17.2.24

uNcUt

 











VeLLo pUbIcO

 











RelAtO. IsAaC 5ª parte





 No sé cuanto llevo comiéndole el culo, pero seguiría días allí dentro. Ahora le estoy metiendo varios dedos mientras le como los huevos. Paco no sabe ya donde meterse. Se mueve y se retuerce con cada metida y con cada lamida. Saco los dedos y le hago bajar las piernas para ponerme sobre él.


Lo beso y frotamos nuestros rabos.


  • ¿Me follarías?

  • ¿Qué?

  • Me has oído perfectamente.

  • Sí, pero...

  • Quiero que me beses mientras entras en mí.

  • Pero...

  • Si no quieres lo entenderé no pasa nada.

  • ¿Estás seguro?

  • Más que nada.


Le levanto las piernas y apretando mi polla contra su ano siento como entra el glande. Me pongo sobre él y lo beso mientras empujo suavemente mi polla hacia su interior. Esta bien húmedo lo siento, pero la primera vez duele, lo recuerdo. Me aparto un segundo de sus labios y le observo. Me sonríe y busca mi cara. Le beso mientras siento que entra casi toda de golpe. Muerde mi labio inferior y comienzo a follarlo muy despacio, con mucha calma. Saboreando cada rincón de su interior. Su cálido interior que va a hacer que me corra en breve.


Continuo besándolo y saboreando su interior. He de reconocer que la sensación de que sea el primero en desvirgarlo analmente me pone mucho. Acaricio su suave cara y como puedo busco su polla para masturbarlo. Gime y me besa que da tanto gusto que no os lo podríais ni imaginar.


Beso, su cuello, su nuez, su oreja, sus ojos y su boca. Su lengua se enreda con la mía. Cada vez está más dilatado y mi polla entra a sus anchas. Siento palpitar su polla en mi mano. Me incorporo y tras embestirle con fuerza varias veces y verle sonreír de placer, la saco y le escupo en su polla. Me siento sobre él y me la clavo entera, hasta el fondo. Aulló como una verdadera perra, que es lo que soy, y comienzo a cabalgarlo con su mirada inocente clavada en mi polla que bombea de un lado a otro.


  • Joder...estoo...es...

  • Se siente estrecho, ¿verdad?

  • Siii...ahhhh...

  • ¿Es mejor esto que un coñito?

  • Ufff... ahora solo desearía darte la vuelta y follarte...ahhh...


Continuo un rato más disfrutando de clavarme su rabo por el culo y a continuación me levanto y me pongo a cuatro patas delante de él.


  • Lo tuyo son órdenes para mi amo.

  • Ja, ja, ja.


Siento sus manos y su lengua recorrer mi culo hasta llegar a mi ano. Le da varias lamidas y me lo besa para después comérmelo tan bien comido que me corro un poco. Su lengua es una maravilla, las chicas deben estar locas cuando les coma el coño. Ahora siento como golpea con su rabo en mi entrada y como se sujeta de mis caderas para comenzar a follarme de nuevo.


Sus embestidas son tan brutales que se me salen los ojos de las órbitas con cada una de ellas. No sabemos si quedara alguien en la playa, pero si es así debe estar flipando de los gritos que pegamos.

La saca y me pide que me dé la vuelta. Me tumbo sobre mi espalda y levanto las piernas para inmediatamente sentir su rabo dentro de mí. Se acerca y me besa mientras con mucha cautela me penetra y me hace por esos minutos olvidarlo todo.


  • Me corro...- dice Paco con la cara desencajada.

  • Córrete sobre mi polla y sobre mí...ahhh...


Y eso mismo hace, me llena la polla y el pecho de lefa caliente y entre espesa y líquida.


  • Vuelve a meterla.


La siento de nuevo en mi interior y el cuerpo de Paco estremecerse con cara metida y sacada.


  • Falta que te corras tú.

La saca y se pone a cuatro patas.


  • Lléname el culo amo.

