9.5.21

ViDeO.


 

NaKeD DaNcEr.

















 

GoLd MaN.












 

FoTiS.
















 

ReLaTo. LaS DuChaS DeL GyM.

 


  • ¿Que es eso?.- le pregunte a mi compañero.

  • Propaganda que han dejado de un gimnasio que van abrir aquí cerca.

  • Que bien.

  • No me vendría mal apuntarme.

  • Ni a mi.

  • Bueno tu al menos tienes un cuerpazo.

  • Si claro.

  • Bueno vale.

  • ¿Nos apuntamos?

  • Pero vamos a ir.

  • Solo se que no voy a ir y si voy con alguien como que me obligo.

  • Ya te entiendo, venga va.


Cesar y yo trabajamos en una tienda de ropa. Yo llevo 10 años y el como un año y medio. Nos llevamos bien e incluso alguna vez nos hemos ido a tomar algo al salir, pero poco mas. Yo tengo mi circulo de amistades y el el suyo. Conectamos lo primero por que somos dos reinonas y tras escanearnos la primera vez nos lanzamos varias, pero yo no estaba en eso y estaba medio enamorado de uno, asi que se quedo en eso. Cesar es un año mas joven que yo, tiene 36. Es un hombre de estatura normal, muy guapo de cara y de cuerpo normal. Yo de cara no me veo guapo ni atractivo, resulton, pero de cuerpo estoy bastante bien, también por que no paro. Los fines de semana siempre estoy haciendo rutas, me gusta mucho nadar y antes de llegar a casa cada día me doy una vuelta. Lo que es verdad es que hará como 10 años que no piso un gimnasio, y ahora me apatecia por definir un poco.


Tras inagurar nos apuntamos y como teníamos el mismo horario al salir a las 5 de la tarde nos cogimos nuestras mochilas y fuimos. Entramos y estaba con gente pero tranquilo. Nos fuimos a los vestuarios y cogimos unas taquillas. Nos comenzamos a desvestir y yo me quede en pelotas, menos los calcetines y Cesar con los slips puestos me miraba de arriba abajo.


  • ¿Vas sin nada?

  • Llevo mallas de estas cortas.

  • Ahhhh

  • Si voy asi con esos pantalones que llevas tu en medio segundo la tendría fuera, jajaja.

  • Por eso te pregunte, jajaja.

  • Son súper cómodos, ¿te los quieres probar?

  • Ehmmm...

  • Mejor ahora que no están sudados.


Se bajo los slips y se los puso. La verdad es que soy un poco cabrona a veces, pero deseaba verle el rabo y ponerle nervioso.


  • ¿Que tal?

  • Bien, son cómodos. La verdad que la sujeta bien.


Yo ahí en pelotas y el con mis mallas me la puso medio morcillona. El me la miro y se sonrojo. Se quito las mallas con rapidez y pude ver como también se había empalmado un poco.


  • Perdona.

  • ¿Por?

  • Creo que los he mojado un poco.

Metí la mano y toque algo pringoso.


  • Ahhh tranquilo.


Se me puso mas dura aun y decidí vestirme, mientras la cara de mi compañero era un show de la vergüenza que estaba pasando.


  • Ahora me aprietan un poco, jajaja.


Le dije mientras le mostraba como me marcaba todo el rabo.


  • Para que mira como estoy.


Se volvió y se salía la polla del slip.


  • Es que es un slip muy pequeño, jajaja.

  • Y además me estas poniendo cachondo, para.

  • Yooooo....

  • Si tu...


Me senté en el banco y me ate las zapatillas. Me puse la camiseta y mire a Cesar.


  • ¿Listo?

  • Si.


Entramos y tras hacer un poco de elíptica nos metimos hacer musculación. Le preguntamos al chaval que trabajaba allí por donde comenzar y nos aconsejo unas tablas y eso hicimos. Trabajamos musculo y tras estirar y hacer unas cuantas abdominales, rendidos nos fuimos a los vestuarios.


  • ¿Ha estado bien?

  • La verdad que si, buen ambiente y como todo esta nuevo da gusto.


Nos desnudamos y fuimos a las duchas. Era como un túnel, a un lado las duchas al otro unos bancos para dejar la toalla y gel. Nos metimos bajo el agua y disfrutamos de la sensación de tras trabajar el cuerpo y sentirlo bien caliente, el frescor del agua recorrer tu piel.


