6 DÍAS PARA IRME
Hoy Isaac trabaja de mañana. Me despido de él y me arreglo para ir al gimnasio del hotel. Tras dos horas dándolo todo no puedo más y me ducho. Desayuno y me voy a dar un paseo por el centro del pueblo. Hay mercadillo y compro varias cosas. Vuelvo al hotel y me pongo el bañador. Bajo a la piscina y me tiro al agua. Nado un rato y al cabo de un rato por allí flotando oigo una voz.
Hola…
Hola, si dime.
¿Eres el amigo de Isaac?
Sonrió.
Sí.
Vamos a hacer una clase de aquagym, ¿te apuntas?
Claro.
Le acompaño a la otra piscina y rodeado de señoras y señores de una avanzada edad nos ponemos hacer ejercicios en el agua. Es mi primera vez y entre el gym de esta mañana y esto me siento capaz de levantar un coche.
Me tiro en una tumbona tras el ejercicio y me quedo mirando a la gente. Pasan las horas y cuando veo que no hay nadie me voy a comer.
. Que aproveche la comida, guapo. Te veo en un rato. Espérame desnudo. Besos. Isaac.
Me tiembla el pulso y me pongo un poco cachondo. Como y me subo a la habitación. Son las dos en una hora y algo llegará Isaac. Me desnudo y me tiro sobre la cama. Cierro los ojos y sin darme cuenta pasa una hora y siento llamar a la puerta.
¿Sí?
Soy yo.
Le abro y corriendo me tiro sobre la cama. Oigo su risa y como se quita la ropa. Aparece desnudo frente a mi más hermoso si se puede. No me dice nada, solo se acerca hacia mí y me besa para después bajar y meterse mi polla en la boca. Me la mama durante un buen rato y después se sienta sobre ella. Me besa mientras siento como me voy abriendo camino en su culo con mi polla dura y baboseada de saliva. Isaac gime mientras se la meto y me muerde el labio inferior. Una vez toda dentro y sentado sobre mí me besa apasionadamente.
¿Qué tal tu mañana?
Ja, ja, ja, bien bien.
La mía hasta ahora no...ahhh
Me gusta sentirte.
Pues no sabes el gusto de sentirte dentro.
Bueno, luego cambiamos.
Por supuesto.
Me besa mientras se levanta para comenzar a cabalgar sobre mí. Siento sus huevos, golpear mi vientre. Agarro su polla y le masturbo al ritmo de sus dejadas caer sobre mí. Suelta mucho precum y lo aprovecho para masturbarlo desde el glande. Grita de placer y poniendo los pies sobre la cama sin sacársela me agarra de los hombros y sube y baja cada vez más rápido. Siento una quemazón en la polla y sin avisar me comienzo a correr desmesuradamente dentro de él. Él no deja de cabalgarme y de gritar de placer al igual que yo. Se echa hacia atrás sin sacársela y se comienza a masturbar. Me escupo en los dedos y le acaricio el glande que sale y se oculta con cada movimiento. De pronto siento un lefazo en la cara y me rio de la impresión. Isaac continúa corriéndose mientras yo me agito de placer dentro de él. Sofocado se viene hacia mí y me besa para después lamer su lefa de mi cara para volver a besarme.
Joder.- le digo sofocado.
Ha sido... increíble.
Tú eres increíble.
No más que tú.
Ja, ja, ja.
Nos besamos. Se levanta y nos ponemos de lado uno frente al otro.
Debí haberte puesto condón.- me dice con cara de preocupación.
La verdad es que sí.
Ayer...
No lo use.
Mierda.
Iré a hacerme las pruebas.
Te importa si cierro un momento los ojos. Y desde ahora con condón.
Para nada y claro.
Le beso en la frente y me acomodo a su lado. Le miro como poco a poco se va relajando hasta que por fin cae dormido. Me quedo obnubilado mirándolo hasta que yo también cierro los ojos y me duermo.
Miro la hora y son las seis. Tengo a Isaac literalmente enganchado a mí como un koala. Me meo y debo escapar. Le muevo la pierna y después el brazo cuando siento su mano acariciarme.
¿Dónde vas?
A mear, no aguanto más.
Mea por mí porfa.
Ja, ja, ja, si pudiera lo haría.
Mea, ahora voy yo.
Vale.
Meo como dos litros y cuando vuelvo a la cama Isaac está levantándose de la cama medio dormido.
Me vuelvo a tumbar y escucho como mea. No sé por qué, pero me pone cachondo. Isaac vuelve a la cama y me ve la polla medio tiesa.
Vayaaaa...- me dice agarrándomela.
Se ha puesto así de escucharte mear.
¿Te molaría que te meara?
No… Solo supongo que me pone el hecho de verte agarrándotela y meando.
Ahhhh... bueno, cada uno tiene sus cosas, a mí me pone oler los slip y los calcetines.
¿Oliste los míos?
Claro.
¿Y?
Me puse muy cerdo. Me masturbé con tu calcetín en la cara, ja, ja, ja.
¿Te molan los pies?
No son los pies en sí, es más el olor que desprenden. También te digo que si huelen a queso no me mola.
Normal.
Isaac suelta mi polla y busca mis pies. Me los acaricia y me los besa.
¿Te comieron los pies?
Creo que sí.
¿Y tu comerlos?
Le miro los pies y son increíblemente bellos.
Los tuyos sí.
Le agarro un pie y me lo llevo a la boca. Él también agarra uno mío y me lo lame. Así con la tontería empezamos y terminamos masturbándonos mientras le comíamos el pie al otro, hasta que terminamos corriéndonos y riéndonos de la situación.
Cenamos y terminamos el día dando un paseo y como no nos perdimos entre los pinos, los dos desnudos entre ellos frotándonos como si fuera la primera vez. Me agacho y me meto su polla en la boca, la beso, la lamo, la huelo y me pone aún más cachondo. Hay poca luz y eso me gusta, sentir como que estamos haciendo algo malo, cuando en realidad así es, pero da igual. Me meto su polla entera en la boca y se la mamo de garganta hasta que siento su cuerpo convulsionar y siento los lefazos en mi paladar, saboreo su semen mientras no dejo de mamársela y el sofocado pudiéndome que pare:
Paro paro.
Gracias...ahhh… Es que está muy sensible…
Lo sé, es cuando más me gusta.
Lo sé.- me dice sonriendo.
Le doy un último lametón y subo para comerle la boca, me pongo de lado y siento su mano como me agarra la polla y me masturba sin dejar de besarme. Gimo entre sus labios y grito al sentir el orgasmo, lleno su mano de lefa que se lleva directamente a la boca para después continuar besándome:
Me encantas… Uhmmm…
Por qué soy un poco cerda, ja, ja, ja.
Por eso y por mil razones más.
Le miro y le beso. Desnudos caminamos un rato hasta que ya no había más remedio que ponerse algo.