute de las vistas mientras se lo masajeaba, tenia un culo prieto y mas blanco que el resto del cuerpo, un vello súper fino y casi transparente le cubría todo, le abrí las nalgas y acercándome le bese el ano, lo tenia húmedo y con poco pelo, el abrió aun mas las piernas y me lance a comérselo, nunca lo había hecho antes, le lamí desde los huevos hasta la zona lumbar y me metí de lleno a comerle el ano, el gemía de gusto y yo sentía como mi rabo goteaba cada vez mas, con un dedo lo acaricie alrededor y poco a poco lo fui metiendo, lo sacaba y me lo comía, así durante un buen rato. Seguía comiéndoselo cuando el levanto el culo y se puso a cuatro patas, estiro la mano y abriendo el cajón saco un lubricante.


  • Toma ponme un poco.

  • Pero así no.

  • ¿Por?

  • Quiero verte la cara.


Se dio la vuelta y levanto las piernas, su sonrisa me hechizo, me metí de nuevo a comerle el culo y esta vez lo combinaba comiéndole los huevos, después me enganche a su rabo y finalmente me lance sobre sus labios, a la vez que con dos dedos lo penetraba.


  • Me encanta.

  • Tienes un culo....


Cogí el lubricante y le puse un poco, después envolví mi rabo de ese potingue y me coloque preparado para penetrarlo.


  • Tranquilo si me duele te aviso.


Fui muy lentamente sintiendo su esfínter sobre mi polla y sin darme cuenta la tenia toda dentro, me acerque a el y lo bese.


  • ¿Te duele?

  • Un poco, pero tenerte dentro es lo mas bonito que me ha pasado nunca.


Sus ojos se abrillantaron y mientras le besaba le comencé a follar lentamente, sus labios, su lengua, sus manos, su culo, era un todo, yo sentía como su lengua jugaba con la mía y como mi rabo entraba y salia de el, cada embestida era un placer maravilloso, baje por su cuello y le bese, el levanto los brazos y me metí en sus sobacos, los lamí y olí, su olor era embriagador.


Me sentía tan cómodo que no dejaba de disfrutar de cada segundo, no tenia ganas aun de correrme, necesitaba sentirlo a el.


  • Estaría horas así, pero quiero que descanse ese culito y que me folles tu a mi.

  • ¿Estas seguro?

  • Nunca lo he estado tanto.


Aun dentro de el me beso y me acaricio el alma, la saque y me tumbe, levante mis piernas y el me las bajo.


  • Poco a poco.


Me beso y me acaricio el pecho, bajo y se metió mi rabo en la boca de golpe, despareciendo en su boca me la mamo hasta que casi se ahoga y continuo con mi huevos, beso mis piernas y me lamió los pies, se levanto y de pie comenzó a rozar su rabo entre mis pies y hasta le masturbe entre ellos, volvió a bajar y me los comió como esa mañana y volvió a comerme el rabo, me levanto las piernas que sujete y con mi rabo en la boca busco mi ano y lo acaricio, me miro y sonrió.


Nunca me había mirado el ano la verdad, pero según me contó el después lo tenia muy apetecible. Escupió en el y mientras continuaba mamandomela me penetro con un dedo y me dilato, y así hasta que varios dedos me follaban y su boca me lamia la polla. Tras sentir como sus dedos entraban y salían sin sensación de dolor, soltó mi rabo para comérmelo, su lengua en mi culo era gloria bendita, como movía la lengua como absorbía, me intentaba abrir el culo mas y mas, yo estaba que me iba a dar algo.


Note el frio del gel caer sobre mi ano y sentí su polla acariciar con el glande mi agujero.


  • Si te duele paro.

  • Si sigue.


Me la metió tan poco a poco y mirándome con esa cara tan adorable no me entere de si me dolía, solo sentí como entraba en mi y que era la sensación mas excitante que había vivido nunca, se acerco a mi y besándome me agarro las piernas y me lamió los pies.


  • Vaya par de culos tragones, jajaja

  • Ufffff

  • ¿Te gusta?

  • Mucho....