  • Que gusto.- le dije.

  • Ahora si, jajaja.

  • Ya veras como en unos meses te haces, al principio cuesta pero luego ya el cuerpo se acostumbra y veras resultados.

  • Eso espero, ese culo que tienes es mi meta.

  • Jajaja.


Le mire y me miro. Nos quedamos uno enfrente del otro y el agua dejo de salir. Eran de esas duchas que en cuanto dejas de apretar al rato se corta sola. Nos mirábamos a la cara y mire también por si venia alguien. Sin decir nada me acerque y coloque mi mano bajo sus huevos. Note sus pelos y la piel de ellos estremecerse. Subí y note como su rabo comenzaba a elevarse. El me siguió y directamente me la agarro y me la descapullo. En varios meneos ya la tenia como un roble. Así masturbando al otro nos tiramos un rato. Mirándonos y disfrutando del sexo del otro entre nuestra mano.


  • Hola.


Nos quedamos de piedra al escuchar a un chaval entrar.


  • Perdona perdona....

  • Si si perdona...

  • Jajaja, traquis pero tener cuidado. Podéis continuar. Por mi mejor.


Nos miramos y nos quedamos de piedra al ver como el chaval, que seria como diez años mas joven que nosotros, dejaba la toalla y se agarro el pene aun en reposo. Nos miramos y volviendo acercarnos nos la agarramos y continuamos donde lo habíamos dejado.


El chaval era un jovencito típico cuerpo de gimnasio. No tenia un pollon, pero de cuerpo parecía cincelado a consciencia. Se bajo el prepucio y comenzó a pajearse mientras miraba como nuestros rabos bien tiesos se movían a buen ritmo. No tardo en ponerse bien duro, pero no se movió de donde estaba, solo nos miraba, miraba a la puerta por si entraba alguien, se miraba el rabo y vuelta a empezar. Cesar y yo ya estábamos a punto. Me había cogido el punto y me estaba encantado la paja que me estaba haciendo, y por su cara la miá a el tampoco parecía que fuera mal.


  • Buah tíos.... tenéis una pollas....

  • Tu también vas bien...- le dije.


Se puso a meneársela con mas fuerza y de pronto se movió hacia nosotros y se comenzó a correr sobre nuestros rabos. De verle dándolo todo, soltando lefa sobre nuestros rabos, Cesar se puso a correrse y a estremecerse. Yo de ver y sentir tal espectáculo también solté lefa por doquier. Con la polla de Cesar en mi mano aun, la mía el la suya y el chaval a nuestro lado la cosa era inaudita, al menos para mi.


  • Vaya pasada...- soltó el chaval.


Solté la polla de César y el la mía, nos miramos los tres y acercándome a César lo bese. Luego me acerque al chaval y también.


  • Ha sido increíble.- le dije.


Pulse el botón y colocándome bajo la alcachofa de la ducha les mire de reojo.


Cesar agarro el rabo del chaval y tras acariciárselo un poco se agacho y se la metió en la boca.


  • Buah tioo...para... que la tengo muy sensible....

  • Solo quería saber como te sabia.

  • Otro día vale.

  • Claro.


El chaval se puso a mi lado y encendiendo la ducha se ducho con calma. Cesar a mi otro lado y así los tres tras corrernos nos duchamos en silencio.


  • Hasta luego chicos.- nos dijo el chaval despidiéndose con la mano.

  • Hasta otra.- le dijimos.

  • Ha sido guay, ¿no?

  • No esperaba que pasara esto.

  • ¿Conmigo o con el chavalín?

  • Con ambos.

  • Contigo me apotecia desde hace tiempo si te soy sincero.

  • ¿Enserio?

  • Si.

  • Pero estabas con...

  • Roberto.

  • Ese si.

  • Nada se fue.

  • Vaya.

  • Estoy bien, muy bien.

  • Me alegro.


Se acerco y me dio un beso en la mejilla.


  • La verdad que también me apetecía.

  • ¿Si?

  • Si, pero como estabas con alguien y eso, pues lo deje correr.

  • Bueno ahora nos podemos correr juntos, jajaja.


