12.10.21

SeSiOn PaRa CaIdA dE BaBa....
















 

ReLaTo. AutoFelación




  De vez en cuando tengo la habilidad y la agilidad muscular de poder realizarme una felación yo mismo, durante muchos años lo intenté de muchas maneras, pero únicamente era capaz de meterme en la boca mi glande, al cabo de los años y gracias al yoga conseguí meterme más de la mitad, he de reconocer que no es una postura cómoda.

La sensación de sentir tu propia leche y sentirla escupir en la boca, poder relamer hasta la última gota, a mí me merecía la pena. 


Ese día no tenía clase y me encontraba en mi habitación sobre la cama desnudo y leyendo algo en el portátil, mientras me manoseaba el rabo, al cabo de unos minutos me babeaba y decidí tumbarme y echando las piernas hacia atrás conseguí metérmela en la boca, me la mame durante un buen rato, mientras con las manos me hacía un dedo por el ano, estaba muy cerdo ese día, estire las piernas y apoye los pies en la pared, coloque mi rabo sobre mi cara y descargue toda la lefa sobre ella, me relamí los labios y extendí toda ella por mi cara y por mi cuerpo hasta llegar a mi rabo donde me sobe todo lo posible. Comiéndome la polla de nuevo descargue otros seis chorros de lefa en mi boca, bese y lamí cada centímetro de mi rabo, exhausto deje las piernas caer a un lado y me dormí. 


Debí dormir como cuatro horas, me desperté y retoce un rato en la cama, tenía hambre, mire por si había venido mi compañero de piso y salí, me prepare un sándwich y me volví a encerrar en mi cuarto, devoré y me puse con el ordenador a terminar un proyecto que tenía pendiente. 


. Rubén, ¿estás? 

. Hola, Jordi, si aquí estoy.

. ¿Puedo? 

. Claro pasa.

. ¡¡¡Cabrón avisa de que estas en pelotas¡¡! 

. Ya sabes que siempre voy en pelotas, no sé de qué te sigues asustando. 

. Tienes razón, al final terminaré también en bolas. 

. No te creo.


Llevamos más de dos años compartiendo apartamento, los primeros meses coincidíamos en el salón o la cocina y poco más, un día decidimos quedar para tomar algo y nos hicimos íntimos, yo desde el primer momento le expliqué mi pasión por el nudismo y mi creencia en no llevar ropa, a él le pareció respetable, pero me pidió que intentara que en los espacios comunes llevara ropa, acepte. 


No era la primera vez que intentaba que se desnudara delante de mí, o que me acompañara a la playa, nunca había surtido efecto. 


Se tiro sobre mi cama y se tumbó mirando al techo, me comenzó a contar el día que había tenido, que si un profesor era infumable, que si un compañero le había dado unos apuntes muy guay, etc. 


. Joder tío aquí huele a polla un montón.

. Estas sobre mi cama y hace un rato me he hecho una mamada y una paja.

. Sigo sin creer que te la mames tú solo.

. Cuestión de práctica y flexibilidad.

. Ya.

. ¿No me crees? 

. Si, claro.


Me di la vuelta en la silla hacia él. 


. ¿Si ves que es verdad te juegas ir en bolas conmigo por la casa? 

. Joder sí que apuestas alto, sabes que me cuesta, además te lo estaba diciendo en broma. 

. ¿Si o no? 

. Vale.


Se levantó de la cama y se sentó donde yo estaba, me tumbe y coloque las piernas apoyadas en la pared. 


. Primero tengo que empalmarme.

. Me imagino.


Me daba cien patadas que no confiara en mí, y allí estaba en pelotas delante de él, masturbándome y él con los ojos como platos mirándome. 


. ¿Te gusta lo que ves? 


. Sabes perfectamente que me encanta tu cuerpo, tu polla, tu culo, tu cara y todo lo demás, y que hace más o menos un año que estuvimos a punto de liarnos en la fiesta de Cris, nos arrepentimos y dijimos que era más importante nuestra relación que el sexo. 

. Lo recuerdo, pero me vendría bien verte hacerte una paja. 

. Lo tuyo no tiene límites, ya puestos te como el culo. 

. No me importaría. 

. Ya.

 

Seguí masturbándome mientras él se decidía, no tardo mucho, el rabo se le comenzó a poner muy duro y necesitaba salir, se bajó el pantalón de chándal y los calzoncillos y escupiéndose en la mano, se masturbó.


. Gracias.- le dije.


Gire la cabeza hacia él y lo vi pajeándose  la polla me palpito, estire mis piernas hacia atrás y me la metí en la boca. 


. ¡¡Qué cabrón eres¡! 


Me dispuse a correrme y con varias sacudidas la leche broto de mi rabo cayendo sobre la cama y sobre mi cara, oí un gemido y girando la cabeza comprobé que él también se estaba corriendo. 

Me quede sobre la cama con la polla en la mano mientras le miraba, él me miraba el rabo y subía y bajaba lentamente su prepucio. 


. Esto ha sido surrealista. 

. ¿Te ha gustado? 

. No voy a negar lo evidente, tengo lefa hasta en el pelo. 

. ¿Crees que yo podría? 

. Claro.

. Voy a ducharme y a quedarme en bolas, un trato es un trato.

 

Se levantó, se agachó y me beso.


. Te sabe muy bien la lefa.

