29.7.23

Relato. Mi MeS dE vAcAcIoNeS 4ª parte

 



DÍA 5


  • Buenos días.

  • Buenos días.

  • Te ha estado vibrando el móvil bastante.

  • Será mi madre, ¿qué hora es?

  • Las 10.

  • Me voy.


Se levanta de la cama no sin antes venir y darme un beso.


  • Lo de anoche fue...- me dice entre risas.

  • Increíble.

  • ¿Quieres mi número?

  • Claro.

  • ¿Cuál era tu nombre?

  • Ricardo.

  • Jorge.


Me lo da y le hago una perdida.


  • Me voy, vamos hablando.

  • Claro, feliz día.

  • Igualmente.


Se va y me levanto tras él para ir al aseo, me meo cosa mala. Orino como cinco minutos sin parar y tras sacudírmela me vuelvo a la cama. Huele a sexo, me gusta. Me pongo el antifaz y cierro los ojos.


Me despierto casi a las cuatro de la tarde. Recojo la ropa de la cama y pongo la lavadora. Me hago algo de comer y me tiro al sofá a ver una serie. Me vuelvo a dormir.

Me despierto sobre las seis y mirando el móvil veo varios mensajes.


_ HÉCTOR. Hola, estoy deseando salir de aquí, menudo día. Para mañana había pensado llevarte al interior a una zona de río y pozas. Está un poco lejos, pero merece la pena por la tranquilidad. Si te hace paso a por ti sobre las nueve. Yo llevo bebida y comida. No te pregunto que tal por qué me vas a dar una envidia no muy sana, ja, ja, ja. Un beso.


Le contesto:


_ Jajajá están siendo los peores días de mi vida. Genial lo de mañana. Me sabe mal que lleves tu todo, algo llevaré. Ánimo que te queda poco. Un beso, te veo a las nueve.


_ HÉCTOR. Como me alegra, ja, ja, ja. Que bien y no seas tonto, no lleves nada. Gracias y hasta mañana. Un beso.


_ JORGE. Hola. Mi madre quiere ir esta noche a una sesión de cine en la playa, le tuve que contar que conocí a alguien y que por eso llegue tan tarde. Me gustaría que te vinieras con nosotros. Si me dices que no lo entenderé, pero a mi madre le hace ilusión conocerte. Un abrazo.


Releo el mensaje varias veces y al final después de varios minutos contesto.


_ Me apetece conocer a tu madre. Con la condición de que os invite a cenar algo. Dime que número sois y paso a buscaros sobre las 20 h?.


_ JORGE. Ja, ja, ja no sabes lo que dices. Me parece perfecto. Número 21 alado del parking exterior. Un abrazo.


Dejo el móvil y miro la hora, son casi las siete. Me levanto y tiendo la lavadora. Me ducho y cambio las sabanas. Me visto y me preparo para irme cuando salgo de casa son menos cinco.


La madre de Jorge, un verdadero encanto, se nota que está buscando compañero para su hijo. Me dicen que son de Toledo y que está muy cerca de Madrid. Me rio, lo que me faltaba ahora sería una relación a distancia. Cenamos de lo más a gusto en un bar y después nos tiramos en la playa a ver una película típica veraniega más mala que un dolor de muelas. La madre estuvo toda la película descojonada y Jorge y yo mirándonos riéndonos a lo bajini. Dejamos a su madre en casa y Jorge me acompaña.


  • Bueno, ya estás en casa. Perdona por todo lo que te ha dicho mi madre.

  • Tranquilo, el amor de madre es así. Mi madre es igual.

  • Me consuela, ja, ja, ja. Mañana tienes plan.

  • Si conocí a un chaval en una playa y me quiere llevar por el interior a una zona de ríos y pozas.

  • Que bien suena.

  • La verdad que sí. ¿Quieres entrar?

  • No gracias, que tendrás que estar descansado para mañana.

