DÍA 7
La mañana se nos pasa entre besos y muchas caricias, incluso anales.
Tras comer nos arreglamos y vamos a por Jorge. Puntual está en la puerta esperándonos.
¿Llevas mucho esperando?
Nada.
Sube.
Gracias.
Héctor, Jorge, Jorge, Héctor.
Se dan los respectivos besos y arrancamos. Llegamos a la playa y tras dejar las cosas nos desnudamos y nos metemos en el agua. Salimos y entre risas me viene a la cabeza.
Oye Héctor, ¿fue en esta playa donde te conocí?
Cierto.
Ja, ja, ja.
¿Qué paso?.- pregunta Jorge.
Estaba yo dándole a un tipo por el culo cuando apareció con su preciosa polla empalmada hacia nosotros, se unió y bueno, al final terminamos en mi casa.
Uhmmm buen encuentro.
La verdad que sí.
Héctor me mira y sonríe tímido.
Ahora no te me hagas la tímida, ja, ja, ja.
Ja, ja, ja calla... ¿Y vosotros?
Una noche en la piscina, llegue y estaba Ricardo en pelotas dentro nadando. Hasta que entre yo y me desnude y nada también terminamos en su casa.
Vaya... menuda semana llevas...
Ja, ja, ja, la verdad que no me puedo quejar y ahora os tengo a los dos juntos, que más puedo pedir.
Qué bonito eres.- me dice Héctor. ¿Os apetece ir a una calita que está aquí cerca nadando?
Claro.- contestan al unísono.
Nos adentramos en el mar y vamos siguiendo a Héctor. Llega hasta una calita minúscula con algo de arena y tras salir se queda de pie mirándonos llegar y manoseándose la polla.
Primero sale Jorge y acercándose a él le besa. Solo de morbo que me da verlos, así me empalmo antes de salir del agua. Jorge se agacha y se mete la polla aún flácida de Héctor, que en cuestión de segundos está como un roble. Yo me acerco y tras comerle la boca a Héctor me masturbo viendo la escena.
Un segundo.- le pide Héctor a Jorge.
Se sienta sobre la arena y Jorge se baja a comerle la polla y Héctor me agarra la mía y me la mama.
Estamos en la puta gloria y además fuera de miradas ajenas, solo somos los tres. Mi polla está a punto de sucumbir cuando la de Jorge comienza a estallar lefa por todos lados y la De Héctor se comienza a correr también sobre su cara. Yo, de ver la escena, me empalmo más y más y suelto toda la lefa dentro de su boca. Los tres sofocados del calor y del orgasmo nos fundimos en un beso.
Sí que está bien esta cala.- digo entre risas.
Solo nos falta un piti, condones y ya.- dice Jorge.
Para la próxima, ja, ja, ja.
Nos lanzamos de nuevo al mar y tras alcanzar la orilla Jorge se va dando un paseo por la orilla y yo me quedo con Héctor en la toalla.
¿Qué te parece?.- le pregunto.
Muy majo, además de comerla de vicio.
¿Mejor que yo?
No, te lo prometo.
Le invito luego a casa, ¿te apetece?
Uhmmm, no sé, noche de sexo con dos tíos buenos...
Le hago cosquillas y se sale de la toalla poniéndose de arena hasta los huevos.
Ja, ja, ja, pues, claro.
Eres un cielo.
Tú más, anda, déjame que me voy a dar un baño.
Jooo.
Vuelvo en nada.
Aplaudo y se echa a reír. Le veo yéndose hacia la orilla y suelto una gran sonrisa a la vez que siento un pinchazo en el pecho.
La tarde continua entre agua salada, fruta y risas. Se comienza a fraguar algo bonito entre los tres y después de las mamadas en la calita se nota que estamos deseando algo más.
Recogemos y nos vamos a mi casa. Entramos y tras soltar todo nos vamos los tres a la ducha. Todos mojados y con el rabo tieso vamos saliendo de la ducha.
