Eran las 19 h del día 31 de diciembre y estaba literalmente solo. No pude ir a casa por los contagios en mi familia y con los amigos me paso lo mismo. Entre en mi piso y tras dejar caer las bolsas de cuatro mierdas que me acababa de comprar para cenar me fui directo al aseo y me desnude. Me mire en el espejo y me acaricie el torso, el abdomen, me di la vuelta y pase los dedos por mis glúteos. Me metí lentamente en la bañera y una vez dentro metí la cabeza y me quede allí por unos segundos. Se me paso por la cabeza abrir la boca y dejar que el agua inundara mis pulmones y tras no poder respirar que mi corazón se parara y dejara de sentir tanta pena. Abrí los ojos y saque la cabeza. Pensé para mi mismo, "que te gusta un drama reina". Era una noche solo, sé que no estaba acostumbrado a pasarlo solo, pero no sería el único en el mundo. Además, tal y como estaba la cosa con el puto virus seguro que abría más de los que yo creía. Y en ese momento me di cuenta, de que mucha gente no podría pasarla junto a sus seres queridos por no contagiarlos y porque ya estaban contagiados, me sentí mal conmigo mismo y llore desconsoladamente.
Tras un baño de lágrimas y de agua mezclada con dos meadas que había hecho salí y me pegue una ducha rápida con jabón. Salí y tras secarme caminé desnudo por el salón hasta encontrar mi teléfono.
Lo tiré de nuevo sobre el sofá y me fui a la cocina tras recoger las bolsas que había dejado tiradas en la entrada.
Me hice una ensalada de rúcula y ventresca, salmón ahumado con pan sin gluten y un buen trozo de solomillo. Todo ello acompañado de una botella de cava. Coloque lo frio en la mesa y deje el solomillo para prepararlo en un minuto. Llene mi copa y fui a mi cuarto. Busque lo que andaba buscando y me la puse alrededor del cuello. Me miré en el espejo y la pajarita de color dorado relucía en mi cuello junto al brillo de mi glande que intentaba salir del prepucio. Me la agarre y disfrute de verme allí tan solo con la pajarita y cada vez más empalmado. Busque mi móvil y tras buscar la aplicación deseada me hice un video y lo envíe con el mensaje: Solo pero a gusto de llevar poca ropa. De Madrid. Acepto compañía. Feliz noche.
Lo envié y me arrepentí en el momento. No solía mandar videos, de vez en cuando alguna foto subida de tono, sin embargo, nunca enseñaba nada, no obstante en el video lo enseñaba todo. Bueno que más daba ya estaba hecho. Golpee con mi rabo sobre mi otra mano como si fuera un buen tronco y tras sonreír me fui al salón.
Tras cenar me tiré en el sofá con la botella de cava y continué viendo una serie en la tele y me lie un canuto. Llevaba más de una hora sin mirar el móvil, no obstante miedo me daba.
Me fui directo a la aplicación y de mi video había más de mil reproducciones y más de 100 mensajes. En todos ellos me decían desde que cuerpo tan bonito a lo típico de me pondría a cuatro patas para que me la metieras hasta la última campanada. Únicamente tenía dos mensajes directos, los abrí. El primero era de una foto polla nada mal había que decirlo, pero tras lo que escribía, "quieres leche?". Borre el mensaje y mire el siguiente.
"Hola R soy I, también solo y desnudo. De Madrid y con ganas de compañía también. Mando foto y teléfono. Un beso."
La foto era de un chico más mayor que yo tumbado sobre la cama mirando como el portátil mientras manejaba el ratón sobre un libro, de lo mas normal.. Lo especial era su rabo tieso y hermoso y su sobaco. Además de un cuerpo increíble. Copie su número y lo llame.
- Hola sí.
- ¿Eres I?
- Hola R.
- Hola.
- ¿Tanto te ha gustado la foto?
- Bueno sí...
- Ja, ja, ja
- Mucho tu rabo me ha puesto el mío muy cerdo.
- Uhmmm... por lo que vi en el video tú tampoco andas descalzo...
- Un poco menos que tú creo.
- Habrá que comprobarlo, me mola pajearme con otro rabo con bien de lubricante hasta que los dos estallamos en corrernos sobre el otro.
- Joder... acabo de soltar un poco de lefa...
- Ja, ja, ja y yo...
- Vente.
- Dime dirección.
- Avd. Gaspar 3, piso 9 puerta 4.
- Espera...
- Veinte minutos según Google.
- Ufffff…
- Me visto y voy, ¿llevo algo?
- No hace falta, tengo condones, lubricante, consoladores, cava, turrón y uvas.
- Vaya buena provisión. Salgo ya. Ahora te veo I.
- Hasta ahora R.
No me podía creer lo que me acababa de pasar. Era la primera vez que hacia aquello, sí que había quedado con tipos para follar y eso, pero en mi casa no había metido nunca a nadie. Me tumbe y respire hondo. Tras relajarme recogí la mesa y la cocina y me fui hacerme una lavativa. No lo tenía muy sucio, sin embargo, quería sentir ese rabo varias veces aquella noche.
Me estaba limpiando bien el ojete cuando sonó el timbre. Me limpié con cuidado y bien y fui a mirar por la mirilla.
Abrí y allí estaba tal y como lo había visto en la foto. Un hombre de unos 40 años con la sonrisa más bella y con los dientes más blancos que había visto nunca con una cazadora vaquera de borrego y unos vaqueros que le quedaban de infarto.
- ¿Puedo pasar?
- Sí, sí... perdona...
- Gracias.
- A ti por venir.
- Bonita casa.
- Gracias.
- Tienes un cuerpo muy bonito.
Se acercó a mí y abrazándome me beso y metió la mano por la raja del culo.
- ¿Húmedo o agua?
- Agua me acabo de hacer una lavativa, ja, ja, ja. Me pillaste secándome el culo.
- Jajajá. ¿Solo pasivo?
- No, no versátil.
- Uhmmm. Yo traje un enema ahora me lo pongo porque pensé si me lo pongo en casa llegaré tarde.
- ¿Te lo pongo?
- Vale...
Fuimos a mi cuarto y tras desnudarse fuimos al baño y levantando una pierna y apoyando su pie sobre la taza me deslumbro con su culazo.
- Joder menudo culazo... antes de nada voy a saborearlo un poco si te parece...
- Ja, ja, ja, todo tuyo.
Deje el enema en el suelo y me lance a comerle el culo.
CONTINUARA....
