24.6.23

ArTe ErOtIcO











 

ReLATo. El hijo de mi hermana, FiNaL.

 




VARIOS DÍAS DESPUÉS


Mañana nos vamos, no tenemos prisa, pues yo no trabajo hasta agosto y aún queda una semana, pero también quiero estar con Miguel en casa antes de volver a trabajar y también por qué quiero que follemos en todos los sitios posibles de ella.


  • Echaré de menos esto.- me dice Miguel acostado a mi lado y acariciándome el abdomen.

  • Y yo. El año que viene si podemos más. Aunque, por una parte, tengo ganas de que conozcas mi casa.

  • Tengo muchas ganas.

  • Va a ser como un sueño hecho realidad, despertar contigo todos los días.

  • Yo llevo soñando con ello años.

  • Te quiero mucho.

  • Yo también te quiero mucho. Por cierto, ahí alguna cosa que quieras que hagamos antes de irnos.

  • Puesss....

  • Venga dímelo.


Me levanto y Miguel se sienta en el borde la cama, yo me agacho hincando rodilla y le agarro de la mano.


  • Pero....

  • Escúchame.

  • Vale.

  • Miguel, ¿me harías el hombre más feliz del mundo penetrándome con ese tremendo rabo tuyo, por favor?.

  • Ja, ja, ja, estás loco....

  • Un poco sí, pero por ti, bueno, ¿si o no?

  • Ja, ja, ja, pues claro que sí.


Me levanto y nos revolcamos por la cama.


  • Pensé que no querías o que no te iba ese rollo.- me dice Miguel besándome en la mejilla.

  • Si claro que quiero, siempre he sido versátil, incluso más pasivo que activo.

  • Yo no sé si de activo daré la....

  • Que... por supuesto y con tremendo rabo me harás ver el universo.

  • Callateee...- me dice tapándome la boca con una mano.

  • Ojalá pudieras meterte en la boca tu polla, cambiarías rápido de opinión, ja, ja, ja.

  • No creas que no lo intente, llegue solo a chuparme la punta, ja, ja, ja.

  • Ja, ja, ja creo que todos los tíos del mundo lo hemos intentado, a mí me paso igual.

  • Aunque prefiero ver tu cara mientras me la comes.

  • Uhmmm y yo la tuya.


Besos, caricias...


  • Te gustaría probar ahora.

  • Claro.

  • ¿Cómo quieres que me ponga?

  • Como tú estés más cómodo, ¿Qué posición te gusta más y cuál menos?

  • Pues me encanta boca arriba con las piernas abiertas y de lado, menos el perrito, por ejemplo. Creo que las que no pueda tocarte o verte no me gustan mucho.

  • Lo tendré en cuenta.

  • No me has comido el culo nunca, si no te ves preparado no pasa nada.

  • Quiero hacerlo.

  • No lo he hecho porque no ha surgido, pero ya te digo que no era por falta de ganas.

  • Vale, ja, ja, ja.


Me pongo en la cama boca arriba y me agarro las piernas tirando hacia mí, dejando vía libre a Miguel. Se pone de rodillas y siento sus manos acariciándome las nalgas y besándome por toda ellas. Después siento sus dedos pasar por la raja y siento como me duele la polla de lo dura que la tengo. Rodea mi ano con un dedo y aparta los pelillos, seguidamente mete su cara por completo y siento un placer instantáneo.


Miguel continúa con su cara metida en mi culo, su lengua es un frenesí, sus labios los mejores que han pasado por allí. Al cabo de un rato de tener los ojos en blanco de tanto disfrute noto un dedo entrar en mí. Es la primera vez que me mete algo por el culo y estoy ansioso de que sea su polla. Juega con ese dedo sacándolo y metiéndolo en mí. Mientras su otra mano y la boca me besan cada rincón de mi hermoso culo.


Ahora van dos y hasta tres dedos. Su boca está comiéndome los huevos a la vez que me dilata el culo con varios dedos. Creo que me voy a desmayar en alguna ocasión. Saca los dedos y vuelve a meter su cara en faena. Se levanta y agarrando el condón, se lo pone y me mira.


  • Lo del condón quita todo el glamour.- le digo poniendo pucheros.

  • Totalmente.


