8.4.23

Relato. Mi pueblo y tu, 6ª parte.




 Sábado.


Abrí los ojos y vi su cara. Me quedé contemplándola por un minuto. Estaba tranquilo, se notaba que había babeado por la almohada manchada y se le veía paz en la cara.


- Deja de mirarme, jajajaja.

- Yooo si yo no te miraba...


Cerré los ojos como un niño pequeño y me quede allí sin moverme. Sentí su mano acercarse peligrosamente a mí y comenzó hacerme cosquillas.


- Jajaja, para...

- No me importa que me mires, en realidad me encanta, jajaja.

- Nunca te dijeron que tienes un ego muy grande, jajaja. Para....

- Ya ya paro, jajajaja.


Tumbado sobre mí siento su peso y su gran erección. Él también nota la mía, pues mueve su cuerpo para acoplarla con la mía.


- Muy buenos días.- me dice besándome por toda la cara.

- Muy buenos días sí.

- Uhmmm...


Le agarro del culo y presiono abajo para sentir nuestros rabos aún más juntos.


- Hay espera.- me dice levantándose y recolocándose la polla.

- ¿estás bien?

- Si solo que se me había descapullado y con el roce estaba viendo las estrellas.


Se vuelve a dejar caer sobre mí y agarrándole de la cabeza le doy muchos besos en la frente.


- Me gusta sentirte sobre mí.

- Y a mí estar encima de ti.

- Buen tándem.

- Aunque.... también me gusta estar...


Se incorpora y comienza a bajar dándome besos desde el cuello pasando por mi pecho, mi vientre y acabando en mi pubis.


- Por aquí... Uhmmm.- olfatea y mete la nariz en mi vello púbico. Pasa los dedos y me mira.

- Estuve a punto de depilármelo.

- Noooo por favor, me encanta.

- ¿En serio?

- Si mucho.

- No es más estético y más aseado todo depilado.

- Que va parecerás un niño, puajjjj...

- Visto así, nunca lo hice pero lo pensé.

- Si lo quieres hacer hazlo, pero por mí no, me encanta tu pubis.

- Gracias y a mí el tuyo.

- Pues yo sí que voy bien de pelo.

- Me gusta y me pone mucho.

- Eso me pasa con el tuyo.


Continúa pasando los dedos y con la otra mano me agarra el rabo y me lo presiona. Siento un calor desde el rabo hasta el corazón y siento mis huevos apretarse.

- Joderrrr...

- ¿Qué?

- Tu rabo.

- ¿Qué le pasa?

- Es enorme.


Me pongo colorado como un tomate mientras él saca la lengua y me lame la punta.


- Uhmmm precum...

- Como sigas comentando cada jugada me voy a correr en breve en tu cara, solo aviso, Jajaja

- Gracias por avisar abriré bien la boca.

- Ufffff...


Y eso hace abre bien la boca y se la mete entera de golpe. Siento sus labios calientes en mi pubis y como mi polla está rodeada de su calor. Tiene que ser algo parecido a meterla por ahí abajo. Se la saca con una arcada, pero no para de mamármela. Se la mete se la saca la besa la lame y yo ya no sé donde agarrarme. Tira con cuidado de mis huevos y me hace sentir escalofríos de nuevo. Siento hasta la planta de los pies sudada. Me está lamiendo solo el glande y cada vez que pasa la lengua por el frenillo es...es un delirio.


Sin dejar de tirarme de los huevos se saca la polla de la boca y comienza a subir dándome lametazos. Llega hasta mi cuello y me besa a ambos lados. Saca la lengua y recorre el camino con ella fuera hasta mis labios que raudos la agarran y no desean soltarla. No besamos intensamente sintiendo como mis huevos siguen siendo tirados de ellos y como mi prepucio baja más y más.


- Me toca.- le digo tras besarnos acaloradamente y rodar un poco por la cama.

- Me gusta oír eso.

- Date la vuelta.