Chicos ir a mi cuarto, ahora voy yo.
Valeee...-dicen los dos entre risas y agarrando el rabo del otro.
Busco mi pera anal y me hago una limpieza. No estaba muy sucio, pero por si acaso, además esta noche quiero que me dejen el culo bien abierto. Tiro de la cisterna y abro la puerta del baño que chirría de una manera un poco escandalosa. Entro al cuarto y me encuentro a los dos sobre mi cama de a cuatro patas con el culo en pompa y comiéndose la boca.
Joder, esto sí que son buenas vistas.- me acerco a ellos y les doy con el rabo a cada uno.
Les miro y se los acaricio. Meto la boca en uno de ellos mientras con una mano me trabajo el otro. Voy intercalando hasta que no aguanto más y busco un condón. Me lo pongo y les doy una palmada a ambos en el culo.
Pinto pintó gorgorito, saca la mano que yo no he sido, uno, dos y tres. A ti.
Jorge es el elegido. Héctor se pone abierto de piernas delante de Jorge y agarrándosela se la ofrece. Yo apunto con mi rabo que me cuesta hasta bajarlo de lo dura que la tengo y apretando un poco entra. Voy despacio hasta que siento que la tengo toda dentro. Le agarro de las caderas y le embisto con fuerza mientras él gime con la polla de Héctor en la boca. Héctor me mira y sonríe complacido.
Ahora Héctor está sobre mí cabalgándome y le estoy comiendo el culo y los huevos a Jorge. Siento las manos de Héctor acariciándome y los pelillos de los huevos de Jorge haciéndome cosquillas en la punta de la nariz. Jorge tiene el culo bien abierto y se lo como con ganas, muchas ganas. Me meto sus huevos en la boca y buscando su polla le masturbo.
Me pongo a cuatro patas a comerle la polla a Héctor y Jorge poniéndose detrás me la hinca sin pensárselo. Me ha dolido un poco, pero teniendo la maravilla de polla de Héctor se me pasa enseguida. Jorge la saca del todo y me la mete rápidamente, haciéndome soltar precum y perder un poco la cabeza.
Jorge me embiste con fuerza y su polla ya entra y sale sola. Yo encima de el bajo un poco y lo comienzo a cabalgar. Héctor está de pie mientras le como la polla.
Héctor métemela tú también.
¿En serio?
Nunca he hablado ahhhh... tan en serio...
Me echo para delante y Héctor se pone detrás. Encauza su polla hacia mi interior y noto la presión cuando entra. Solo se mueve Héctor, Jorge tiene poca maniobra. Estoy flipando del gustazo que es el tener dos pollas en el culo. Oigo a Héctor gritar mientras siento su lefa caliente cayendo sobre mi espalda. Se aparta hacia un lado y ahora Jorge coge velocidad dejándome el culo irritado. Me besa y gime mientras se corre dentro del condón, pero dentro de mí. Sin sacarla me pongo hacia atrás a masturbarme hasta que consigo soltar toda la lefa que llevo dentro. Héctor viene hacia ella y se la mete en la boca. Siento la polla de Jorge muy dentro de mí, creo que hasta le cabrían los huevos.
Sudorosos y satisfechos nos levantamos con temblor de piernas y nos damos una ducha.
¿Os apetece un baño en la piscina?.- les pregunto.
Vale y después ya me voy a casa.- dice Jorge.
Jooo.- le dice Héctor dándole un beso en la mejilla.
Bueno tal vez...
Yo si quieres cuando me suene el despertador te despierto y te vas.
Buena idea.
Nos vamos los tres a la piscina y tras un peta, unos baños y unas risas nos vamos de nuevo a casa. Cambiamos las sabanas y caemos los tres como losas. Yo en el medio y cada uno a un lado abrazándome me dormí como el hombre más feliz del mundo.