Me tenia con los pies juntos por la planta y mientras me comía un dedo gordo, el que no estaba con la tirita, me follaba. Salió de mi y me volvió a comer el culo, esta vez lo sentía todo aun mas, lo tenia híper sensible, me hizo estirar las piernas y se puso sobre mi.


  • Hueles tan bien, sabes tan bien....


Me agarro el rabo y el poniéndose en cuclillas sobre mi se sentó sobre mi rabo y se dejo caer, pegue un gemido de gusto y me retorcí, ahora el encima de mi llevaba el ritmo, se echo para atrás y me cabalgo, el sudor caía por todo su cuerpo, le acaricie el pecho y el vientre y le agarre el rabo, se lo pajee mientras el continuaba metiéndose y sacándose mi rabo, después se acerco a mi y me beso.


  • Ahora tu, dale fuerte.


Doble mis piernas y lo penetre de un golpe, sus labios rozaron los míos y le comí la boca mientras sentía como mi rabo entraba y salía de el sin problema, acelere mis embestidas y el me mordía el labio inferior, no aguantaba mas, note como me corría dentro de el y sus gemidos y espasmos iban en aumento, note como mi rabo estaba híper sensible y quise sacarla cuando el se sentó sobre ella.


  • Aun no.


Estire las piernas y deje que jugara con mi rabo dentro de su culo, la sensación era indescriptible, se volvió a echar para atrás y tras cabalgarme un buen rato se la saco y tumbándose sobre mi me beso.

Se levanto un poco y guiándole el rabo lo coloque en mi ano, el me levanto las piernas y me penetro, esa vez si que vi las estrellas, no se si fue por que me acababa de correr pero sentí cada centímetro de su rabo entrar dentro de mi, me mordí el labio y deje que continuara.


  • ¿Te duele?

  • No no...

  • Espera.- me dijo mientras la sacaba.

  • No la saques....


Cogió el lubricante y me puso un poco, me beso las piernas mientras con varios dedos me dilataba de nuevo, poco a poco sentí como me molestaba menos, le sonreí y me la volvió a meter, aun me escocia un poco pero nada a lo de antes.


  • ¿Mejor?

  • Si...Ufffff....


Me follo mientras me besaba los pies y las piernas, después se acerco a mi y mientras me besaba y su rabo ya entraba y salía solo de mi culo sin problema, acelero y se corrió dentro de mi tras grandes embestidas y gemidos de placer. Tampoco le deje sacarla, continuo sintiéndome mientras me besaba y seguidamente salió de mi y se tumbo a mi lado.


  • Ha sido...

  • Lo mas....






Nos hicimos uno mientras nuestras bocas se unían en besos.


Al rato nos levantamos y tras ponernos un slip nos sentamos en la terraza a fumar y a tomar algo.


  • Vaya entonces esto es lo que se siente después de follar.

  • Te como.

  • Me gusta, aun siento en el culo como si te tuviera dentro.

  • Y yo.

  • Ha sido muy especial.- le dije mientras le daba un beso en el hombro.

  • Para mi también.

  • Ojala no terminara nunca el verano.

  • Yo en parte, por que estés aquí claro, no quiero que acabe, pero me gusta el invierno.

  • A mi no tanto.

  • Imagina cuando puedas venir y pongamos la chimenea, nos tumbemos en la cama con la manta y una peli.

  • Ese plan me gusta, ¿entonces querrás que venga?


Se levanto y dejo el cigarro encendido sobre el cenicero, se coloco delante miá y poniendo las manos sobre mis piernas me miro y me dijo.


  • Este siempre será tu hogar, no se lo que pasara ni quiero saberlo, solo se que quiero estar contigo, quiero que vengas, quiero ir yo a verte, quiero formar parte y de que tu formes parte de mi vida.


Los ojos se me nublaron y se me llenaron de lagrimas, me acerque a el que estaba igual que yo y lo bese, se sentó encima mio y lloramos mientras nuestras lagrimas se unían a nuestros labios.


Lo se tengo 17 para 18 y el 20, aun somos jóvenes y todas estas experiencias tan intimas y tan intensas pocas veces son duraderas, pero como soy yo quien cuenta la historia continuara así y por una razón.


