Tras limpiarme la boca con la mano lo miré. Tenía cara de asustado y excitado a la vez. Eran tan lindo y había soñado tanto con comerle la polla como lo había hecho.
Dios.
Me la volví a menear y me volví a meter su polla en la boca. Sabía que si no me corría yo no lo iba a hacer él por mí. Ya era bastante que estaba aguantando tanto.
Será por qué le gusto pensé. En realidad tiene su sentido, otra cosa no, pero comer pollas se me da de maravilla.
Estoy a punto de correrme sobre el suelo, la polla me late y se me ponen los huevos bien duros. Le mordisqueo el prepucio y noto como me corro. Abro la boca y mientras mi polla expulsa la lefa yo se la vuelvo a mamar.
Rendido de rodillas me suelto la polla y le agarro la suya con ambas manos.
Joder.
Le miro y noto el rubor en sus mejillas. Le suelto la polla y él me da una mano para ayudar a levantarme. La cojo y me pongo muy pegado a él. Casi tocándonos nariz con nariz. Los dos tenemos la respiración acelerada. Rápidamente, le doy un pico y cierro los ojos. Estoy temblando siento como si me fueran a... entonces siento sus labios chocar contra los míos y esta vez se quedan. Me abre la boca y atónito la abro y saboreo su interior. Una de sus manos se pone en mi nuca y acercándose más si se puede me come la boca.
Nuestros cuerpos están muy juntos. Tanto nuestras pollas como nuestros labios no se separan.
Sofocados gemimos en la boca del otro hasta que él deja de besarme. Me coge la cara con ambas manos y suspira.
- No pensé que esto me...
No termina la frase, se sube los slip y el pantalón y sale corriendo. Yo allí perplejo y medio en bolas no sé qué hacer.
Dejo pasar un tiempo moderado y salgo del aula. Miro ambos lados y no veo a nadie. Recojo y salgo por la puerta principal y estaba llegando al metro cuando me lo encuentro sentado en un banco. Me mira sonrojado y me sonríe.
Allí mismo me derrito.
Me siento junto a él y lo observo. Está sentado cerca, pero poco a poco se va acercando más. Me agarra una mano y deja caer su cabeza sobre mi hombro.
- No pensé que esto me gustara.
- Me lo imagino.
- Tú y yo.
- Sí.
- Vamos a ser... felices.
- Lo intentaremos con todas nuestras fuerzas.
Me aprieta fuerte la mano y ladeando la cabeza busca mi boca y nos besamos.
Y así es como dos críos se enamoran cuando antes habían sido enemigos.
FIN
