ArtE gRaFiCo HoMOSexUAL

 

Con PREPucio

 

ReLaTo. PaPa y yO, 4ªparte.

 

• Hola.

• Hola, hijo.

• ¿Qué hora es?

• Me da igual, estoy de vacaciones.

• Cierto.

Se acerca a mí apoyando su cabeza en mi pecho; le acaricio la espalda mientras él me acaricia el abdomen.

• Papa.

• Dime.

• ¿Duele?

• ¿Por el culo?

• Sí.

• Pues depende, del pene, de lo dilatado que estés, de lo limpio y al principio siempre duele; piensa que no es un agujero de entrada, sino de salida.

• Tu pene dolerá.

• Es gordo, tal vez un poco, pero no es necesario, ¿lo sabes?

• —Lo sé —me dice mirándome sonriente. Lo de dilatar, ¿cómo va?

• Pues cada uno dilata de diferente manera; yo, por ejemplo, dilato muy rápido. Eso quiere decir que, meta lo que me meta, al cabo de unos segundos mi ano se acostumbra y entra mejor.

• Ahhh, ¿limpio?

• Sí y no por fuera solo.

• ¿Cómo?

• Luego te lo enseño mejor.

• Vale, por cierto, con lo que me has hecho antes, creo que dilaté bastante.

• —Ya lo creo, casi te meto tres dedos; dos los aguantaste muy bien —le digo dándole un beso en la frente.

• Me gustó besarte.

• Y a mí.

• Nunca había besado a nadie.

• —Un día repleto de cosas nuevas —le digo acercándome a su boca para comérsela.

Se recoloca poniéndose sobre mí y deja caer su peso encima de mí, me acaricia la cara y pasa un dedo por mis labios para después besármelos; siento su polla y la mía palpitar entre nosotros.

• Algún día volverás loco a un chico.

• ¿Tú crees?

• Vamos, que sí lo creo, date tiempo.

• Tiempo tengo y experiencia creo que voy a tener.

• No sabes cuánta.

• Tengo un buen maestro.

• —Así es —le digo apretando con ambas manos su culo.

• ¿Qué es lo que más te gusta de mí?

• ¿Interior o físicamente?

• Ambas.

• Pues... interiormente eres un chico inteligente, amable, respetuoso, empático, sonriente y físicamente solo puedo decir que para mí eres perfecto.

• Joder, papá.

Mete su cara en mi cuello y me da besos en él mientras me abraza; yo también lo abrazo a él y así los dos nos quedamos un buen rato, solo él y yo.

Continuamos hablando y besándonos, sobre todo besándonos; resulta que le flipa besar y a mí es lo que más me gusta. Eso sí, los dos andábamos empalmados cada medio segundo, aunque no teníamos problema en masturbar al otro mientras le comía la boca y viceversa. Más de una vez nos corrimos y seguimos besándonos. Ya serían más de las diez de la noche, suponía, porque era de noche, y nuestros estómagos comenzaron a rugir. Nos duchamos y nos fuimos a cenar fuera. Terminamos en un italiano donde todo estaba buenísimo, nos reímos, nos reímos mucho. Después de un paseo y para casa, nada más entrar nos desnudamos, fuimos a lavarnos los dientes, hacer un pis y a la cama, nuestra al parecer desde esa tarde y feliz que estaba de ello. Nos besamos de nuevo mucho y una paja le cayó a cada uno; ya reventados, caímos rendidos. Mañana más, pensé.