Esa noche tras abrirnos en canal y continuar explorando nuestros cuerpos caímos rendidos entre lefa y sudor como a las cinco de la mañana, cuando sonó el despertador casi nos da un soponcio, pero tras unos besos y una buena taza de café con tostadas nos duchamos y fuimos a la urbanización.


  • Voy a parar aquí un momento.

  • ¿Para?

  • Si voy a comer con mis suegros por primera vez deberé llevar aunque sea algo de postre.

  • No hace falta.

  • Cuando pruebes lo que voy a comprar lo entenderás.


Y así fue, el mazapán era algo muy típico de la zona y los dulces que compro les encanto a mis padres y hasta a mi hermano, no solo yo me enamore de el sino que toda mi familia también lo hizo.


En una semana mi madre y mi padre ya lo invitaban a venir día si y día también, incluso le dejaron quedarse a dormir, mi hermano que era fan de los videojuegos descubrió en el un compañero ideal, ya que a mi no me gustaban nada, incluso una noche que dejamos que mis padres se fueran ellos solos a cenar y a tomar algo, nos quedamos los tres y yo ya en la cama leyendo y ellos dale que te pego a la videoconsola.


  • Oye chicos son las doce, Jorge a la cama y tu a la mía.

  • Si capitán guapo.- me dijo entre risas.

  • Jo estaba a punto de ganarlo.

  • Mañana mas.


Apagamos todo y nos metimos en la cama.


  • Me encanta tu hermano.

  • Me alegro.

  • ¿Qué te pasa?

  • Nada.


Me hizo cosquillas hasta que me descojonaba de la risa.


  • Que solo me quieres para ti.- me dijo.

  • No es eso.

  • ¿Entonces?

  • Bueno si, un poco.

  • Ahhhhh...- me dijo apuntándome con el dedo.


Le bese y le abrace.


  • Nos vamos en tres días.

  • Lo se.

  • No quiero irme.

  • Ojala parar el tiempo.

  • Ojala.


Nos besamos con lagrimas en los ojos y tras una paja y una mamada sin hacer el menor ruido nos dormimos.


El día anterior de irnos.


  • Mama esta noche me quedo en casa de Lucas, ha pedido la mañana y volveremos para comer juntos y ya nos vamos.

  • ¿Cómo estas?

  • Triste.

  • Lo se, sabes que podrás venir cuando quieras y el venir también.

  • Lo sabemos, pero aun así...

  • No será lo mismo pero puede que sea mejor.

  • Ojala sea así, gracias mama.

  • De nada hijo.


La abrace como creo que hacia tiempo que no lo hacia y los dos lloramos hasta desahogarnos.


Bajaba tarde pero Lucas era de esas personas que no les importa esperar, menos mal.


  • Hola.

  • Hola guapo.


Esperándome en su coche apoyado con esa cara me invadió la tristeza de nuevo.


Me llevo a un sitio que no esperaba, era un jardín enorme lleno de flores donde había preparado la cena y todo.


  • Estas loco.

  • Por ti.

  • ¿Por eso no te has quedado a comer hoy?

  • Exacto.

  • Tortilla de patatas, doritos, y....

  • Tu madre me ha chivado un poco.

  • ¿Hablas con mi madre?

  • Si por whatsapp.

  • No tenia ni idea.

  • Ya lo estoy viendo, ¿te gusta?

  • ¡Gustarme¡.... ¡Me encanta¡

  • ¿De verdad? No quería pecar de cursi.

  • Me gusta lo cursi.


Había comida, bebida, varias velas, una manta enorme y tarta de galletas. Antes de sentarnos lo abrace y lo ame muchísimo, le bese toda la cara y le abrace muy fuerte.


Picoteamos, bebimos, nos reímos y cuando estábamos ya a punto de explotar nos tuvimos que ir, por que el parque donde estábamos cerraba en un rato, recogimos y antes de irnos saco el móvil y lo volvió a guardar.


Fuimos hacia su casa y antes de entrar me pidió que cerrara los ojos. Me dio la mano y me deje llevar, el corazón me iba a mil por hora.


  • Hay tres escalones, bien ahora quédate ahí y cuando yo te diga los abres y no mires porfa.

  • Vale te lo prometo.


