24.2.24

RelAtO. IsAaC 6ª parte






6 DÍAS PARA IRME


Hoy Isaac trabaja de mañana. Me despido de él y me arreglo para ir al gimnasio del hotel. Tras dos horas dándolo todo no puedo más y me ducho. Desayuno y me voy a dar un paseo por el centro del pueblo. Hay mercadillo y compro varias cosas. Vuelvo al hotel y me pongo el bañador. Bajo a la piscina y me tiro al agua. Nado un rato y al cabo de un rato por allí flotando oigo una voz.


  • Hola…

  • Hola, si dime.

  • ¿Eres el amigo de Isaac?


Sonrió.


  • Sí.

  • Vamos a hacer una clase de aquagym, ¿te apuntas?

  • Claro.


Le acompaño a la otra piscina y rodeado de señoras y señores de una avanzada edad nos ponemos hacer ejercicios en el agua. Es mi primera vez y entre el gym de esta mañana y esto me siento capaz de levantar un coche.


Me tiro en una tumbona tras el ejercicio y me quedo mirando a la gente. Pasan las horas y cuando veo que no hay nadie me voy a comer.


. Que aproveche la comida, guapo. Te veo en un rato. Espérame desnudo. Besos. Isaac.


Me tiembla el pulso y me pongo un poco cachondo. Como y me subo a la habitación. Son las dos en una hora y algo llegará Isaac. Me desnudo y me tiro sobre la cama. Cierro los ojos y sin darme cuenta pasa una hora y siento llamar a la puerta.


  • ¿Sí?

  • Soy yo.


Le abro y corriendo me tiro sobre la cama. Oigo su risa y como se quita la ropa. Aparece desnudo frente a mi más hermoso si se puede. No me dice nada, solo se acerca hacia mí y me besa para después bajar y meterse mi polla en la boca. Me la mama durante un buen rato y después se sienta sobre ella. Me besa mientras siento como me voy abriendo camino en su culo con mi polla dura y baboseada de saliva. Isaac gime mientras se la meto y me muerde el labio inferior. Una vez toda dentro y sentado sobre mí me besa apasionadamente.


  • ¿Qué tal tu mañana?

  • Ja, ja, ja, bien bien.

  • La mía hasta ahora no...ahhh

  • Me gusta sentirte.

  • Pues no sabes el gusto de sentirte dentro.

  • Bueno, luego cambiamos.

  • Por supuesto.


Me besa mientras se levanta para comenzar a cabalgar sobre mí. Siento sus huevos, golpear mi vientre. Agarro su polla y le masturbo al ritmo de sus dejadas caer sobre mí. Suelta mucho precum y lo aprovecho para masturbarlo desde el glande. Grita de placer y poniendo los pies sobre la cama sin sacársela me agarra de los hombros y sube y baja cada vez más rápido. Siento una quemazón en la polla y sin avisar me comienzo a correr desmesuradamente dentro de él. Él no deja de cabalgarme y de gritar de placer al igual que yo. Se echa hacia atrás sin sacársela y se comienza a masturbar. Me escupo en los dedos y le acaricio el glande que sale y se oculta con cada movimiento. De pronto siento un lefazo en la cara y me rio de la impresión. Isaac continúa corriéndose mientras yo me agito de placer dentro de él. Sofocado se viene hacia mí y me besa para después lamer su lefa de mi cara para volver a besarme.


  • Joder.- le digo sofocado.

  • Ha sido... increíble.

  • Tú eres increíble.

  • No más que tú.

  • Ja, ja, ja.


Nos besamos. Se levanta y nos ponemos de lado uno frente al otro.


  • Debí haberte puesto condón.- me dice con cara de preocupación.

  • La verdad es que sí.

  • Ayer...

  • No lo use.

  • Mierda.

  • Iré a hacerme las pruebas.

  • Te importa si cierro un momento los ojos. Y desde ahora con condón.

  • Para nada y claro.


Le beso en la frente y me acomodo a su lado. Le miro como poco a poco se va relajando hasta que por fin cae dormido. Me quedo obnubilado mirándolo hasta que yo también cierro los ojos y me duermo.


Miro la hora y son las seis. Tengo a Isaac literalmente enganchado a mí como un koala. Me meo y debo escapar. Le muevo la pierna y después el brazo cuando siento su mano acariciarme.


  • ¿Dónde vas?

  • A mear, no aguanto más.

  • Mea por mí porfa.

  • Ja, ja, ja, si pudiera lo haría.

  • Mea, ahora voy yo.

  • Vale.


Meo como dos litros y cuando vuelvo a la cama Isaac está levantándose de la cama medio dormido.

Me vuelvo a tumbar y escucho como mea. No sé por qué, pero me pone cachondo. Isaac vuelve a la cama y me ve la polla medio tiesa.


  • Vayaaaa...- me dice agarrándomela.

  • Se ha puesto así de escucharte mear.

  • ¿Te molaría que te meara?

  • No… Solo supongo que me pone el hecho de verte agarrándotela y meando.

  • Ahhhh... bueno, cada uno tiene sus cosas, a mí me pone oler los slip y los calcetines.

  • ¿Oliste los míos?

  • Claro.

  • ¿Y?

  • Me puse muy cerdo. Me masturbé con tu calcetín en la cara, ja, ja, ja.

  • ¿Te molan los pies?

  • No son los pies en sí, es más el olor que desprenden. También te digo que si huelen a queso no me mola.

  • Normal.


Isaac suelta mi polla y busca mis pies. Me los acaricia y me los besa.


  • ¿Te comieron los pies?

  • Creo que sí.

  • ¿Y tu comerlos?


Le miro los pies y son increíblemente bellos.


  • Los tuyos sí.


Le agarro un pie y me lo llevo a la boca. Él también agarra uno mío y me lo lame. Así con la tontería empezamos y terminamos masturbándonos mientras le comíamos el pie al otro, hasta que terminamos corriéndonos y riéndonos de la situación.


Cenamos y terminamos el día dando un paseo y como no nos perdimos entre los pinos, los dos desnudos entre ellos frotándonos como si fuera la primera vez. Me agacho y me meto su polla en la boca, la beso, la lamo, la huelo y me pone aún más cachondo. Hay poca luz y eso me gusta, sentir como que estamos haciendo algo malo, cuando en realidad así es, pero da igual. Me meto su polla entera en la boca y se la mamo de garganta hasta que siento su cuerpo convulsionar y siento los lefazos en mi paladar, saboreo su semen mientras no dejo de mamársela y el sofocado pudiéndome que pare:


  • Paro paro.

  • Gracias...ahhh… Es que está muy sensible…

  • Lo sé, es cuando más me gusta.

  • Lo sé.- me dice sonriendo.


Le doy un último lametón y subo para comerle la boca, me pongo de lado y siento su mano como me agarra la polla y me masturba sin dejar de besarme. Gimo entre sus labios y grito al sentir el orgasmo, lleno su mano de lefa que se lleva directamente a la boca para después continuar besándome:


  • Me encantas… Uhmmm…

  • Por qué soy un poco cerda, ja, ja, ja.

  • Por eso y por mil razones más.


Le miro y le beso. Desnudos caminamos un rato hasta que ya no había más remedio que ponerse algo.




PiEs

 











PeCtOrAlEs