Me agarra por los pies y apuntando hacia mi ano aprieta con cuidado hasta que entra el glande. Y es que Miguel, como ya he dicho alguna vez, la tiene muy gorda y comenzando por el glande que es enorme. Me mira y sonríe. Le hago el gesto de que continué y me besa un pie a la vez que aprieta un poco más.


Me duele, pero ligeramente, no es un dolor como otras veces he sentido que creía que me iban a abrir en dos. Miguel no deja de mirarme atentamente por si tiene que parar y mientras va alternando un pie a otro para besármelo.


Por fin está toda dentro. Le pido que ponga mis pies sobre sus hombros y que disfrute de este momento. Habrá muchos momentos así, pero como la primera vez que penetras a alguien o te penetran no se olvida jamás.


Me acaricia las piernas mientras siento la penetración profunda de su polla en mí. Continuo desvaneciéndome en algunos momentos del gran placer que estoy sintiendo. Miguel tiene la cara más hermosa que se pueda tener en estos momentos. Me mira a mí y después mira como su polla se deja succionar por mi culo. Está como en trance, está más hermoso que nunca.


  • ¿Estás bien?.- me pregunta.

  • En la puta gloria, no pares nunca.

  • La verdad que no pararía y pienso que esto sin condón debe de ser...

  • La reostia si...ahhhh.... joder que bueno por dios...

  • Tienes un culo impresionante y me ha encantado comértelo, me lo apunto.

  • Ja, ja, ja, ahhhh....


Va acelerando poco a poco y siento cada vez más placer. Ahora Miguel tiene un dedo gordo de mi pie en la boca y va a un ritmo rápido. Su polla entra y sale de mí como un rayo. Yo me masturbo animadamente y creo que no me voy a correr, sino que voy a ser como un volcán. Miguel me junta los pies sin dejar de penetrarme y se mete ambos dedos gordos en la boca. Yo ya no puedo más y comienzo a eyacular como ya predije. La lefa sale disparada por todas partes y Miguel sonriéndome, no deja de chuparme los dedos y de darme el mejor polvo de toda mi vida.


Exhausto me suelto la polla y me dejo llevar por las embestidas de Miguel. Se nota la edad y se nota mucho. Su rapidez y agilidad ya no tiene nada que ver con la mía y eso que yo me cuido y tengo buena genética. El sudor cae por su cuello y su frente, está totalmente lleno de sudor. Se relame los labios y no deja de sonreír. Su cuerpo brilla como el de los vampiros de Crepúsculo en el sol.


  • Aún no tengo ganas de correrme.- me dice Miguel.

  • Pues sigue, por mi encantado.

  • No se me sabía mal por qué como te corriste.

  • Me has hecho correrme como nadie lo había hecho, ahora tú sigue y ya te correrás, alomejor me corro contigo de nuevo...

  • Uhmmm


La saca por un momento y me pongo más en mitad de la cama y Miguel detrás de mí. Pega su pecho a mi espalda y me la mete de lleno. Su polla ya entra sola y me encanta estar tan dilatado. Me acaricia el pecho y el abdomen y busca mi boca. Nos la encontramos y no dejamos de besarnos mientras me folla.

No sé si pasaron minutos u horas, pero sentirnos así, nuestras lenguas jugando entre ellas y su polla dándome el mayor placer del mundo estaba siendo un punto y final increíble.


Siento el sudor de Miguel cayendo sobre mí. Ahora acelera y siento como tiene ganas de correrse, le deben doler los huevos de no eyacular aún. Me mira y le miro. Acelera y gimo de gusto. De pronto la saca y me pone boca arriba, se pone encima de mí y agarrándose la polla junto a la mía nos comienza a masturbar. En medio minuto Miguel está corriéndose lo más grande por todas partes y yo del gusto de sentir su polla junto a la mía le sigo y me corro. Nos miramos y nos echamos a reír. Soltando ambas pollas cae a mi lado y se apoya en mi hombro. Nos besamos.


  • Sentía que dentro de ti y con condón no me iba a correr nunca.- me dice Miguel sofocado.

  • Suele pasar. Me ha gustado como lo has arreglado.

  • Ya te dije que me molo mucho...

  • Ya veo y siento ya...

  • ¿Te gusto?

  • Gustarme es poco, ahora siento mi culo abierto, frío y triste.- le pongo cara de pena.

  • Ja, ja, ja.


Lleva la mano hacia mi culo y me mete varios dedos.


