SERGIO E IÑAKI
20 de Marzo de 2020
Mi madre salía de la cocina tras tomarse su pastilla para dormir y se iba a su cuarto ya. Tenia miedo de lo que iba hacer pero o lo hacia o no podía seguir ni una semana mas sin verlo.
Espere media hora y acercándome a su puerta escuche a mi madre roncar a pierna suelta. Abrí la puerta de casa con sumo cuidado, pues chirriaba que daba gusto, y baje las escaleras sin encender la luz. Cuando llegue al portal le envié un mensaje y salí a la calle. Hacia frio, llevaba una sudadera negra con capucha, pantalón y botas negras. Iñaki vivía a dos manzanas de mi casa, gire y tire por debajo de las cornisas deseando que no hubiera nadie que diera el grito de alarma y que no pasara la policía. El sudor frio recorría mi cuerpo, sentía que estaba a punto de una tiritona y acelere. Llegue al portal y allí estaba al otro lado. Me abrió y me lance a sus brazos. Me beso por toda la cara y me abrazo mientras me daba calor frotando sobre mi espalda.
Estas helado...
No....solo un poco....
Estas loco....
Por ti, no aguantaba no verte.
Ni yo cariño.
Nos besamos pegados a un lado del portal y disfrutamos del sabor del otro.
¡Pero como se puede ser tan gilipollas¡
¡Mama¡
No la habíamos oído y tampoco había encendido la luz hasta que estuvo cerca nuestro.
Se puede saber panda de anormales que estáis haciendo.
¿Mamaaaa por que has encendido la luz?
Tu a tu casa y tu sube que te vas a enterar.
Se apago la luz y cuando estaba abriéndome la puerta para salir la luz de la sirena de la policía apareció de fondo.
¡Mierda¡ Subir ahora mismo a casa.
Subimos escopeteados y cerro la puerta con cautela.
Ahora mismo dame el numero de tu casa.
Mi madre no lo cogerá.
Probemos.
Le di el numero y llamo, lo dejo sonar como veinte veces y nada.
Pero en que estabais pensando de verdad, Iñaki a tu cuarto y tu al salón.
¡Mama¡
Ni mama ni ostias.
Con su madre en medio ni me toco, fui al salón y me senté en el sofá.
Ahora te traeré ropa para el sofá.
Sandra por favor, déjeme dormir con el.
Después de lo que habéis echo te crees en...
No.
Me puse a llorar y antes de que me diera cuenta Iñaki apareció por la puerta.
Vamos ven.
Su madre me miro y dándose la vuelta se metió en su cuarto. Iñaki y yo entramos en la suya y nos tiramos en la cama.
Dame tu móvil.
¿Para que?
Dámelo por favor.
Toma.
Hola Eva soy Iñaki, esta noche hemos hecho una estupidez y cuando Sergio iba a volver a casa justo a pasado la policía y mi madre nos ha hecho subir. Sergio esta bien. Mañana llámalo y habláis. Un abrazo.
Dejo mi móvil en la mesilla y se tiro sobre mi.
La hemos liado muy parda.
Lo se, solo queríamos vernos un momento.
Ya pero...
Vaya mierda.
Bueno ahora estas aquí.
Si y con tu madre con la oreja puesta.
Bueno hemos follado en las duchas del gimnasio y nadie se ha enterado.
También es verdad, jajaja
Iñaki tiene 20 años y yo 21, nos conocimos en el gimnasio en una clase de abdominales hará como dos años. Tras varias semanas mirándonos el se atrevió a decirme hola y al día siguiente quedamos para ir juntos al gimnasio. Antes de salir ese día del gimnasio en las duchas ya estábamos liándonos.
¿Recuerdas la primera vez?.
Como para olvidarla.
Entramos juntos y nos cambiamos. Yo ya le había mirado en el vestuario muy mucho, su culo respingón y su tableta me tenia loco a pajas.
