21.5.22

MiNi rElAtO

 



Me levanté y subí la persiana, la habitación se lleno de sol y mirando hacia la cama tenía su cuerpo desnudo únicamente tapándolo la cara. La bajé un poco y acercándome sigilosamente hacia el pase mi lengua por su cadera. Su gemido me la puso dura y me hizo continuar. Fui hasta su ombligo donde me quedaría a vivir y bajando un poco jugué con su pelo púbico entre mis dedos. Su pene ya erecto y baboso me golpeaba la mano como si estuviera llamándome la atención. Subí la mano hacia mi boca y me lamí su precum, gemí de placer y agarrándome la polla, me la descapulle del todo y escupiéndome en ella disfrute del placer de sobarme el glande. El que me veía como jugaba se puso de lado y dejándome el culo a la vista y abriéndose un cachete me pedía a gritos que se la metiera y se la hubiera metido, pero no quería hacerle daño.

Me acerque a la mesilla y sacando el lubricante me puse bastante por todo el rabo y volviendo a donde estaba pase la punta por su ano. En ese momento gemimos los dos y me dejé llevar por la penetración. Lentamente, iba desapareciendo mi rabo y la sensación de placer iba en aumento. Me apoye sobre sus lumbares y penetrándole hasta lo más profundo, suspire y aguante por no correrme.

Le fui penetrando con calma  disfrutando de cada metida y sacada. Él mordiendo la almohada gritaba mi nombre y el de dios. Yo solo pedía no correrme enseguida porque el gusto que estaba sintiendo no era ni medio normal.

Continúe a mi ritmo hasta que las ganas de soltar lefa me pudieron y preguntándole donde lo quería me dijo que en la boca. La saque rápidamente y poniéndosela en la boca comencé a masturbarme hasta que ríos de semen llenaron su boca y su lengua me lamía hasta los últimos restos. Mi mano con fuerza agarraba una almohada y el placer inundo todo mi cuerpo cuando él deleitándose de mi rabo entre sus labios se quedó un buen rato.



PeCtOrAlEs