  • Vaya sí que está abierto, sí.

  • Te lo dije, tu gran polla ha hecho un buen agujero.

  • Ja, ja, ja. Te seguiría dando, ¿lo sabes?.

  • Lo sé, juventud divino tesoro.

  • Lo haremos sin condón alguna vez.

  • Deseo que sí, pero para ello debemos hacernos pruebas y luego hablar del tema de si vamos a follar con otros o no.

  • ¿Qué?

  • Mira, vamos a ducharnos y bajamos al jardín y lo hablamos tranquilamente mientras comemos algo porfa.

  • De acuerdo...- me dice Miguel poniendo los ojos en blanco.


Me abalanzo sobre él y sin que se lo esperara le agarro la polla y me la meto por el culo. Él se queda quieto mirándome. Le cabalgo un poco y no dejo de mirarle a los ojos. La saco del todo y me la vuelvo a meter, así un buen rato hasta que la saco del todo y me levanto de la cama.


  • Eres muy malo...


Pucheros.


Comemos algo y saco el tema.


  • Bueno de lo que hablábamos antes. Sabemos que queremos estar juntos, eso él lo más importante y nuestro pilar.

  • Vale...

  • No voy a volver a decir lo de la edad, pero creo que si algún día te apeteciera probar algo más no me molestaría, incluso me gustaría hacerlo contigo.

  • ¿Te refieres a un trío?

  • Por ejemplo sí.

  • Creo que contigo tengo bastante la verdad.

  • Te creo, pero dentro de unos años todo eso puede cambiar, lo he visto en otras parejas, por eso prefiero hablarlo ahora.

  • Nunca me he replanteado nada más, por qué únicamente te he tenido a ti en la cabeza.

  • Lo sé.

  • Sé que tú has follado mucho más y es normal, lo que no sé si lo haces por mí o por qué tú quieres seguir follando con otros.

  • Noooo... para nada, no creo eso de verdad amor. Quiero hacerme las pruebas contigo y follar a pelo más de un millón de veces, pero tenemos que tener ahí la probabilidad de querer en algún momento algo más, no lo digo por ahora.

  • Perdona por pensar mal.

  • Tranquilo es normal, en parte nos estamos conociendo.

  • Cierto.

  • Por ahora, ¿monógamos?

  • Sí.


Me levanto para sentarme en su regazo y nos besamos. Estas charlas, aunque son incómodas de tener, son necesarias, así no hay ningún tipo de problema y los dos vais en el mismo camino.


CASA


Entramos en casa cogidos de la mano, Miguel me la aprieta fuerte, sé que es un gran cambio para él. Le devuelvo el apretón y entramos al salón. Desde allí se puede ver el patio, la puerta de la cocina y el pasillo que da a las habitaciones. Me suelta la mano y lo primero que hace es abrir la puerta del patio y salir.


  • Qué guay, que bonitas vistas.- busca mi mano y agarrándomela me la besa.

  • Además, puedes hacer nudismo.- le digo mirándole con cara de corderito.

  • Podemos. Me gusta mucho y eso de no tener vecinos que te puedan ver es un lujo.

  • Me costó lo suyo encontrarla, pero al final apareció. Ven por aquí.


Lo llevo a la cocina que es amplia y con una mesa, además de la zona de lavadoras y trastero. Después le enseño la habitación donde normalmente estudio y hago mis cosas, la de invitados y mi cuarto.


  • Vaya... es enorme.

  • ¿Te gusta?

  • Bueno....

  • No soy muy manitas en decoración, te lo dejo a ti eso si quieres.

  • ¿En serio?

  • Claro, así será también tu casa.


Me busca con la boca y encontrándome, nos besamos y abrazamos.


  • Bienvenido a casa, amor.

  • Gracias, gracias de veras.

  • A ti, ahora nos toca volver un poco a la realidad, pero siempre nos quedará esto.


Me toco el corazón con una mano y con la otra el suyo.


  • Te quiero.

  • Te quiero.


Nos besamos apasionadamente y Miguel se aparta, me mira y sonríe.


  • ¿Por dónde quieres que empecemos a follar?


Le miro divertido y me tiro sobre la cama. Se desnuda antes de tirarse sobre mí y nos abrazamos con fuerza.


Reímos, follamos, hablamos, somos él y yo con todo lo que venga.


                                                                             FIN




En BlancO y Negro