8.7.23

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Relato. Mi MeS dE vAcAcIoNeS 1ª parte

 




Hola, me llamo Ricardo. Este año he decidido que quería irme solo de vacaciones todo el mes.


Buscando y buscando encontré un adosado en una urbanización por la costa que me gusto bastante y antes de que lo subieran de precio o me lo quitaran lo reserve.



MI MES DE VACACIONES.



Por fin llego al paraíso. Aparco justo en la puerta del adosado por la puerta de atrás y tras desbloquear el aparato donde están las llaves entro en el interior. Son dos plantas, la primera con salón y cocina americana, un pequeño aseo con ducha y arriba dos dormitorios y un aseo con bañera enorme.


Vuelvo al coche y tras descargar todo dentro me desnudo y me tiro en el sofá. Cierro los ojos y agarrándome la polla y meneándomela, me quedo dormido.


Me despierto y siento la polla, me palpita, la tengo dura como una piedra. Me la agarro y me hago una paja que culmina con mi lefa por toda mi cara y parte del pecho. Me la rebaño con el dedo y me la chupo. Me encanta la lefa y si es mía más aún. Me voy a la ducha y tras limpiarme me pongo a ordenar un poco.


Termino al cabo de un rato y me pongo el bañador. Salgo con el bote de crema, la toalla y las llaves.


La piscina está oculta entre varios arbustos y árboles y no hay nadie en este momento. Pongo mi toalla bajo la sombra de una palmera y me lanzo al agua. No es muy grande pero perfecta para hacerse unos largos. Salgo y me tiro en la toalla. Siento el aire recorrer mi cuerpo y algunos rayos de sol acariciando mi piel. Cierro los ojos y efectivamente me quedo dormido de nuevo.


Despierto y me estiro sobre la toalla. Abro los ojos y mirando hacia la piscina veo gente dentro del agua tranquilamente. Me miran y yo les miro. Extrañado me toco el pelo y parece estar en su sitio. Me miro por el cuerpo y veo mi polla empalmada levantando el bañador. De la vergüenza me pongo rápidamente boca abajo y miro hacia otro lado.


Tras comer me preparo un bocata y me voy en busca de una playa que quiero conocer. Es nudista, por supuesto, aunque quiero ir a textiles, mi preferencia siempre será nudista.


La playa está encallada entre varios montes y hay que bajar una cuesta empinada, pero vale la pena cuando llegas abajo y ves tanto rabo y también el color del mar turquesa y que está totalmente transparente el agua.


Me coloco donde no hay mucha gente y tras desnudarme me voy directo al mar. Nado un rato y salgo quedándome en la orilla mirando lo que hay por allí.


Mucha pareja y solitarios. Alguno con unos pollones increíbles, además de unos cuerpos muy bellos. Me miro la barriga y me cojo la polla. La barriga lo intento, pero de polla no puedo hacer nada, aunque no me quejo y ninguno de mis amantes por ahora tampoco lo han hecho.


Me voy a la toalla y me pongo a leer. Se me pasan las horas y veo que se ha ido bastante gente. Me doy otro baño y salgo para pasear por la orilla. Varios me miran y se tocan la polla. Yo les sonrió y sigo adelante. Llego hasta el final y vuelvo. Me siento en la orilla y dejo que las olas me empapen. Me tumbo y descanso la mente mientras las olas me mecen entre sus aguas.


Ya no queda casi gente. Me quedo leyendo y voy mirando que hay. Varios chicos se levantan y se van y otros se levantan y se ponen a un lado. Me levanto y me acerco hacia una pared y veo a uno con la polla bien tiesa. Tiene un cuerpo delgado, muy bonito y moreno, de cara normal. Mi polla se empalma y se acerca al chaval.


  • Hola.

  • Hola.


Alarga su mano y me la agarra. Me masturba un poco y yo agarro la suya. Nos miramos inocentes y sonreímos. No veo que vaya a hacerlo, así que me dispongo agacharme. Me quedo en cuclillas y me la meto en la boca. Está salada y suelta precum. La relamo con ansia y placer. Él me acaricia el pelo y gime en bajo. Se apoya en la pared hasta que termina corriéndose sobre mi pecho. Me levanto y él inmediatamente se agacha poniéndose de rodillas y se traga mi polla. La verdad que la come de maravilla y me gusta como me manosea los huevos. No aguanto mucho y le aviso. Él no se aparta y se traga toda mi lefa, cosa que ya sabéis que me encanta hacer y que me hagan.


Se levanta y me come la boca. Nos abrazamos.


  • Buena polla.- me dice relamiéndose los labios.

  • Igualmente.

  • Estaré por aquí un rato más, si quieres luego podrías metérmela.

  • No estaría mal. Nos buscamos.

  • Vale.


Nos damos otro beso y me marcho.


Me voy satisfecho a mi toalla y me enciendo un cigarrillo. Me paseo por la playa y me quedo admirando el atardecer apoyado en una piedra mientras los pies me son golpeados por el mar.


