Sábado
Me despierto con el brazo de Dani bajo mi cuello, me levanto y voy a mear. Cuando vuelvo está destapado y desnudo. Está mirando hacia la pared y su culo mira hacia mí. Sonrió y voy directo a él. Le beso por toda la espalda y bajo. Abro mis manos y le muevo los cachetes del culo.
Ufffff Dani...
Él gime y se retuerce un poco para ponerse boca abajo y abrirse de piernas. Me meto entre sus piernas y me lanzo de lleno abrirle el culo y meter la cara entre sus nalgas. Saboreo la zona y se la lamo. Dani gime y se agarra a la almohada. Continuo comiéndoselo hasta que le meto un dedo y juego con su ano un buen rato. Después le meto dos seguidos de tres. Cada vez dilatamos mejor y disfrutamos más de estas experiencias. Me acerco a por un condón y el lubricante, busco su cara y dulcemente le doy un beso en la mejilla. Me mira excitado y me pone el culo en pompa.
Fóllame.
Ufffff en esta posición...
Le agarro de las caderas y enfilo mi rabo. Se lo voy metiendo muy poco a poco y una vez lo tengo todo dentro, me quedo quieto unos minutos.
¿Bien?
Ufffff te podrías quedar así siempre porfa.
Ja, ja, ja.
La saco sin sacarla del todo y comienzo a embestirlo a un ritmo suave. Mis manos acarician su espalda y le abren el culo para ver como mi rabo entra y sale. Daniel tiene la cara metida entre las almohadas y grita mi nombre. Sonrió mientras le embisto con fuerza y siento mis huevos golpear los suyos. Con una mano busco su rabo y se lo masturbo. Lo tiene duro y descapullado. Se la meneo varias veces hasta que la suelto y continuo con la penetración.
Dale más duro Marco…
Hago caso a sus órdenes y agarrándolo con fuerza de las caderas le embisto como nunca antes lo hubiera hecho. Es raro, pero aún no tengo ganas de correrme, estoy disfrutando esto como nunca, y eso que esa posición no es de mis favoritas, pero he de reconocer que para disfrutar las embestidas está bien. La saco del todo y se la meto.
Marco…
Perdona...
No, no si era que me ha encantado...
A si...
La saco varias veces y le embisto, mi polla ya sabe donde está ese preciado agujero y lo encuentra sin problema. Ahora sí que la saco y le pido que se ponga de lado. Me pongo delante de su culo y con piernas bien cerradas se la meto.
Joder...
¿Duele?
No que va, es solo que ahora la sensación es distinta, me encanta, sigue, no pares...
Sonrió y me acerco a su cuello y se lo beso. Me tumbo detrás de él y continuo follándomelo hasta que noto como la presión de mis huevos aumenta y siento el orgasmo aproximándose. Le embisto con fuerza con cada latigazo de placer hasta que me dejo caer a un lado con el condón lleno de lefa. Daniel se da la vuelta y busca mi cara, me besa y con una mano me quita el condón para después bajarse a comerme el rabo. Me lo rechupetee bien y me la come durante un buen rato. Me rio de la sensación y mirándome viene hacia mí.
Me ha gustado mucho.- me dice besándome.
Y a mí.
Posturas nuevas.
Tendremos que probarlas todas para luego decidir cuál nos gusta más.
Si por favor hay que comprar un kamasutra gay inmediatamente, ja, ja, ja.
No me voy sin comprarlo.
Ja, ja, ja.
Me gusto, pero me sigue molando más cuando te tengo de frente y veo tu cara. Igual me pasa cuando tú me follas.
A mí también, pero la del perrito da mucho placer y para el que da mola. La de lado ha sido una gozada, porque tenía como el agujero más cerrado y al metérmela a sido... Ufff...
Me alegro.
Te quiero Marco.
Y yo a ti Dani.
Salimos de la cama para ducharnos y salir a desayunar.
Paseamos por el centro de Madrid, comimos bocadillo de calamares, nos hicimos fotos por todos lados. Hablábamos de miles de cosas, nos besábamos y no dejábamos de cogernos de la mano.
El día termino viendo una película en el cine y paseando de vuelta a casa.
¿Qué tal lo pasaron chicos?
Muy bien mama.
¿Por dónde habéis estado?
Por el centro y luego volvimos andando.