Cada uno se fue a su casa y al día siguiente tras terminar de trabajar nos fuimos de nuevo al gimnasio. Estábamos cambiándonos cuando me dijo:


  • Mira, ¿te gustan?

  • Vaya parecidos a los míos, ¿ a ver?


Los cogió y toco la tela.


  • Parecen cómodos y mejores que los míos, ¿te molo eso de ir en bolas?.- le dije.

  • Mucho.- me contesto todo contento meneando su pene y poniéndose sus mallas nuevas.

  • Te quedan de puta madre.

  • Gracias.

  • Ten cuidado con empalmarte mucho por que se nota una barbaridad.

  • Lo intentare, no prometo nada.- me dijo dándome un azote en una nalga.

  • Anda vamos.


Salimos a la sala y ese día tras cardio nos tocaba trabajar espalda. Después había una sesión exprés de abdominales y nos metimos. Terminamos con la lengua fuera.


  • Joder que cañero...

  • Toy reventado, me tiemblan hasta las pestañas.

  • Una ducha y como nuevos.- le dije guiñándole un ojo.

  • Uhmm...


Entramos y nos desnudamos, cogimos el gel y la toalla. Entramos en las duchas y había tres hombres enjabonándose y charlando entre ellos. Nos miramos y dejando las cosas en el banco dejamos que el agua nos quitara el sudor que nos recorría por todo el cuerpo. Nosotros seguimos duchándonos y los hombres ya estaban en los bancos secándose.


  • Este es el mejor momento, solo me falta una buena paja y ya llego a casa nuevo.- dijo uno de ellos.

  • No estaría mal no.- dijo otro.


Me gire y vi a los tres con el rabo en la mano dándole mientras sus rabos se iban poniendo bien morcillones.


  • ¿Os molesta chicos?.- nos pregunto.

  • No no para nada.- le dijimos.

  • Si queréis uniros vamos a la sauna.


Nos miramos a la cara y después al rabo del otro.


  • ¡Nos apuntamos¡

  • Vamos venir.


Entraron ellos primero y nosotros detrás.


  • Hola Jaime, ¿Cómo va?- le dijo uno a otro que estaba dentro de la sauna.

  • Aquí pelándomela un poco, ya os echaba de menos.

  • Jajaja, anda deja sitio que venimos con compañía.

  • Vaya...


Los tres hombres serian de casi cincuenta, pero de cuerpo estaban muy bien cuidados, además de tener unos buenos huevos colganderos los tres, sus rabos brillaban y se veían deliciosos. El nuevo era mas joven, tenia mucho vello, sobre todo en la ingle, un rabo sobresalía bien tieso con un glande reluciente y brillante que se antojaba lamerlo.


  • Entrar chicos, poneos cómodos.- nos dijo.


Los tres hombres se pusieron en una grada superior y nosotros mirándonos le solté a Cesar.


  • Me voy a comer el rabo de este tipo, ¿te gustaría comerme el culo?

  • Pues claro....


Se coloco al lado del hombre y con una pierna en el suelo estirada y otra apoyada con la rodilla sobre la grada se engancho al rabo del hombre y me ofreció su culo. Me acerque y de un lengüetazo le lamí desde los huevos hasta el ojete. Le abrí bien las nalgas y metí la boca para succionarle y jugar con su ano. Los gemidos ahogados se escuchaban por toda la sauna. Levante la cabeza un segundo y los tres tipos estaban masturbándose uno a otro mientras nos miraban. Cesar estaba bien agusto comiendo el rabo de ese hombre, la cara del hombre era de gusto y de no saber donde meterse.


  • Nene como sigas así me voy a correr en tu boca en nada.....

  • Genial entonces.- le dijo sacándosela por un momento.


Continué comiéndole el culo y agarrándole del rabo se lo eche para atrás y comencé a chuparle el frenillo y a lamerle el glande alrededor. Metí un par de dedos en ese culo y se lo trabaje mientras disfrutaba de sus huevos en mi boca. Los tres tipos comenzaron a gemir y mirándoles vi como se estaban corriendo. Volví a lo mío y metiéndole dos dedos gordos en ese ano, se lo trabaje hasta que me incorpore y dándole con mi rabo en la entrada me comencé a pajear hasta que note como le llenaba de lefa la espalda y caía por su culo.

  • Joder tío menuda corrida...

  • Te la metería Cesar....