Me dispongo a recoger cuando un hombre me mira desde unos metros. Le miro y le sonrió. Es mayor que yo y tiene una polla enorme. Me comienza a babear la boca y la polla. Le digo que se acerque y viene hacia mí.


  • Hola.

  • Hola.


Al igual que antes me agarra la polla y me masturba. Yo agarro la suya y me maravillo de tener tanta carne sobre mi mano. Nos miramos y sonreímos.


  • ¿Tienes condones?.- me pregunta.

  • Sí.

  • ¿Me follas?


Me quedo atónito y a la vez con ganas de empotrarlo. Le como la boca y él sonríe. Me dispongo a buscar el condón y él se acerca a unas rocas cercanas. Se da la vuelta y levanta una pierna sobre ellas y se echa un poco hacia delante. Para mi sorpresa tiene un culazo. Me acerco y me pongo de rodillas para comérselo. Él gime y me da con su polla en el mentón, hasta que se la agarro y se la mamo. Perfectamente, se la podía meter el mismo por el culo. Se la como mientras le trabajo el culo con varios dedos y mi polla esta que arde.


Me pongo el condón y agarrándolo de la cadera se la voy metiendo poco a poco. Entra de una y ni se ha quejado. Le como el cuello mientras comienzo a embestirle con fuerza. A él parece encantarle y acelero las penetraciones. Busca mi cara y nos comemos la boca. Estoy abstraído follándomelo cando miro hacia un lado y hay un joven masturbándose mientras nos mira. El hombre lo llama acercarse y lo mete entre sus piernas para que le coma la polla.


El joven está de muerte, este me lo llevaría a casa y me lo follaría y dejaría que me follara durante días.


El joven está sentado ahora sobre la cara del mayor que le está comiendo el culo y los huevos y yo lo tengo con las piernas sobre mis hombros y follándomelo tranquilamente disfrutando de las vistas del joven masturbándose en mi cara. Me acerco y me la meto en la boca. No la tiene muy grande, pero tiene algo que me encanta. El joven me acaricia la espalda mientras es comido por delante y por detrás. Me levanto por un momento y nos comemos la boca. Siento un ardor en el estómago que me hace acelerar y eyacular al instante imaginándome que es el culo de ese joven. Él me mira sonriendo y comienza a pajearse con rapidez hasta que antes de que le saliera me acerco a la punta y descarga toda su lefa en mi boca. Lo saboreo y me dispongo a mamársela mientras continuo follándome al hombre.


El joven se levanta y acercándose a mí me besa. El hombre se agarra la polla y mirándonos se comienza masturba hasta que toda su leche le cae sobre el torso. El joven y yo le miramos atónitos de tanta cantidad de leche expulsada. El hombre se levanta y entre los tres nos comemos la boca.


  • Voy al agua, ¿venís?.- nos ofrece el hombre.

  • Ahora vamos.- le contesta el joven.


Me mira y se lanza a mis labios.


  • ¿Tienes sitio?

  • Sí.

  • Baño y nos vamos.

  • Sí, por favor.


Con pena del hombre nos marchamos.


Una vez en casa nos desnudamos y nos tiramos sobre la cama. Era pura energía, se movía por la cama y por mi cuerpo como una gacela. En un momento tenía mi polla en su boca que me estaba comiendo la boca. Yo no dejaba de mirarlo y alucinaba que estuviera en mi cama.


Un rato después de sudar lo más grande y de dejarnos el culo, ambos bien abiertos, nos duchamos y nos bajamos a la terraza.


  • Bonito sitio.- me dice sonriéndome.

  • Gracias, la verdad que es justo lo que buscaba.

  • ¿Conocías la zona?

  • Poco la verdad, ¿eres de aquí?

  • Si de toda la vida, mis padres también.

  • Bonito sitio para vivir.

  • La verdad que no me quejo, además vienen turistas tan guapos como tú y me llevan a su casa a follarme increíblemente.

  • Ja, ja, ja, gracias por lo de guapo, pero...

  • No me digas que eres de esos que no se creen que sean guapos.

  • No me lo creo la verdad.

  • Bueno, pues entonces te lo digo yo. Eres muy guapo.

  • Gracias.

  • Además de tener un cuerpo para mi gusto perfecto y sin dejar de hablar de tu tremenda polla y ese culazo.

  • Ja, ja, ja.


  • Me acerco a él y sentándome en su regazo le como la cara.


    • Te lo digo de verdad.

    • Lo sé, pero me sorprende que un chico como tú me diga todo esto.

    • ¿Cómo yo?

    • Eres un chico espectacular por dentro y por fuerza eres... un cañón.

    • Un cañón... nunca me lo habían llamado así, ja, ja, ja.

    • ¿Te molesta?

    • No que va, sé que tengo un cuerpo, cara, pelo proporcionado, y que el moreno y que este delgado ayuda más.

    • Cuando te vi acercándote mientras te masturbabas me dejaste en shock.

    • No sería por mi polla.

