15.3.25

OjEtE











 

Relato. HerManoS 1ª parte.




 Me llamo Héctor, tengo diecisiete años y vivo con mi padre y mi hermano mayor de dieciocho. Es sábado y acabo de llegar de fiesta un poco perjudicado, entro en casa y está todo en silencio, mi padre está trabajando y mi hermano supongo que seguirá de fiesta con sus amigos. Me bebo un gran vaso de agua y me como un par de yogures, subo arriba al cuarto que comparto con mi hermano, cierro tras de mí la puerta y me voy desnudando antes de llegar al aseo donde meo una buena meada para después lavarme la cara y los dientes. Me miro al espejo y sonrió tímidamente, miro mi cuerpo y mirando mi pene paso la mano por él, enseguida se me empieza a poner morcillona y enseguida la agarro y me masturbo, salgo del aseo y me tiro sobre la cama, continuo masturbándome y con la mano libre abro el cajón de mi mesilla y buscando en el encuentro lo que busco, lo saco y me lo llevo a la boca, es una polla de plástico, la lamo y la embadurno bien de saliva para después llevarla hacia mi ano donde aprieto contra él y siento como comienza a entrar.


Estoy allí en nuestro cuarto, masturbándome con una mano y con la otra, metiéndome la polla de plástico por el culo bien hasta el fondo, solo entra la luz del aseo, aun así tengo los ojos cerrados y cada vez que me meto la polla hasta el fondo me muerdo el labio inferior y gimo. No recuerdo bien en lo que pienso, solo creo que estaba muy cachondo y un poco borracho. Continuo trabajándome con ambas manos cuando de improviso siento abrirse la puerta de mi habitación.


  • ¡Estás aquí!.- grita mi hermano Adolfo.


Del susto agarro la sabana y me tapo como puedo, aún tengo la polla completamente dentro del culo.


Mi hermano entra al aseo y oigo, como mea, una meada larga y fuerte. Mi polla palpita al sentir el sonido y la polla que aún está dentro de mí. Siento la luz en mi cara del aseo y mi hermano, saliendo de él, se desnuda y se queda en calzoncillos, viene hacia mi cama y se sienta en ella.


  • ¿Qué haces?

  • Nada.


Comienza a hacerme cosquillas y me destapa un poco, me ve la polla totalmente empalmada.


  • ¿Te corte la paja?

  • Un poco sí.- le digo mientras me muevo y siento cómo me sale la polla del culo.

  • ¿Y eso?

  • ¿El qué?.- le digo moviéndome para que no la viera.


Tarde, porque cuando me quiero dar cuenta, la tiene en la mano.


  • Vaya, esta es nueva.

  • Sí.

  • Es enorme, me dice pasando su mano por ella como si la masturbara.

  • Bueno...


La suelta a mi lado y se lleva la mano a la polla encima del calzoncillo.


  • Sabes que las de verdad no son así, ¿verdad?

  • La verdad es que no.

  • Tú y yo tenemos la polla muy parecida, me dice sacándosela y enseñándome su erección.


No era la primera vez que le veía la polla, lo de compartir habitación desde un año de edad es lo que tiene, que la privacidad desaparece, además él fue quien me explicó cómo masturbarme.


  • ¿Por qué te tapas?

  • No sé.


Agarra la sabana y tira de ella, dejándome totalmente desnudo y empalmado. Él se levanta y se baja el slip para volver a sentarse en mi cama, se agarra la polla y comienza a masturbarse.


  • ¿Recuerdas tu primera paja?.- me pregunta mirándome a los ojos.

  • Claro.

  • Te miré cómo te la hacías.

  • Lo sé.


Me agarro la polla y me masturbo lentamente.


  • Siento haberte cortado el rollo.

  • No pasa nada.

  • Si quieres...

  • ¿Qué?.- le pregunto mirándolo.

  • Nada, déjalo.

  • Venga, dímelo.

  • Creo que debería pajearme en mi cama.

  • No me molestas.- le digo, moviéndome un poco y dejando que se acomode a mi lado.


Siento que su pie roza el mío y le dejo, siento su cadera junto a la mía y su hombro pegado al mío. Giró la cabeza y él también, nos miramos y soltamos una risilla nerviosa.


  • Quiero...

  • Dime.

  • Darte lo que te estaba dando este trozo de plástico.


Silencio.



Al cabo de un buen rato en el que los dos hemos estado callados y pajeandonos, me levanto. Me pongo sobre sus pies a cuatro patas mostrándole mi culo y siento su mano tocándomelo. La piel se me eriza y me pellizco un pezón y gimo, se mueve y ahora siento sus manos en mi cadera y cómo su polla pasa de arriba abajo por la raja de mi culo.


  • Échale mucha saliva.- le digo.

  • Mejor será...- me dice y siento que se levanta y abre el armario y saca algo y viene de nuevo hacia mi cama.


Oigo como destapa algo y de pronto un gel frío en mi ano y sus dedos alrededor de él, y al rato un dedo suyo dentro de mí y al cabo de un rato dos y cuando creo que no puedo estar mejor siento su polla entrar en mí y cuando está completamente dentro siento sus manos en mi espalda, me la acaricia y agarrándome de los hombros siento como la saca un poco para volver a meterla y siento como su cuerpo se pega y despega del mío y como embiste su cuerpo contra el mío haciéndome sentir algo que no había sentido nunca. Sus manos me abren las nalgas y su polla entra y sale de mí frenéticamente.


  • Date la vuelta, Héctor.



PlaYa NUdiSTA