Cesar estaba a lo suyo, seguía mamándosela y pajeandolo. El tipo no tardo nada en correrse en su boca y Cesar tras dejarlo bien relamió se acerco a su boca y se la comió. Yo continuaba con el rabo tieso y pajeandome. De vez en cuando pasaba el glande por su culo y recogía mi propia lefa, para continuar pajeandome.


  • ¿Puedo comértela?. Me pregunto uno de los de arriba.


Me levante y se la puse en la cara, se la metió entera y me la chupo. Los otros dos me miraban y acercándome a ellos se la ofrecí y la acogieron con alegría. Mire a Cesar que estaba al lado mío pajeándose mientras el tipo le daba lametadas en la punta y jugaba con sus huevos. Cesar no tardo en correrse en su boca y el tipo se engancho a ella y no paro hasta que Cesar le suplico que parara.


Los seis terminamos tirados obres las gradas con la respiración entrecortada y riéndonos.


  • Muchas gracias chicos, ha sido...

  • Alucinante...

  • Igualmente.- les dije.

  • Nos vemos por aquí.- dijo el tipo.


Cesar y yo nos quedamos un rato mas en la sauna.


  • Estado a nada de metértela.

  • Haberlo hecho.

  • ¿Enserio?

  • Creo que desde ayer que me masturbaste no pienso en otra cosa.

  • Mira.


Le mostré como mi rabo estaba duro de nuevo y levantándose se sentó sobre mi y agarrándome la polla se la introdujo.


  • Joder que rabo tienes....

  • Y tu un culazo....


Se la metió en nada. Se dejo caer y agarrándome de la cara me beso. Continuo comiéndome la boca mientras se levantaba y se volvía a sentar. El placer de sentir su esfínter alrededor de mi polla era increíble. Se quedo un poco levantado y me dijo:


  • Venga dale....

  • Ufff...


Le comencé a follar con fuerza, le comí los pezones mientras sentía como mi rabo entraba y salía de el. Alguna vez se escapaba fuera pero en nada Cesar la agarraba o la buscaba con el culo y se la volvía a meter. Después deje que me cabalgara. Con fuerza se dejaba caer sobre mi y mi rabo cada vez lo notaba mas dentro de el.


  • Me corrroooo....


Comenzó a correrse sobre mi pecho, levanto las caderas y tras varias embestidas me corrí dentro de el. Se volvió a dejar caer y con mi rabo aun bien duro en su interior nos besamos acariciándonos la cara, el pelo, la espalda.


  • Gracias.

  • Joder de nada, a ti.

  • Jajaja, no me levantaría.

  • Quédate así, yo te cojo y te llevo a casa con la polla metida.

  • Te imaginas, jajajaja.


Continuamos besándonos y poco a poco nos relajamos y nos fuimos a duchar.


Ya estábamos vestidos cuando me dijo:


  • Me ha gustado mucho lo de hoy.

  • Y a mi.

  • No busco nada serio, pero si te apetece quedar un día que no sea aquí, a mi me molaría.


Me acerque y le comí la boca.


  • A mi también me molaría.

  • Guay.- dijo con una cara de alegría que era para comérselo allí mismo.

  • Mañana como cerramos, ¿te apetece venirte a casa?

  • Estaría bien si.

  • Genial.


Al día siguiente cerramos sobre las nueve y media y nos fuimos a mi casa. El morbo que había en el gimnasio estaba claro que no estaba en mi casa. Cenamos y nos reímos viendo una serie en la tele y tras recostarnos me levante y apague la tele.


  • ¿Qué pasa?

  • Quiero, necesito que me folles.

  • Vaya...directo.


Me desnude delante suya y me puse de rodillas entre sus piernas. Le desabroche el pantalón y con su ayuda le baje los pantalones y el slip. Se lo quite del todo y agarrándole la polla con las dos manos le mire la cara.


  • ¿Que?

  • Nada, me gusta.

  • Me alegro, a ella también le gustas.

  • ¿A si?.- le dije dándole un lametón en el frenillo.

  • Y si le haces esas cosas terminara queriéndote.

  • Anda que polla tan...

    Le rodee el glande con la lengua y le agarre de los huevos.


  • Y estos huevos....

  • ¿Te gustan?

  • La verdad que si.- le dije manoseándoselos. Son suaves y peludos a la vez de grandes.

