Corriendo desde la cinta de correr lo miraba como levantaba las pesas y mi labio inferior cada vez estaba más mordido. Los sudores nos caían a la vez y la presión en la entrepierna me decía "para de pensar en sexo XD".
Tras correr me fui a la zona de estiramientos y decidí deleitarme mientras lo miraba. Cada poro de su piel era perfecto, cada músculo, cada contorno, todo en él me parecía perfecto. Sin esperarlo me miro y sacando su mejor sonrisa me dejo sin aliento y la posición que estaba haciendo para estirar piernas casi me hace tragarme el suelo. Me suelto la pierna y decido hidratarme, intento mirar hacia todos los lados y hacia ninguno, todo por no mirarlo y morirme de la vergüenza.
- Perdona, ¿te importa que me ponga aquí?
Pum¡¡¡¡¡corazón en mil pedazos de la presión que acaba de recibir de golpe!
- Si ponte yo ya casi me iba.
- Vaya no quería echarte.
- No que va, solo...
- Es broma, ja, ja, ja.
- Ahhhh... perdona estoy un poco sofocado.
- Ya veo, ¿quieres estirar conmigo?
Mi cara debió ser un sí enorme, no me cabía la felicidad.
Estiramos e hicimos ejercicios que nunca había realizado. Resulto ser un friki del deporte y hasta había trabajado de monitor una temporada. Según estirábamos y pasaban los minutos más nos relajábamos.
- Ahora si una ducha.- me dijo.
- Y bien merecida.
Fuimos a los vestuarios y aunque no teníamos las taquillas muy cerca, él cogió sus cosas y se plantó al lado mío. Nos comenzamos a desvestir y con cada pedazo de ropa que se quitaba mi corazón comenzó a latir más y más rápido y únicamente le pedía a mi polla que toda esa sangre no fuera a ella y que se mantuviera tranquila.
Las duchas eran individuales y en ningún momento pensé en ducharme con él hasta que estaba enjuagándome y le escuche decir.
- ¿Tienes gel ahí?
- Sí que cae, sí.
- Voy.
Y sin más lo tenía metido en mi ducha cogiendo gel y frotándoselo por todo su bello cuerpo.
- Gracias el de pared mío está vacío.
- No hay de qué.
- Que rápido eres ya te enjuagaste y todo.
- Ya suelo hacerlo rápido, sí.
Baje la cabeza y mirándome la polla, no me lo podía creer, la tenía mirándome fijamente y resoplando, no sabía donde meterme.
- Ya termino.
- No tranquilo si eso me vuelvo a la mía, pero...
Ese pero me dejo helado y mirando un poco hacia atrás le vi con la polla en la mano bien tiesa y bajando y subiendo prepucio.
- Joder.
- Eso digo yo joder...
- Ja, ja, ja.
Acercándose a mí me puso la mano en la boca y soltándola lentamente llevo sus labios hacia ella. Me acaricio el hombro con una mano mientras con la otra y con el rabo acariciaban mi polla.
Nos besamos hasta que el agua dejo de caer y mirándonos fijamente a los ojos sonreímos con la mirada y volvimos a comernos la boca, esta vez con pasión y desenfreno. Nuestras manos libres y llenas de jabón y agua se resbalaban por el cuerpo de otro, llegando hasta los sitios que más placer nos daban. No podíamos dejar de besarnos y de frotarnos. Buscando ambos penes los agarre con fuerza y masturbándonos al unísono, conseguí qué nos corriéramos mientras nuestras lenguas seguían hechizadas una de la otra.
Con el calor del momento pulsé el botón del agua y riéndonos nos duchamos el uno al otro y nos prometimos para la próxima un clima más seco.