Un buen paseo entonces, ¿tenéis hambre?
La verdad que no comimos antes del cine, vamos a acostarnos.
Muy bien que descanséis.
Gracias, ¿y papa?
De guardia.
Vaya mándale un beso si hablas con él.
Dalo por hecho.
Nos encerramos en nuestro cuarto y antes de llegar a la cama ya estábamos desnudos y magreándonos.
Me encanta la calle, pero estar aquí así contigo me gusta más.
Si fuéramos en bolas por la calle sería horrible, ja, ja, ja.
Estaría todo el rato a cuatro patas, ja, ja, ja
Continuamos dándonos cariño hasta que caímos sobre la cama.
Que te parece si nos ponemos los dos condones y vamos alternando.
Uhmmm suena muy bien, pero recuerda que tu madre está abajo.
Lo se lo haremos en silencio.
Hicimos un sesenta y nueve y cuando teníamos los rabos más que duros nos pusimos los condones. Sin dilatar ni nada, Dani fue el primero en metérmela y aunque costo un poco cada vez era más fácil. Me agarro de las piernas y poniéndomelas sobre sus hombros, me follo. Yo solo le miraba como sus expresiones cambiaban y como disfrutaba de metérmela. Y yo de que me la metiera por qué teníais que ver qué pedazo de rabo tiene Daniel.
La saco y poniéndose sobre mí de cuclillas se sentó sobre mi polla. Le dolió porque su cara era de dolor, pero hasta que no se la metió no paro. Una vez dentro bajo las rodillas y buscándome me beso.
Dale poco a poco.
Doble las piernas y fui sacando y metiendo mientras su boca mordía mis labios. Esa postura también era nueva y había que decir que no estaba nada mal. La penetración era profunda y tenerlo comiéndome la boca era un punto positivo a la posición. Daniel se dejó caer y volviendo a ponerse de cuclillas sin sacársela, comenzó a cabalgar sobre mi rabo. Yo solo de verle casi me corro, su rabo rebotaba contra su vientre y sus huevos al bajar me daban en el mío. Me quedé como hipnotizado viéndole y sintiendo como él tenía todo el dominio de la situación.
Creo que esta posición me encanta.- me decía dejándose caer con fuerza y metiéndose casi mis huevos por el ojete.
Y una de las mías, Ahhhh
No dejo de cabalgar hasta que sudando a raudales se levantó y se tumbó él boca arriba.
Sube vaquero.
Ja, ja, ja.
Me coloqué como el y la verdad que la profundidad de la penetración era brutal. Tenía ganas de gritar cuanto lo quería y que no dejara de follarme así nunca, pero su madre, así que en todo momento mantuvimos las formas y gemimos en silencio, cosa que ya nos íbamos habituando cada vez más.
Me corro Marco...me corro...no pares dale más fuerte...
Y yo...ahhhh
Comencé a soltar lefa por toda la cama y sobre su cuerpo. Sentir su rabo dándome en la próstata hacía que no parara de correrme. No deje de soltar lefa hasta casi 15 lefadas después. Dani me miraba sonriendo y con cara de felicidad.
Ven aquí...
Sin salirme de él nos besamos llenos de lefa y sudor.
Menudo pringue creo que tengo hasta en el ojo, Ja, ja, ja.
Madre mía, tu madre estará flipando.
Si no hemos hecho casi ruido.
Eso es lo que tú te crees, ja, ja, ja.
Da igual ella también fue joven.
Sin parar de dejar que su rabo saliera de mí, lo deje que continuara follándome. Como quería a ese hombre y no solo por el tremendo cacho de carne que me estaba metiendo, sino por todo, era generoso, amable, gracioso, educado y muy buena persona.
¿En qué piensas?.- le pregunte.
En que tu rabo dentro de mí es de las cosas más maravillosas que me han pasado nunca.
Se puso del color de un tomate bien rojo.
También hay más cosas que me gustan de ti, pero ahora mismo sintiendo este gusto...
¿Te gusta mi polla?
Sí.- le dije sonrojándome.
Así bien dentro.- me dijo empotrándomela bien dentro.
Ahhhh Siiii...
¿Y qué más?
Tus huevos colganderos.
Ja, ja, ja.
¿Y qué más?
Tu ano precioso y estrellado.
No dejamos de decirnos guarradas mientras continuaba él mete saca.