Escuche como se movía por la casa y le escuche decírmelo.


  • Ábrelos.

Estábamos en el salón de su casa, había llenado todo de velas, un cartel que se veía hecho a mano decía te voy a echar mucho de menos pero siempre estarás aquí, además el estaba con su bañador rojo y con algo colgando del cuello y algo en las manos.


Me puse a llorar como un niño vino y me abrazo, nunca me habían hecho algo tan bonito, solo deseaba que esto no acabara nunca. Tras dejar de llorar desconsoladamente me beso los ojos y me seco las lagrimas.


  • ¿Qué es esto?

  • Dos cadenas con un amuleto, uno es para ti.


Se quito una y me la puso, el amuleto era una piedra azul turquesa, mi color preferido, lo bese como si no hubiera un mañana y después me dio un paquete, lo abrí con las manos temblorosas y era un marco con una foto de los dos en la piscina.


  • Pero... cuando...

  • Tu madre un día que bajo a buscar a tu hermano nos vio a los dos juntos y nos saco una foto, un día me la envió y me pareció bonito que la tuvieras.


De nuevo vuelta a llorar, esa fotografía era tan especial, estábamos los dos en la toalla tumbados boca abajo mirando hacia la piscina y en el momento en el que capto mi madre la fotografía el me besaba el hombro y yo le besaba la cabeza.


  • Y te has puesto el bañador del trabajo, jajaja, te como.

  • Solo quería que tuvieras una bonita noche.

  • Solo por estar contigo ya lo es, gracias de verdad por todo.

  • Lo he disfrutado.

  • De verdad que...

  • Y yo a ti.

  • Te quiero.

  • Yo también te quiero.


Nos besamos y le baje el bañador, deje que me quitara la camiseta mientras me bajaba los pantalones y el slip y me agache, le comí el rabo, ese rabo, ese rabo que tanto me gusta sentir, en mi boca, en mi culo, junto a mi polla, lo lleve al sofá y continué haciéndole una mamada, le levante las piernas y mientras se la seguía comiendo con el dedo gordo le acaricie el ano, jugué con el hasta que entro solo, baje con la lengua desde su frenillo y saboree ese culo tan increíble, le acaricie todo lo que pude y llegaba desde esa posición y me levante y le golpee con mi rabo en el ojete.


  • Ven siéntate.- me pidió.


Me senté y el se sentó sobre mi, se escupió bien la mano y tras restregárselo por el culo y ensalivar mi rabo se lo fue metiendo, una vez estuvo toda dentro se dejo caer y nos besamos, solo movíamos los labios y las manos, recorrí su pelo con mis dedos, su oreja, su mejilla, sus hombros, el me miro y me beso toda la cara, se levanto un poco y bajando y subiendo le penetre mientes continuamos dándonos besos y caricias.


Varias horas mas tarde.


  • Mañana a esta hora estaré en mi casa.

  • Allí están tus cosas, te apetecerá verlas.

  • Por una parte si, pero una muy pequeña.

  • Vamos hablar y en nada nos vemos.

  • Lo se, perdona por sacar el tema.

  • No tranquilo, si aunque te diga todo eso para mi tampoco va ser fácil.

  • Volver a la rutina.

  • Que mierda.

  • Una gran mierda.

  • Gracias de verdad por todo, me siento tan lleno de lefa, quiero decir de amor....

  • Jajaja, de lefa también, creo que aun me gotea el culo.

  • Uhmm... a ver....


Se giro y me metí a comérselo de nuevo, solo hacia menos de una hora que tras haberme corrido dentro de el, en pocos minutos ya lo tenia dentro de mi, era lo único que queríamos sentir, al otro lo mas dentro posible. De nuevo mi pene se metió dentro de el y al rato el suyo dentro de mi, nuestros anos dilatados ya recibían la polla del otro como si nada, y no solo nos penetrábamos, nos comimos los pies, las manos, los sobacos, todo.


Sobre las seis de la mañana.


  • ¿Puedes dormir?.- le pregunte.

  • No.

  • Hasta las dos que hemos quedado con tus padres podemos dormir un poco.

  • Ya si lo se, díselo a mi cabeza que va por libre.