Entramos e hicimos algo de cardio, pesas y estiramientos. Ya en el vestuario nos desnudamos y cogiendo únicamente la toalla y el gel nos fuimos a las duchas. Gracias que eran como cabinas, no dudamos en meternos en una, puesto que ya entramos con el rabo medio morcillón. Soltamos el gel y dejamos las toallas donde pudimos y tras cerrar nos abrazamos y comenzamos a besarnos con ansia. Nuestros rabos ya como un mástil golpeaban al del otro. No lo dude, me agache y me la comí entera. Llevaba meses viéndola en reposo pasar frente mi y ahora así dura y descapullada en mi boca era gloria bendita. Se la mame intentando hacer el menor ruido posible, pues por detrás se escuchaba todo. Me levante y tras un pico se agacho y me la chupo. Y como la chupaba, me tuve que tapar la boca con las manos para no gritar de gusto. Le agarre para que se levantara y entre risas nos besamos. Agarre su polla y la pajee, el hizo lo mismo hasta que mientras nos comíamos la boca y descargábamos un grito en la garganta del otro nos corrimos.
Fue bestial.
Bestial tu mamada que casi pego una voz.
Jajaja es verdad.
Metió la mano por mi pantalón y busco mi paquete.
En dos semanas hace dos años.
Dos años, madre mía.
Te quiero bebe.
Yo también te quiero mucho.
Me baje el pantalón y el slip e Iñaki me la mamo como la primera vez.
Tras terminar desnudos puse lubricante en su culo y se la metí lo mas despacio que pude. Ya tenia ese culo mas que dilatado, mi polla se conocía el trayecto y cada día le gustaba mas. Tanto el como yo somos muy viciosos y no hay nada que no nos mole probar. Bueno si el dolor y el que te metan un puño por el culo.
Iñaki estaba tumbado boca abajo y yo sobre el follándomelo muy poco a poco. Follar e intentar no hacer ruido comprenderán y si lo han echo me entenderán, es jodidamente difícil. Iñaki tenia la cabeza metida en la almohada y yo me mordía el labio sin parar. Notar como mi rabo entraba y salía de el era de las cosas que mas me gustaba de estar vivo. Estuve un buen rato hasta que le pedí que se volteara.
Agárralas y nos corremos juntos.
Genial.
Juntamos los rabos y tras pajearlas conjuntamente sentimos como nuestras pollas soltaban lefa sin parar y nuestras bocas se unían para no gritar.
Cada vez te sabe mejor la lefa.- le dije cogiendo de sus dedos.
Es mixta, jajaja.
La mañana siguiente.
¿Si?
Sergio se puede saber como has sido capaz de....
Aleje el móvil y mire a Iñaki durmiendo.
Mama mama, para mama.
Que pare, pero tu sabes la de gente que se esta muriendo y tu por ahí...
Lo se mama, lo siento.
Ya te digo yo que lo vas a sentir.
Son las siete de la mañana, cuando se levanten todos me visto y cojo una bolsa con algo y voy a casa.
Ni se te ocurra no venir.
Mama iré tranquila.
Hijo de verdad que solo quiero que no te pase nada.
Lo se mama, lo siento de nuevo.
Ven a casa por favor.
Colgué, Iñaki estaba mirándome con cara de dormido y preocupado.
¿Mal?
Si.
Es normal, la mía es un gatito comparada con la tuya.
Ya, jajaja.
Intenta dormir un poco.
No puedo...
¿Quieres que...?
Si me gustaría que me follaras y poder gritar a pleno pulmón.
Ven aquí anda.
Estaba cabreado, conmigo y con el puto virus. Me consoló y me beso por todas partes. A los pocos minutos estaba follandome y comiéndome los pies, mientras yo me ponía la almohada en la cara y disfrutaba de ese rabo tocándome las entrañas.
¿Mejor?.- me pregunto.
Siempre que me follas, me comes los pies y te corres dentro estaré mejor.
Jajaja, anda apóyate aquí y disfrutemos que nos queda poco.
Y así fue, hasta casi un mes y medio después no volvimos a estar así. Nos veíamos en el súper y poco mas. Las video llamadas y los mensajes fueron lo único que nos salvaron, y esa escapada, que aunque sabemos todos que no estuvo bien, nos dio aire para poder seguir encerrados y vivir la peor situación jamás vivida.