11.5.24

PeCtOrAlEs

 











ReLAtO. Cómo conocí a Lazaro, 3ª parte.

 



2 DÍAS DESPUÉS:


LÁZARO.


  • Susana, tengo que decirte algo.

  • Dime.

  • Te puedes sentar un momento.

  • Vale...

  • He conocido a alguien.


Su cara.


  • ¿La conozco?

  • Le conoces.

  • ¿Un hombre, quién?

  • Rubén.

  • ¿Desde cuándo...?

  • Desde el pub.

  • ¿Y a ti desde cuando te van los tíos?

  • Pues desde ahora, supongo.


Se levanta y se pone a dar vueltas por el salón.


  • ¿Te vas con él?

  • Sí.

  • ¿A dónde?

  • No lo sé aún.

  • Y yo como voy a pagar esto sola.

  • Lo siento.


Me levanto e intento acercarme a ella, pero me da un manotazo y me alejo.


  • No entiendo nada, tú yo tenemos...

  • Teníamos Susana, hace tiempo que esto...

  • ¿Vale cuándo te vas?

  • En unos días.

  • Me iré a casa de mis padres mañana, mándame un mensaje cuando no estés aquí ya.

  • Susana...

  • Déjame sola.


Se va por el pasillo y cierra la puerta con rabia, me siento en el sofá y lloro desconsolado, no la quiero de la misma manera que la quería antes, pero todo lo que hemos vivido juntos fue muy bonito, voy a la cocina y me pongo una coca cola, salgo a la terraza y llamo a Rubén, comunica.








RUBÉN.


Estoy sentado en la mesa del comedor hablando con mis padres.


  • Si mamá, lo sé, vale, entonces podemos..., sí, es que..., te quiero y a papá también, mañana sí, adiós.

Dejo el móvil sobre la mesa y voy al dormitorio, Gloria está cambiándose, acaba de llegar del gimnasio.


  • Hola, ¿qué tal tus padres?

  • Bien.


Se me cierra la garganta y Gloria me lo nota, noto que se acerca y se agacha y me mira.


  • ¿Qué te pasa?

  • Me he enamorado de Lázaro y el de mí.

  • Lázaro, el de Susana...

  • Sí.

  • Pero...

  • Ocurrió el día del tardeo.

  • ¿Os enrollasteis?

  • Sí.

  • ¿Pero tú no eres...?

  • Pues no sé lo que soy, pero con él...

  • Para.


Se levanta y agarra la toalla y la estira con todas sus fuerzas, se le marcan todas las venas de los brazos.


  • Yo te quiero Rubén.

  • Y yo a ti, pero...

  • ¿Le quieres a él?

  • Sí.

  • ¿Y todo esto?

  • Lo siento yo...

  • Que lo sientes, me pones los cuernos desde hace cuanto.- se pone a calcular. Unas tres semanas y que lo sientes, joder Rubén, con un tío y... os... déjalo...


Me levanto, pero no me acerco mucho a ella.


  • Estoy tan sorprendido como tú créeme, a ti no te mentiría.

  • Pues parece que durante unas semanas sí lo has hecho.

  • Tienes razón.

  • Habla.

  • Lo que siento por él no me había pasado nunca.

  • Por lo que me contaba Susana tiene un...- y hace el gesto con las manos de grande.

  • Bueno… Sí que...

  • •! ¡Rubén!

  • Lo siento.

  • ¿Y qué vas a hacer?

  • Es lo que hablaba con mis padres.

  • ¿Se lo has contado?

  • No.

  • Ya verás cuando se lo cuentes.

  • Lo sé, vamos por partes.

  • Os vais a vivir juntos.

  • La idea es que sí.

  • Vale...

  • Gloria yo…

  • Si lo sé que lo sientes mucho.

  • Recogeré mis cosas en unos días y…

  • Sabes una cosa que me molesta esto, pero no me duele.

  • Éramos más amigos que pareja.

  • ¿Sí?

  • Desde hace tiempo.

  • Con un tío, aún estoy... flipando.

  • Tranquila, yo llevo unas semanas flipándolo.


Se acerca a mí y me da un beso para después abrazarme.


  • Deseo que seas feliz Rubén.

  • Gracias, deseo lo mismo para ti.

  • Me voy a dar un paseo, duerme tú en la cama, yo dormiré en la otra, mañana hablamos.

  • Vale.


Oigo cerrase la puerta y estoy de pie en el dormitorio quieto, siento el móvil vibrar y lo agarro, es Lázaro, sonrió.





En BlancO y Negro