UnCuT

 

ReLaTo. YAN. 6ª parte

 

DOMINGO

Me levanto temprano y aproveché para irme a correr. Durante dos horas estuve dándole vueltas a la cabeza, si lo de ayer estuvo bien. Sé que me he metido yo sólito, pero también he metido a Luis y no sé cómo puede acabar esto. Miro el móvil y tengo ya recorridos unos 10 kilómetros. Me pongo a estirar mirando al mar cuando me suena el móvil.

• Hola amor, ¿por dónde andas?

• Me fui a correr.

• ¿Estás bien?

• Bueno...

• Vienes a casa y hablamos.

• Voy. ¿Yan se fue?

• No está aquí a mi lado esperándote.

• Vale, cojo algo para desayunar y voy.

• Perfecto, hasta ahora amor.

• Un beso.

Están los dos en la cama, ¿estarán follando, habrán follado? Subo el volumen de la música al tope y voy hacia la parada de bus. En una media hora estoy subiendo a casa.

• Hola.

• Hola amor.

Aparece Luis vestido y por detrás Yan también vestido. Luis me da un beso y después Yan. Estoy a punto de sufrir un ictus.

• ¿desayunamos?

• Siii.- me dicen los dos felices.

Salimos a la terraza y tras montarlo todo desayunamos en paz y armonía. Nada raro.

• Soy el único que aún está en shock por lo de ayer.

• Uhmmm, sí.- me dice Luis, sonriente.

• ¿estás bien?.- me pregunta Yan.

• Pues no, no estoy bien.

Me levanto y me pongo a dar vueltas alrededor de la mesa y de ellos.

• Tengo una relación estable desde hace mucho tiempo contigo.- señalo a Luis.

• Parece que tengo otra relación contigo, desde hace menos.- señalo a Yan.

• Lo de ayer fue increíble, pero no sé si juntar a mis dos personas favoritas en este momento es una buena idea. Por qué no quiero perderos a ninguno y sí...

• Puedes sentarte, me estás mareando.- me pide Luis.

• Si perdona.

• Sé que lo de ayer no entraba en los planes de ninguno. Tenía ganas de conocer a Yan hacía tiempo, pero no sabía que lo iba a conocer tan bien y además llevarme tan bien con él.

Se acerca a Yan y le da un pico.

• ¿Ahora que somos entonces?

• Pues... tú y yo, y Yan.

• ¿Un trío?

• Si amor somos tres, pero esto no significa que cambie nada Rafa. Tú seguirás aquí conmigo y cuando a Yan le apetezca venir siempre será bienvenido. Tú quedarás con el cómo hasta ahora y ya se verá con el tiempo.

Se acerca a mí y me besa. Después se pone a mi lado y me abraza fuerte.

• Rafa. Luis y yo estuvimos hablando esta mañana y nos gustas tal y como eres. Luis me gusta, pero no tengo con él lo que tengo contigo. No me importa follar con los dos, lo de ayer fue increíble.

Yan se acerca y poniéndose de rodillas se acerca a mí y me besa.

• No quiero perderos a ninguno.

Los dos me abrazan y rompo a llorar. Ellos también lloran de verme así.

Por fin termina el drama y tras recoger nos fuimos a dar un paseo los tres.

Los llevé a mi sitio favorito, el puerto, y terminamos comiéndonos una paella increíble. Paseamos y fuimos a por una buena horchata y después Yan se fue y nos quedamos Luis y yo.

• ¿estás mejor?

• Sí, gracias.

• De nada, para eso estamos.

• Te quiero mucho.

• Y yo a ti.

• ¿De verdad que lo de Yan no te importa?

• Para nada.

• ¿A que en la cama es increíble?

• La verdad que sí. Cuando le comí el culo creí estar en una película porno. Porque tiene ese cuerpazo, ese culazo y su polla no es muy grande, pero... joder. Además, es cariñoso y muy agradable.

• Sí que lo es, creo que lo quiero también.

• Y eso es bueno.

• ¿Tú crees?

• Joder, eres un afortunado. Estas con un tío que llevas ya ni se sabe, que es increíble como persona, en la cama y por no decir en todo, ja, ja, ja.

• Ja, ja, ja. Te amo.

• Y yo a ti.

CUATRO MESES DESPUÉS

Salgo de trabajar y voy directo al aeropuerto, Yan lleva dos semanas fuera y me muero por verlo.

Enseguida sale con su maleta roja y dejándola a un lado, viene hacia mí corriendo y me abraza con fuerza para después besarme.

• Tenía tantas ganas de verte.- me dice dándome besos muy seguidos en la mejilla.

• Y yo a ti.

Continuamos abrazados hasta que nos separamos y agarrando su maleta nos vamos.

• ¿Qué tal Luis?

• Bien, también tiene ganas de verte.

• Lo sé, ayer hablé con él.

• ¿A si?

• Sí, me pregunto que tal estaba y estuvimos un rato charlando.

• No sabía que tenías una relación tan estrecha.

• ¿Estás celoso?

• Para nada.

Me hace cosquillas y no puedo parar de reírme.

Entramos en la habitación del hotel y en medio minuto estamos los dos desnudos sobre la cama. Los besos y las caricias corren por nuestros cuerpos desnudos. Hacemos un setenta y nueve con un pie del otro en la boca y con una mano masturbándonos. Nos corremos casi a la vez y agitados nos buscamos para terminar abrazados.

• No te vayas tanto tiempo.- le digo poniendo pucheros.

• Esta será la última vez, te lo prometo.

Me besa apasionadamente y me derrito en sus brazos.