  • Ja, ja, ja.


Con la polla goteando aún de su lefa, la enfilo hacia su agujero y se la meto de golpe. Paco grita y gime a la vez. Yo le doy varias embestidas y sin poder aguantar más me corro en su interior. Le lleno el culo con mi lefa y acaricio su piel y le pellizco los pezones cada vez que paso por ellos. La saco del todo y la vuelvo a meter varias veces, hasta que fatigado la saco y caigo rendido a su lado.


Nos besamos y nos hacemos un nudo entre los dos.


  • Gracias.- me dice Paco dándome picos.

  • De nada, ha sido un verdadero placer.

  • Y tanto. Sabes, me ha molado comerte el culo, la polla y follarte.

  • Algunos Almerienses y algunos turistas van a tener mucha suerte.

  • ¿Tú crees?

  • Eres un verdadero encanto. Eres educado, amable, cariñoso, alegre. Sé lo que es tener veinte años y no saber lo que se quiere en la vida. Yo lo descubrí hace unos años y tengo la afortunada suerte de dedicarme a ello. Estudia, investiga y folla mucho. Y por cierto, las próximas veces con condón, por favor.

  • Gracias de verdad. Nunca me habían dicho cosas tan bonitas.


Paco llora y yo lo acuno en mis brazos.


Nos bañamos por última vez y antes de irnos reponemos fuerzas comiendo algo.


  • ¿Te volveré a ver?.- me pregunta Paco con la boca llena de chocolate.

  • Ja, ja, ja, ven anda.


Paso la lengua por sus labios hasta que le quito todo el chocolate.


  • Tienes mi número, aún me faltan siete días, pero como te dije...

  • Isaac.

  • Sí.

  • Le contarás...

  • Pues no lo sé, realmente no estoy saliendo con él...

  • ¿Te gusta?

  • Mucho.

  • Qué afortunado es.

  • Anda ven aquí.


Nos abrazamos y nos besamos. Después de terminar de comer y darnos miles de besos, nos vestimos y nos vamos. Son más de las ocho y aun el sol está dándonos en la espalda al subir.


  • Tengo el coche allí.- me dice Paco.

  • Yo por aquí.

  • Un placer.- me besa.

  • Un placer inmenso.

  • Hablamos.

  • Hablamos.


Unos besos más y un fuerte abrazo y nos separamos.


Son las nueve cuando entro por la puerta del hotel. Miro el móvil e Isaac me dice que a y cuarto. Subo me ducho y bajo.


Está en la puerta vestido de calle muy muy guapo.


  • Hola.

  • Hola guapo.


Entramos, pillamos una mesa y cogemos algo de comer. Después mientras cenamos.


  • ¿Qué tal la playa, te gusto?

  • Mucho.

  • Es una preciosidad, esa y la que te enseñe para mí son las mejores.

  • Conocí a un chaval en la playa.

  • ¿Y qué tal?

  • Muy bien, nos liamos un poco.

  • Joder día redondo.

  • ¿Te molesta?

  • No, ¿por qué?

  • Por nada déjalo.


Deja de comer y me agarra de las manos.


  • ¿Estuviste bien?

  • Sí.

  • Eso es lo más importante.

  • Me siento raro, porque pensaba en ti.

  • Ohhhh... eres...


Se levanta de la mesa y poniéndose a mi lado, se acerca y me besa.


  • Me gustas, lo sabes y también sabes que soy muy abierto con el tema del sexo. Desde que te conocí no he estado con nadie más, pero nunca se sabe. No me molesta para nada que te follaras a otro, al contrario, me alegro por ti y mucho. Lo nuestro va más allá de lo físico, al menos para mí.

  • Y para mí.

  • Te queda una semana y quiero disfrutarla a tope.

  • Té...comería ahora mismo.

  • Yo también te quiero, mucho.


Sonreímos mientras nuestras nuestros labios y nuestras almas se juntan.




PeCtOrAlEs