  • A mi me gustan los tuyos sin pelos y bien recogidos, los míos son muy colganderos.

  • Me gustan colganderos.- le dije metiéndome un huevo en la boca.


Le comí un huevo y luego el otro, no paraba de meneársela y de ver su cara.


  • ¿Te gusta rápido, lento?

  • Depende del momento, de normal las pajas lentas y cuando follo rápido.

  • Vale...

  • Pero que me da igual, ¿y a ti?

  • Pues igual creo.


Continué jugando con su rabo y disfrutando de verle la cara. Me eche bien de saliva en la mano y le pajee bien desde arriba.


  • Ufff

  • ¿Te gusta?

  • Mucho.

  • ¿Y si aprieto?

  • Ufff, mucho mas....ahhh

  • A veces cuando me hago esto pienso que se la estoy metiendo a alguien, jajaja

  • Nada que ver, aun así me molaaaa....ahhh...mucho...

  • Ya veo ya....


Le agarre de la base del rabo y se la estrangule. Se le puso bien dura y el glande se volvió mas oscuro y mas hinchado.


  • Vamos a mi cuarto.


Me levante y me siguió, encendí una lámpara con luz mas intima y me tire sobre la cama. Cesar se coloco a mi lado para darme un beso y enseguida se dio la vuelta y poniéndose sobre mi me metió su rabo en la boca y abriéndome las piernas me busco el ano. Note como caía saliva sobre el y como sus dedos lo manoseaban alrededor. Le deje follarme la boca, no es de las cosas que mas me apasionan, pero si a la otra persona le mola y no me molesta en ese momento lo aguanto. Sentí como sus dedos intentaban abrirme el culo y continuaba echándome saliva. Con sus dedos me abría y los metía. Me estaba poniendo mas cardíaco que nunca. Aun no me lo había comido solo jugaba con sus dedos. Por fin sentí como se abalanzaba y sus labios se pegaron a mi ojete. Me abría el culo con furia y las piernas me temblaban de mantener la postura tanto rato. Se dio cuenta y sacándome su rabaco de la boca se coloco delante mía y me puso de lado. Se acerco y colocando su rabo en mi entrada fue metiéndomela mientras con ambas manos me apretaba las caderas y los glúteos. Era una de la maneras mas complicadas de penetrar si no estas habituado, pero pera para el que te la esta metiendo es gloria divina. Yo por suerte dilato muy bien, además Cesar me lo había abierto a base de bien.


  • ¿Estas bien?.- me pregunto.

  • Mejor que bien...


Se vino hacia mi y me beso. Volvió a la postura y jugo a metérmela con calma y a sacarla igualmente. Me levanto una pierna y se la coloco sobre un hombro. Continuo follandome y agarrándome de los huevos tiraba de ellos con cuidado.


  • Si no te mola me lo dices.

  • Sigue favor....

  • No se por que pero me encanta follar tirando de los huevos.

  • Cada uno con los suyo, a mi me mola follar comiéndome sus pies.

  • ¿A si?


Con una mano continuo tirándome de los huevos y con la otra bajo mi pierna y me comenzó a chupar los dedos. Metía su lengua entre cada dedo, lamia la planta, me mordía el talón y me chupo el dedo gordo, mientras sentía que cada vez iba penetrándome mas rápido. Deje mis pezones y
huevos, que comencé a pajearme y sentí como me corría como una manguera. Cesar acelero y sin sacarse el dedo gordo de mi pie de la boca y sin dejar de tirar de mis huevos me embistió con fuerza hasta que sintió como el orgasmo y la lefa me llenaba por dentro. Continuo un buen rato mas asi, lamiéndome el pie y disfrutando del pene súper sensible entrando en mi. Los huevos ya me los había dejado libres. Me bajo la pierna tras besarme cada dedo y se engancho a lamerme el rabo y el culo.


  • Sabes tan bien.

  • ¿Ha ver?


Se lanzo sobre mi y pude saborear mi lefa y la suya junto a nuestras salivas. Nos movimos en la cama mientras nos besábamos y nos acariciábamos.


  • ¿Te quedas?.- le dije.

  • ¿Quieres?

  • Lo dudabas...

  • Bueno no se...

  • Anda vamos a ducharnos....





PeCtOrAlEs