2.12.23

hUeVoS











 

ReLaTo. YAN. 3ª parte

 



TOC TOC


Abre como la última vez pero desnudo. Entro y cierra la puerta tras de mí. Me desnudo y antes de darme la vuelta lo siento abrazarme por detrás.


  • Tenía tantas ganas de sentirte.- me dice besando mi cuello.


Se me llena el corazón de alegría.


Me suelta y girándome lo tengo delante de mí tan bello como la primera vez. Junto a nuestros penes y los masturbo mientras no dejo de mirarlo. Yan sonríe y me besa.


  • Te creció la polla estos días.- le digo.

  • Ja, ja, ja, ojalá.

  • Uhmmm...


Me pongo de rodillas y me la meto en la boca. Se la mamo un buen rato y disfruto de su increíble olor. No sé qué tiene su olor corporal que me hace soltar precum como si me estuviera corriendo. Me levanto le beso con ansia y lo llevo a la cama. Le pongo boca abajo y abriéndole las piernas, me meto de lleno a comerle el culo. Dios nos sabéis qué puta gloria de culo. Huelo y lamo a la vez que me pajeo sin parar. Yan gime y se retuerce de gusto. Me siento sobre él y paso mi polla por su raja. Él me da un preservativo y me lo pongo. Me pongo sobre el cómo en plancha y se la meto poco a poco. Yan agarra las sabanas y gime entre ellas. Me abro más de piernas y una vez toda dentro lo embisto con fuerza hasta sentir sus entrañas rodearme la polla.


No hemos cambiado de posición en ningún momento y llevo un buen rato penetrándolo con el tumbado boca abajo. Le susurro al oído que tiene el mejor culo del mundo y chilla de placer y se ríe. Le abro lo más que puedo el culo y acelerando siento como se llena el condón y mi cuerpo se tensa del placer de correrse. Salgo de él y me quito el condón. Yan se da la vuelta y tiene la polla dura y llena de lefa.


  • ¿Te corriste?

  • Mucho.


Le sonrió y le beso.


Nos duchamos sin dejar de besarnos y tocar la polla del otro.


  • Era en serio que tenía muchas ganas de verte.- me dice mientras me seca el pelo con la toalla.

  • Lo sé yo a ti también.


Deja mi pelo y me abraza.


  • Eres muy especial.

  • Tú también.

  • Sé que tienes novio y no quiero que eso cambie, solo que siento algo por ti que nunca había sentido antes.


Le acaricio la cara y le beso, un beso suave.


  • Yan hablé con Luis y no hay ningún problema.

  • Me gusta oír eso, no quería que tuvieras problemas.

  • No los ahí.

  • Me alegro mucho.

  • Cada vez que vengas o que yo vaya podremos vernos.


Me abraza y me levanta del suelo mientras se ríe y me besa por toda la cara. Entre risas me baja y nos besamos.


  • ¿Te apetece tomar algo?.- me pregunta mientras acaricia mi mandíbula.

  • Claro.


Nos vestimos no sin antes darnos una sesión de un sesenta y nueve con eyaculación en la boca del otro.


Me lleva a un bar, el cual yo no hubiera elegido nunca, pero me lleva él y lo acepto.


  • ¿Te gusta?

  • Mucho.

  • ¿Qué pasa?

  • Nada.

  • Dime.

  • No suelo ir a estos sitios tan... pijos, ja, ja, ja.

  • A mí me gusta todo, te traigo aquí porque no conozco mucho y aquí son muy simpáticos.

  • Está bien.


Nos sentamos en unas sillas altas, en una barra. El camarero de lo más educado que he visto nunca nos da dos copas de cava sin pedirlas y Yan pide una botella aparte.


  • ¿Te gusta el cava?

  • Sí.

  • No sueles beber cava, ¿verdad?

  • Solo en ocasiones especiales.

  • ¿Y esto que es?

  • Cierto.


