. Buenas tardes, -me dijo.
. Buenas tardes, ¿Qué tal?
. Muy a gusto, y ahora sintiendo tu pene contra el mío mejor aún, me encanta.
. Sabes, porque estamos aquí, porque si te pillo en casa y no se lo que te hago.
. Jajaja, ¿tiene solución?
. Si, cuando yo te diga, te levantas, coges tu mochila y tu toalla que es más grande y me sigues, ¿vale?
. Vale, pero...
. Confía en mí.
. Vale...
Levantó la cabeza para mirar alrededor y me beso en la frente, agarro su mochila y se levantó, estuve tentado en mirar a mi alrededor, pero lo evité.
Alcancé mi mochila y le seguí, cerca de donde estábamos estaba lleno de dunas, alguna vez paseando por allí en invierno sí que había paseado por allí con el perro y me había cobijado para leer, pero ahora iba a ser distinto, bajamos un poco la duna al otro extremo de donde estábamos y en un hueco extendí la toalla, se acercó a mí y me abrazó, al rato me miro y me beso con mucha pasión, estaba que me salía humo de la cabeza, le pedí que se tumbara y me tiré sobre el, le comencé a besar, baje a su cuello, su pecho, el abdomen, me quede un rato jugando con su pelo púbico y continué bajando, me encontré con su rabo y sin dudarlo me lo metí de golpe en la boca, se puso a gemir y ha doblarse, continúe mamando, comiéndole los huevos, con la mano libre pellizcándole sus pezones, tenía un rabo increíble y sabroso, no creo que me cansara nunca de mamársela. Me incline hacía el y le bese en los labios, me puse de rodillas junto a su rabo y comencé a pajearnos, casi me da un cortocircuito, tenía ganas de gemir pero no era el sitio mas apropiado, no podía parar de mirar nuestros rabos tan duros y como la piel de cada uno bajaba y subía y en intervalos de segundo nuestros glandes salían a la luz y volvían a esconderse, observe su cara de placer y al mirar al frente veo un tipo de unos 50 años con el rabo cogido con ambas manos y pajeándose mientras nos miraba.
. Oye Raúl mira que hay un tío pajeándose muy cerca nuestro.
. Tranquilo no pasa nada, si intenta acercarse le dices que no y ya está, a lo mejor con vernos así se corre y el feliz.
. ¿Pero esto es normal?
. Normal depende de cómo lo mires, ¿nunca has hecho cruising?
. No, se que va de gente que se encuentra en sitios y folla y esas cosas, no sabía que era esto.
Mire de nuevo nuestros rabos y la lefa salio disparada de ambos a la vez, le salpico la cara una parte del pelo y el pecho, continúe pajeando suavemente y me agache, me la metí en la boca, saboree cada milímetro, sabia a gloria, la solté y me tumbe sobre el, sentí nuestras lefas pegándoseme en el pecho y me encanto, le bese y me recosté en su hombro, oí como el tipo que estaba cerca se corría y al poco se fue, que a gusto se estaba, el me besaba la frente y me hacía caricias por la espalda.
Con pocas ganas nos levantamos, entre la crema solar, la arena y la lefa íbamos hechos unos cuadros, personalmente me moría de vergüenza para cruzar la duna, pero había que ir a la orilla a limpiarse el pringue, reuní fuerzas y para mi suerte se había ido bastante gente, dejamos las cosas en las sombrillas y fuimos a la orilla, el agua estaba helada, suficiente para limpiarse y salirse.
. Se ha quedado buena tarde, -le dije.
. Jajaja, la verdad que sí. ¿te apetece pasear un rato?
. Si, vamos.
Paseamos un rato por la orilla, y nos sentamos a comer algo un poco mas tarde se nos había pasado de largo con tanta empalmada, todo ello entre risas, confidencias y mucho tonteo, no sé si durara o si será cuestión del verano, pero estamos muy a gusto juntos, el tiempo lo dirá, lo que si se es que me gusta la desnudez, ahora voy siempre por casa desnudo y cada vez que voy a la playa, siempre que se pueda es nudista.
5 años después