28.9.24

Relato. Mi NueVo ComPaÑerO De PiSo. 9ªparte.

 


Cocinamos, nos reímos, nos besamos y después cenamos mientras nos contábamos la vida de uno y de otro.


  • Haríais buena pareja.

  • Y dale, jajaja.

  • ¿Me aceptaríais igualmente para alguna vez quedar?


Nos miramos.


  • Por mí no habría ningún problema.- —le digo sonriéndole.

  • Ni por la mía.- le dice Pedro sonriente.

  • Sois de lo mejor que me ha pasado, en serio.


Pone un poco de cara triste y los levantamos los dos a la vez para ponernos a su lado.


  • Estoy bien.

  • Lo sabemos.

  • Es que es difícil encontrar a gente con la que conectar, ¿sabéis?


Nos miramos.


  • Lo sabemos.- decimos a la vez.

  • Tengo 20 años, lo sé, lo que no es normal es que los tíos activos me quieren para follar y para que les coma la polla y a mí que me den, algunos ni me comen el culo, y otros más pasivos...no sé... perdonar.

  • A mí me pasaba un poco lo mismo, no follaba mucho en verdad, pero estaba cansado.

  • Es una mierda.


Le besamos en el hombro.


  • Gracias, chicos.

  • De nada.

  • Sois un cielo, además de ser en la cama lo mejor que me ha pasado.

  • Un placer, tú, sí que eres un cielo y follas que...

  • Pero que una pasada...


Nos besamos los tres.


  • Te quedas a dormir.- le digo.

  • No tranquis.


Nos miramos Pedro y yo.


  • Aún podemos...- dice Pedro levantándose y poniéndole la polla en el hombro.

  • Ja, ja, ja, sois peores que yo.

  • No sabes cuanto.


Se levantan y corremos hacia la cama entre risas.


Me pongo a recordar esa noche y se me eriza el pelo de todo el cuerpo y los ojos se me humedecen, follamos, follamos mucho, pero nos quisimos unos a otros y lo más bonito fue cada segundo de demostración, lo digo muy en serio, chicos, follar, follar y cansaos de follar, pero hacerlo con la persona que sea con cariño, amor, aunque no la conozcas de nada, esa persona tiene sus miedos, sus complejos, su manera de actuar porque no conoce otra o tal vez no lo sabe expresar, reconozco la paciencia a veces es complicada, soy el primero que la ha perdido y no está bien, no me enrollo.


Julio, Pedro y Rafa esa noche firmaron en el corazón de los otros dos, el sudor, la lefa y hasta un poco de pis que se me escapó de la risa estaban presentes y durmieron como nunca lo habían hecho abrazados los tres, unidos.



En la tarde del día siguiente estaba en el sofá, perdiendo el tiempo con el móvil cuando entró Pedro.


  • Hola.

  • Hola.


Se mete a su cuarto y sale desnudo, se mete al baño y escucho como mea, se me pone un poco dura.


  • Hay que comprar papel higiénico.- me dice limpiándose la punta de la polla.

  • Lo sé, mañana voy, hice una lista en To do.

  • Ahhh es eso que me ha llegado, jajaja.

  • Sí, jajaja.


Levanto las piernas y se sienta, pongo mis piernas sobre las suyas.


  • ¿Qué tal tu día? —le pregunté.

  • Largo, pero contento, aunque dormí poco anoche.

  • Dormimos, yo estuve todo el día con una sonrisa.

  • Estuvo muy muy bien, ¿verdad?

  • Sí que lo estuvo, sí.


Buscamos una mano del otro y nos la apretamos al unirlas.


  • Julio...

  • Dime.


Levanto las piernas y me incorporo para sentarme al lado suyo.


  • Quiero.... intentarlo.

  • ¿El qué?


Me mira y sonríe.


  • ¿Quieres que te lo diga?

  • Me gustaría.


Se recoloca en el sofá y me coge ambas manos, las mira, las acaricia, me mira a los ojos.


  • Me gustaría salir contigo.

  • A mí también contigo.


Me lanzo a su boca y termino en su regazo abrazándolo mientras él me da besos por toda la cara.


  • No quiero que cambie nada.- me dice poniéndose por un momento serio.

  • Podre entonces seguir acostándome con desconocidos.

  • Jajaja si son como Rafa y te los traes, por supuesto, jajaja.

  • Estamos fatal, y yo por ahora contigo, y las veces que veamos a Rafa me conformo.

  • Los dos sabemos que será a corto plazo.

  • El plazo que sea y ya se hablará.

  • Vale, pero te digo, ya que si te apetece comerte otra polla o pajearte con otro, por mí no hay problema mientras me lo cuentes y me invites alguna vez.

  • Jajaja, mira el tímido de cuando llegue.

  • Despertaste a la fiera.

  • ¿A sí?

  • Sí.


Le beso en el cuello y voy bajando hasta encontrarme con su majestuosa polla, se recoloca y me la meto en la boca, la relamo y la disfruto como si fuera mi sabor de helado favorito, se la miro mientras le masturbo y aún flipo de tenerla en mi mano y mucho más de que me quiera también, se la como con cariño, guarramente, sexy, se la agarro y me levanto.


  • Vamos fiera.

  • Jajaja.


Le llevo hasta el cuarto con su polla en la mano y al llegar me tiro sobre la cama y me levanto las piernas. Él se lanza a comerme el culo y siento que me tiemblas hasta los padrastros, me lo come hasta que siento que me mete tres dedos y que entran como si nada.


  • Fóllame, Pedro.


Le siento entrar, le siento entero dentro de mí, siento sus manos en mis pies, su lengua en los dedos de los pies, su polla entrando y saliendo frenéticamente de mi culo, también siento sus labios y su saliva por todo mi cuerpo, sus caricias, su mirada y su sonrisa, me folla y me hace el amor por partes iguales y cuando siento que me corro sale de mí para ponerse delante de ella y abrir la boca y cuando siente los trallazos los recibe y los disfruta, al igual que yo con sus lefazos, los saboreo por toda la boca y casi hago gárgaras con ellos, nos unimos sudados y felices.








SobaCO

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Relato. Mi NueVo ComPaÑerO De PiSo. 9ªparte.

  Cocinamos, nos reímos, nos besamos y después cenamos mientras nos contábamos la vida de uno y de otro. Haríais buena pareja. Y dale, jajaj...