Se tumba boca abajo y pasando mis manos por todo su cuerpo me quedo asombrado de su figura. Le abro las piernas un poco y le acaricio las nalgas. Su cuerpo se estremece y se le pone la piel de gallina. Subo hasta su cuello y lo beso, después le subo el brazo y meto la cabeza en su axila, inhalo su olor y le pego una lametada.


- Ufffff...


Voy bajando por el lateral de su cuerpo hasta llegar a su cadera. Se la beso y continuó bajando despacio sin prisa. Llego a su gemelo y se lo lamo, los pelos de sus piernas son cortos y suaves, continúo bajando y le beso el talón para después lamérselo y finalmente darle un pequeño mordisco.

Se ríe y se mueve de la risa.


- No pares XD.


Voy al otro lado y desde los dedos de los pies hasta el talón le doy un buen lametón. Se vuelve a estremecer y gime más que antes. Subo por sus piernas hasta llegar a su culo. Paso la lengua por su raja y continuo hacia arriba. Le lamo desde el sacro hasta el cogote y me paro a comerle el cuello.


- Me tienes....


Sonrió y continuo. Me pongo encima de el abierto de piernas sobre su espalda pero al contrario que él. Agarro su culo con ambas manos y bajando me meto de lleno en su ano. Lo observo y disfruto de su ojete estrellado y palpitante. Lo lamo y se sacude todo su cuerpo. Le abro bien las nalgas duras que tiene y me meto de lleno a comérselo. Nunca pensé que me gustaría comerle el culo a alguien, pero estoy descubriendo que es de las cosas más placenteras que existen, tanto comerlo como que te lo coman. Continuo sin dejar de comérselo y noto mi rabo duro sobre su espalda. Sinceramente, me encantaría metérsela ahora mismo, pero no creo que debamos. Borro esa imagen de mi cabeza y me concentro en lo que estoy haciendo, le meto un dedo y grita de placer. Lo saco y tras chupármelo bien de saliva se lo vuelvo a meter. Disfruto de ver como entra y sale y de como su ano se va acostumbrando.


Le entra y le sale solo, continúo comiéndoselo y le meto dos dedos, no puedo parar. Le beso las nalgas y siento su sonrisa.


Paro por un momento y le pregunto:


- ¿Estás bien?

- Mejor que en toda mi vida, ¿podría darme la vuelta necesito besarte con urgencia?


Me rio y me levanto, él no tarda ni medio segundo en darse la vuelta y abrir sus brazos. Me abalanzo sobre él y nos comemos la boca con fuerza. Siento su cuerpo sudoroso contra el mío y me encanta, amo a ese chico.


- ¿Podrías?

- Dime.


Tengo la cara en su cuello.


- Ya sabes... penetrarme...

- ¡Que¡.- me levanto un poco y le miro a los ojos, va completamente en serio me mira con su cara más franca y sincera.

- Fui a... espera voy un momento.


Se levanta y me quedo allí con las pulsaciones a mil por hora. Aparece con una caja y un bote.


- Lo compré el otro día.

- Pero estás seguro.

- Más seguro que nada, confió en ti.

- Pero tú a mí también...

- Si claro que sí, pero tendré que esmerarme y comerte el culo como tú me lo has comido a mí.

- Ufffff es que me encanta tu culo y tu ano.

- ¿En serio?

- De verdad que flipo igual que tú.

- Jajaja ven anda.


Marco se tumba boca arriba y me da el bote de lubricante.


- Ponme un poco en el ojete.


Lo abro y eso es mega líquido, la lio parda manchándolo todo.


- Mierda esto es....

- Jajaja tranquilo.


Recojo de las sabanas y lo acerco a su culo. Es nada más ponérselo y meterle un dedo que entra solo. Cojo más lubricante y le meto dos.


- Vaya, pues sí que lubrica si, ahhhh que gusto.


Le agarro el rabo mientras con los dos dedos le voy trabajando el culo. La verdad que con el lubricante es otra película totalmente diferente. Primero no tengo que estar echando saliva cada medio minuto, no le haré daño y además es superplacentero. Noto como mis dedos entran más y más, los saco y le meto tres. Su cuerpo se estremece y se mueve al son de mis dedos. Ahora es él el que se mete los dedos, solo de ver como se mueve me está poniendo malo, no sé yo si una vez que sé ella meta voy a aguantar mucho porque ya estoy casi corriéndome, noto como me sale precum sin parar del rabo, me lo agarro y lo masajeo para que se relaje que aún le queda faena.