 

Cogiéndose el rabo rebaño lefa y me la coloco en los labios.

 

. Ahora ya sabrás a qué me sabe. 

Me lamí los labios y saboreé.


. Deliciosa.


Cerré los ojos y me volví a dormir. 

Serían las ocho de la tarde cuando abrí los ojos y me levanté, fui al salón y allí estaba Jordi, sentado en la mesa del salón con el portátil y desnudo. 


. Hola. 

. Menuda siesta. 

. Ya, tanta paja me deja agotado. 

. Te creo. 

. Voy a darme un baño a ver si me espabilo. 

. Vale.

 

Puse el tapón de la bañera y la llené por la mitad de agua ardiendo, rocié casi medio litro de gel y me sumergí, volví a cerrar los ojos. 


. Oye, ¿estás bien? 


De pronto vi la cara de Jordi frente a mí, mientras me daba golpes en el pecho. 


. Tío, ¿Qué haces? 

. Joder cabrón, pensé que te había dado un chungo. 

. No. 

. Pues llevas aquí una hora y ni un ruido, te llame, pero como no respondías entre. 

. Que conmovedor. 

. Idiota, me asusté de veras. 

. Gracias. 


Se sentó en la taza del váter que estaba al lado de mi cabeza y se echó para atrás, sus huevos caían sobre el borde de la taza y su rabo encima medio descapullado. De verlo me volví a empalmar, subí mi cadera y con el rabo fuera lo comencé a masturbar.


. Lo tuyo es serio. 

. Tengo mucho calor.

 

Se acercó y encendiendo el agua cogió la alcachofa y me echo agua fría sobre la polla, ni me inmute. 


. Si pretendes que se me baje lo llevas claro. 

 

Mi rabo seguía duro y él mirándolo mientras echaba agua, soltó la alcachofa dentro de la bañera y se metió mi rabo hasta la campanilla. Gemí como un condenado, él tragaba y tragaba, lamia cada trozo de carne, se metía los huevos en la boca y succionaba, se enganchó a mi glande y me lo beso, chupo. 


. Salte de la bañera por favor.- me pidió.


Me levanté como pude, las piernas me temblaban, con su ayuda conseguí sentarme sobre la taza, acerco una silla de mimbre que tenemos para dejar la ropa y sentándose se acercó a mí, su cara era preciosa, me beso la cara por donde mis cosquillas le dejaron, siguió bajando hasta mi rabo donde se concentró durante un buen rato. 


Note un calor intenso en el rabo, levante la mirada y Jordi estaba sentándose sobre mí mientras mi polla se hundía en su culo, apoyando una pierna en la bañera y con sus manos al lavabo, lentamente se iba metiendo mi rabo, tiene una espalda preciosa con un tatuaje de una rosa en el omóplato izquierdo, me acerque para besárselo, gimió de placer, dejando su culo no del todo sentado me lo folle con todas mis ganas, bajo la pierna y termino en el lavabo sujeto mientras yo le daba cada vez más fuerte, él me agarraba como podía y me pedía que no parara que le diera más fuerte, mi polla salía y entraba del cómo por arte de magia, me agache y saboree su ano, lo tenía ya dilatado y muy rosado, metí mi lengua hasta donde pude y allí la moví y la gire, la saque para besárselo y volver, coloque mi polla en la entrada y atrayéndole hacia mí para comerle el cuello se la hundí lentamente hasta las entrañas, gemía de placer, teniéndole recto la penetración era una pasada, él se masturbaba y se corrió por todas partes mientras gemía y gritaba de placer, viendo tal espectáculo me corrí dentro de él, le abrace y sacando mi polla lentamente se giró, me beso y termino de rodillas comiéndose toda la lefa. 


Nos besamos y nos duchamos, salimos y una vez secos fuimos a la cocina para comer algo, todo esto en silencio. 

. ¿Estás bien?, le pregunté. 

. Un poco escocido únicamente.

. Ven aquí un momento, agáchate.

 

Cogí el tarro de aceite de oliva y me puse un poco en la mano, con cuidado se lo apliqué por toda la zona anal y las ingles. 


. Ahora solo me falta el vinagre y un poco de lechuga y sal y ya soy una ensalada, ja, ja, ja.

. Que tonto eres, ya verás cómo te calma. 

. Gracias. 

. De nada ojete bonito. 

. ¿Tú crees que tengo un ojete bonito? 

. Para mí el más bonito, además está delicioso. 

. Hundido. Me gustaría comerme el rabo como lo haces tú con el tuyo.

. Lo conseguirás.

. ¿Con tu ayuda? 

. Claro. 

. ¿Puedo preguntarte que es lo que te ha hecho cambiar de opinión? 

. Respecto al sexo y a ti supongo que preguntas. 

. Exacto.

. Te conozco desde hace mucho tiempo, al principio ni me caías bien, luego nos hicimos amigos, casi nos liamos y desde el principio hasta ahora sigo sintiendo lo mismo por ti, una mezcla de adoración y de cariño que no sé explicar. 

. Yo creo que estoy enamorado de ti desde que entraste por esa puerta con el casero para enseñarte la habitación 

. ¿En serio? 

. Si 

. Y porque nunca, y por qué solo querías verme desnudo y… 


No le deje continuar, le bese y le di un abrazo enorme. 


. Por qué te quiero. 

. Yo también te quiero.


                                                                            FIN




En BlancO y Negro