    • Tienes una gran polla, además también te digo que dentro de mi culo o de mi boca es espectacular.

    • Ja, ja, ja, gracias.

    • Ahora que nos hemos reído, sincerado y que siento tu polla apretar mi culo, ¿quieres subir de nuevo?

    • Por supuesto, ¿me puedo quedar?

    • Claro.


    Subimos de nuevo y esta vez puse el aire acondicionado. Cerré todas las ventanas con su ayuda y nos tiramos sobre la cama. Nos enlazamos y nos besamos. Él estaba boca arriba, esta vez dejándose hacer. Le besé en esos labios perfilados y suaves. Baje por su mandíbula hasta su cuello y se lo lamí. Continué bajando hasta sus pezones y uno se lo mordí y el otro se lo pellizqué. Su cuerpo temblaba debajo de mí. Seguí bajando hasta encontrar algo de vello un poco más abajo del ombligo. Se lo besé hasta toparme con su polla. Abrí la boca y me la metí de lleno. La saboreé, la chupe, la bese baje por ella hasta meterme sus huevos en la boca y él gemía y se retorcía de placer.


    Tengo mi polla dentro de él y se siente increíble. Es un joven adorable dentro y fuera de la cama. Le embisto con fuerza y me sonríe. Me acerco hacia él sujetando sus pies con mis manos y le beso. Se acerca a mi oído y me susurra.


    • Fóllame duro.


    Voy a su oreja y sin decirle nada le doy un muerdo en el lóbulo. Me incorporo y sin sacarla le cojo de las caderas y me lo llevo más para el borde de la cama. Bajo las piernas y una vez de pie le vuelvo agarrar de los pies y comienzo a follármelo de manera fuerte. Se oyen los golpes de mi cuerpo contra su culo. Le agarro un pie y me lo meto en la boca. Primero sus dedos y después voy lamiéndole el resto del pie. Debe tener como yo un 42 o 43. Él está con los brazos estirados hacia atrás gimiendo y de vez en cuando me mira y sonríe.


    Continuo embistiéndole ahora a cuatro patas. Tener ese culo solo para mí me hace soltar precum lo noto. La saco y me agacho a comerle el culo que lo tiene superdilatado. Le agarro la polla y mientras le como el culo le ordeño como si fuera una vaca, peri sin sacar la leche aún.


    Estoy a punto de correrme. Estoy boca arriba sujetándome las piernas y él me está ofreciendo una follada de escándalo. Siento como el culo se me abre cada vez más. Aunque haya dicho que no tiene una gran polla, sabe usarla perfectamente, por qué me penetra y la siento en cada momento. De pronto la saca y me baja las piernas al suelo. Agarra ambas pollas y comienza a masturbarnos. Yo no tardo ni medio segundo en comenzar a soltar lefa por todos lados y el igual. Sonreímos de la satisfacción de correrse y viene hacia mí a besarme. Nos colocamos bien en la cama y abrazados nos quedamos dormidos.


    DÍA 2


    Oigo un ruido y me despierto, miro hacia el otro lado y veo su cuerpo desnudo como se pone los calzoncillos.


    • ¿Te vas?

    • Sí, tengo que ir a trabajar.

    • Ohh

    • Es lo malo de vivir en un sitio de costa, que cuando vosotros estáis de vacaciones es cuando más curro tengo.


    Se acerca a mí y me besa.


    • Buenos días.

    • Buenos días.- le digo.

    • Gracias por la gran follada de anoche.

    • A ti.

    • ¿Te volveré a ver?

    • Claro, estaré hasta el día 31, apúntate mi número.


    Se lo apunta y tras un último beso sale sonriendo.


    Yo me quedo un poco más estoy de vacaciones. Cierro los ojos y cuando los vuelvo abrir son las 11 de la mañana.


    Desayuno y recojo un poco. Me voy a la piscina y hasta la hora de comer estoy entre el agua y la toalla. Como algo ligero y me voy en busca de otra playa, esta vez textil.


    Nada más aparcar y acercarme un poco contemplo, la belleza de la playa rodeaba de monte verde y con un agua como la de ayer, tan turquesa que te duelen los ojos de contemplar tanta belleza.


    Esta playa está más concurrida que la de ayer y además tiene un chiringuito. Me doy unos baños, leo, me paseo y sobre las nueve me acerco a tomar algo y termino picando algo. Miro el móvil que llevaba desde que salí de casa para mirar donde estaba la playa sin mirarlo. Un mensaje.


    _ Hola, soy Héctor. Por fin salí del trabajo. Aún te siento dentro y se siente increíble. Hoy me quedaré por el barrio, pero mañana si te apetece playa a partir de las tres sería guay. Ya me dices. Un beso.


    _ Hola Héctor. Yo también te siento y deseoso de volver a sentirnos. Mañana genial. Dime donde te recojo y me llevas donde tú quieras. Un beso grande.


    Me envía una dirección y muchos besos. Le doy un gran trago a la cerveza y sonrió recordando sus besos.










En BlancO y Negro