- Póntelo por favor.

- Dame.

- Y ponte un poco más de lubricante.

- Vale.


Aún hay sobre las sabanas así que aprovecho. Lo del condón es un coñazo me la agarro y me masturbo y no es lo mismo, pero es lo que hay que hacer.


Marco levanta sus piernas y se las agarra. Me quedo mirándolo y me muero de verlo así tan entregado a mí, capaz de dejar que lo penetre yo primero, su primera vez y conmigo. Le beso la planta de los pies y sonríe de una manera que me hace latir mi corazón más rápido. Le cojo las piernas y me las pongo sobre los hombros. Me mira le miro y voy a ello. Primero paso el glande por todo alrededor hasta encontrar bien donde meterla, empujo un poco y nada, sigo moviéndome hasta que noto que entra. No dejo de observar su cara.


- ¿Bien?

- Si es extraño.

- ¿Duele?

- No es dolor es...no sé cómo describirlo.

- Paro.

- No....


Le amo.


Acaricio sus piernas y le vuelvo a besar los pies. Vuelvo a empujar y siento alrededor de mi rabo una sensación tan extraña como placentera, sus ojos están vidriosos, pero me pide con la cabeza que continué. Miro hacia abajo y tengo ya más de la mitad dentro. Se muerde el labio superior y sus ojos cada vez están menos vidriosos, busca mi mano y se la doy, busca la otra y se la doy también. Al tener mis dos manos coge fuerza y se impulsa contra mi cuerpo metiéndosela toda de golpe.


- Ahhhh....

- Marco, ¿estás bien?

- Ahora sí, necesitaba tenerla toda dentro, ahora no te muevas mucho.

- Vale me estaré quieto.

- Gracias.

- Sabes por fuera estás caliente pero por dentro estas en llamas.

- Jajaja.


Le miro y le veo como respira profundamente y va soltando el aire. No me muevo para nada. Noto como su cuerpo se va relajando, pero su polla sigue dura como un stabilo.


- Dale.

- ¿Sí?

- ¿Dani?

- Dime.

- Te quiero.


Boom mi corazón acaba de estallar.


- Yo también te quiero, mucho muchísimo.

- Soy tuyo Dani.


Alguna lágrima se me cae y de sus ojos más de una también. Bajo sus piernas y me acerco para besarlo. No es un beso es un compromiso. Continúo besándolo y siento como se mueve, mi rabo comienza a salir y a entrar dentro de el y la sensación aun con condón es de lo más maravilloso que haya sentido. Pongo los brazos a cada lado de su cuerpo apoyándome con las manos y mientras le doy besos y le digo cuanto le quiero le voy penetrando. Su cara pasa por miles de fases y tras un rato se convierte en pasión y en deseo. Ya no le duele se le nota, me pide que vaya más y más rápido y yo solo puedo que complacerle. Me incorporo y el se agarra el rabo para masturbarse.


- Necesito correrme o me van a explotar los huevos, jajaja.


Le entiendo, de verle como se masturba y de como le estoy follando siento un escalofrío que me lleva a embestirle y sentir como relleno el condón de mi semen. A la segunda embestida Marco comienza a correrse de manera convulsiva y con una cantidad de lefa desmesurada. Disfruto de la imagen y de sentirlo tras correrme. Él sigue oliéndosela con fuerza mientras empuja su cuerpo contra mi rabo.


- Joder Marco que manera de correrse...

- Ufffff joder no sé....no podía parar....


Yo creo que el condón lo llene también bastante pienso. Me acerco a él y siento como salgo de él. Me pongo a su lado y le como la cara. Se pone de lado y pega su cuerpo al mío.


- Dani como te quiero.

- Y yo a ti Marco.


Volvemos a sonreír y a sentir los ojos brilli brilli. Termino en su pecho mientras sus manos me acarician la cabeza.




UnCuT











 

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