Brindamos y nos besamos. Me levanto del taburete y lo abrazo.


  • ¿Estás bien?.- me pregunta besándome en la cabeza.

  • Estoy un poco... tenso, lo siento.


Busca mi cara y me besa en un moflete. Agarra mi cara con cuidado y me mira sin decir nada.


  • No suelo frecuentar estos sitios, ni beber cava, me he puesto un poco nervioso por qué no podría pagar nada de esto.


Me besa suavemente en los labios.


  • Sé que estoy acostumbrado a cosas que la mayoría de la gente no puede permitirse. Gano bien y ahorro mucho dinero para poder permitirme lo que me apetece. Ahora que formas parte de mi vida quiero cuidar de ti y no debes preocuparte por el dinero.

  • Pero no quiero depender de nadie.

  • Lo entiendo.

  • Sé que lo haces de corazón, pero también quiero poder hacer cosas por ti.

  • Ya lo haces.

  • ¿Sexo?

  • No solo eso, eres amable conmigo, me mimas, me preguntas como estoy, me das el mejor sexo que he tenido nunca...

  • Te entiendo, lo siento por ponerme así.

  • Perdonado. A partir de ahora iremos a todo tipo de sitios y cuando quieras pagar tú me lo dices y sin problema de verdad.

  • Gracias.


Agarro la botella de cava que estaba bien fría y nos sirvo un poco.


  • Por ti.

  • Siempre por ti.


Brindamos y nos abrazamos con fuerza. Esa noche me quedo con él, al día siguiente cogía un avión. Avise a Luis y no hubo ningún problema. Tras dos botellas de cava y una carne increíblemente tierna, caímos en la pedazo cama de su habitación de hotel.


Yan tenía la mirada encendida y me desvestía con cuidado mientras besaba la piel que iba liberando. Ya desnudos los dos nos abrazamos y nos besamos.


  • Fóllame Yan.


Sin dejar mis labios, agarra un condón y se lo pone. Se chupa varios dedos y juega con mi ano mientras su lengua se vuelve mi plato preferido en mi boca. Mete los dedos y gimo en su boca. Los saca para ponerse delante de mí. Me agarra las piernas y se las coloca sobre los hombros. Su penetración es exquisita y tan placentera que no puedo dejar de mirarlo y de masturbarme.


  • Ahhhh Yan...

  • ¿Bien?

  • Gloria... Ahhhh...

  • Ja, ja, ja


Me penetra bien dentro y gimo del gusto de sentirlo tan dentro. Me masturbo mientras él me agarra un pie y me lo lame. Me sale precum que él aprovecha para recoger con un dedo y llevárselo a la boca.


  • Sabes tan bien.- me dice relamiéndose el dedo.


Me retuerzo de gusto y siento su lengua pasar por cada dedo de mi pie izquierdo. Sus penetraciones son lentas y precisas al igual que su lengua, ahora con mi dedo gordo dentro de su boca.


Me pongo a cuatro patas y siento como Yan me abre el culo y mete su cara en él. Me lame todo y siento su polla entrar en mí sin ninguna dificultad. Acariciando mi espalda y mis glúteos lo siento dentro de mí y como me hace gemir. La saca del todo y la mete de golpe haciéndome gritar de gusto.


  • Me corroo...


Sale de mí y siento como su lefa cae sobre mi espalda para después sentir su lengua recogiéndola y besándome.


Me doy la vuelta y me masturbo mientras su lengua me da lengüetazos en el glande hasta que exploto y él agarrándomela se la mete en la boca y recibe toda mi lefa. Me la chupa y me la lame como si fuera su plato favorito y me mira y sonríe. Sé, la saca de la boca, pero sin dejar de masturbarme viene a mi boca para besarme.


  • Me gusta tanto...

  • Mi polla.

  • Todo tú.

  • Uhmmm…


Nos besamos y rodamos por la cama hasta quedar cómodos y pegados como pegatinas.





PeCtOrAlEs