  • Anda ven.


Se levanto y tras coger dos albornoces me llevo a la terraza, saco marihuana, algo dulce y una infusión para cada uno y así entre calada y calada, mimo a mimo, sorbo a sorbo los ojos se nos cayeron, solo recuerdo que me cogía en brazos y me metía en la cama, me hizo la cucharita y se durmió tras besarme mucho y sentir alguna lagrima caer sobre mi hombro.


Sobre las doce del mediodía.


  • Buenos días guapo.

  • Buenos días, ¿Qué hora es?

  • Las doce.

  • Joder.

  • Vente a tomar algo y nos duchamos.

  • No quiero.

  • ¿Qué quieres?

  • Que me secuestres.

  • Dentro de un mes tal vez, ahora seria un rollo, por que tus padres son tus...

  • Para y bésame.


Bajamos a tomar un café y cogidos de la mano disfrutamos del aire fresco, subimos y nos metimos en la ducha, por supuesto que follamos, era tocarnos y desear tener algo del otro en algún agujero suyo, tras corrernos en la cara del otro, cosa que nos hacia ilusión hacer pero en la ducha, nos enjabonamos bien y el uno froto al otro. Dejamos que el jabón y nuestra tristeza se fuera por el desagüe y nos vestimos sin ninguna gana.


  • Hola chicos, ¿Qué tal la noche?

  • Increíble mama.

  • ¿Le gusto la fotografía?

  • Mucho mucho, gracias.


No se que me pasaba pero solo quería abrazar y decir te quiero a todo el mundo.


Comimos entre risas y anécdotas del verano, tras recoger mis padres bajaron las cosas y a mi hermano y nos dejaron solos.


  • Cierra bien con la llave cariño, quince minutos y nos vamos.- me dijo mi madre.


Allí en esa casa nos volvimos abrazar y nos pusimos a llorar como magdalenas, esa presión en el pecho es la peor sensación que existe, esa melancolía, esa pena, esa rabia.


  • Mírame.- me dijo Lucas.

  • Te quiero mucho.

  • Y yo a ti.

  • En dos semanas nos vemos.

  • ¿Lo prometes?

  • Vamos como si tengo que ir andando.

  • Jajaja.


Nos besamos y nos bajamos los pantalones y los slips.


  • Unos ocho minutos.

  • Suficiente.


Se agacho y me pajeo mientras me la chupaba y en nada me corrí en su boca, le hice lo mismo y terminamos besándonos juntando nuestros rabos aun goteando lefa y con el sabor del rabo del otro en nuestra boca.


  • Te quiero.

  • Te quiero.


Las despedidas son una mierda, igual que las rutinas, pero también necesarias, ahora escribo esto y sonrió, pero en ese momento el corazón me dolía y el estomago me daba vueltas. Llegar a casa fue bueno, reencontrarme con mis amigos y volver a mi barrio me gusto, también fue fácil por que Lucas todo me lo hacia fácil, nos llamábamos unas cuatro veces al día, mas los mensajes y hasta mas de una paja escuchando al otro mientras se masturbaba y gemía.


Como me prometió en dos semanas vino a verme, y para mi cumpleaños volvió a venir.


Los meses pasaron y lo nuestro continuaba, nos prometimos que como máximo sin vernos podían ser tres semanas, pero nunca llegamos a tanto.


Mientras escribo esto miro a mi lado y aquí esta Lucas, acaba de llegar del trabajo y se ha dormido en mi hombro. Habían muchas cosas que me ataban a Madrid pero no las suficientes, me saque un grado superior y encontré trabajo mientras tanto cerca de su pueblo, han pasado mas de dos años desde que nos conocimos y nunca se sabe lo que pasara, por ahora somos jóvenes y somos felices. El me respeta, igual que yo a el y nos damos nuestros espacio.


Cuando llega el verano Lucas se continua poniendo ese bañador rojo y yo se lo sigo bajando y disfrutando de su rabo como el primer día, y el me come ese dedo gordo del pie, que por suerte nunca se me cayo la uña, y nos fundimos en una abrazo con choque de rabos igual que el del día de la despedida.


FIN









PeCtOrAlEs