  • La verdad es que no y me gustaría que entraras.

  • Con el otro chico también...

  • Lo estoy conociendo si, él es de aquí.

  • Bueno, yo estaré más cerca el resto del año.

  • Esto no es ninguna competición, ¿lo sabes?

  • Perdona de verdad, no sé lo que me pasa. Cuando sé que están con otros me vuelvo de lo más celoso. De verdad que lo siento.

  • Estamos de vacaciones y de verdad que me ha gustado encontrarte, pero también a Héctor, te caería genial.

  • Aún sigue en pie la oferta de entrar.

  • Por supuesto.


Varios minutos después estoy en el salón sobre la encimera de la cocina mientras Jorge me embiste con fuerza. Sus labios recorren mis pies y mi polla está a punto de explotar.


  • Me molan mucho tus pies, nunca me había pasado con nadie.

  • Todo tuyos, Ahhhh... Ohh... joder Siiii...


Sus penetraciones son muy profundas y me hacen poner los ojos en blanco. Jorge me agarra de los pies y viene hacia mí abriéndome de piernas sin dejar de penetrarme. Me besa como solo él sabe y me hace la cabeza estallar.


Continuamos en esta posición hasta que Jorge acelera y me deja el culo como un bebedero de patos y sacándose el condón me riega con su lefa por todo mi cuerpo. Me agarra para incorporarme y llevándome hacia él, me besa y me da un gran abrazo sudoroso. Nuestra respiración está muy agitada y aun así con ganas de más. Le como el cuello y alejándose un poco bajo de la encimera. Jorge se acerca a la mesa baja del salón y levanta una pierna para apoyarla en ella. Se agacha con la parte inferior del cuerpo y me ofrece su maravilloso culo.


Me lanzo de cabeza literalmente a comérselo hasta que no puedo más y poniéndome un condón, se la meto de una. Pega un chillido y del susto la saco.


  • ¿Estás bien? Perdona de verdad...no...

  • No, no solo ha sido la impresión, no me dolió ni nada, métela por favor.

  • Vale qué susto joder.

  • Lo siento... lo siento... ahhhh...


Se la meto esta vez un poco más despacio y comienzo a follármelo con dureza. Busco sus pezones y se los retuerzo, eso le hace aullar como un lobo en noche de luna llena. Acaricio su espalda y después me agarro con firmeza a sus caderas. Miro como entra y sale mi polla de ese culazo. Le doy varios cachetes en las nalgas y noto como en breve me voy a correr. Acelero y le embisto con tanta fuerza que casi se cae de la mesa. La saco y quitándome el condón, me la agarro y comienzo a masturbarme hasta que comienza a salir lefa y le lleno la espalda de ella. Agotado me agacho y comienzo a comerle el culo y a saborear la lefa que va cayéndole por la raja del culo. Me aparto un poco y Jorge dándose la vuelta se sienta en la mesa y me mira.


  • Tenías ganas de darme, ja, ja, ja.

  • ¿He sido... muy brusco...?

  • Para nada, ven aquí.


Arrodillado, voy a sus brazos y me quedo allí mientras siento sus besos por mi cabeza. Nos duchamos y bajamos de nuevo.


  • Me voy.

  • Yaaaa...

  • Son la una.

  • ¿Y?

  • Mañana tienes plan.

  • Hasta las nueve nada, hoy descanse mucho. ¿Peta y piscina?

  • Nos lo fumamos y cada uno a su casa.

  • Prometido.


Ya lo tenía hecho. Salimos con una toalla, él peta y las llaves. Llegamos y desnudándonos nos metemos en el agua. Nadamos, nos besamos, nos abrazamos, nos besamos más y más hasta que salimos y fumándonos él peta, nos relajamos.


Nos hemos vuelto a empalmar, pero ninguno se ve con la intención de nada más. Nos vestimos y cada uno se va a su casa tras varios besos.





En BlancO y Negro