24.2.21

El repartidor.

 


No se vosotros pero yo estoy enamorado de mi polla, desde que comencé a satisfacerme con ella cada segundo vivido y estimulado es un verdadero placer, y no es que mi polla sea la mejor del mundo, pero es la que me ha tocado, es de unos 18 cm, curvada hacia la derecha, cabezona, un poco gruesa y con pellejo, una de las cosas que mas me gustan de comerme un rabo es que pueda bajarle y subirle el pellejo, cada uno con sus cosas.


¿Tú que opinión tienes de tu polla?


Dejando de lado un poco mi polla, os cuento lo que viví el otro día, estaba en mi trabajo, soy repartidor de comida a domicilio y voy en bicicleta, ese día entraba a las seis de la tarde y comencé poco a poco y como siempre a partir de las ocho es un no parar, uno de los pedidos era de una de las mejores hamburgueserías de la ciudad, por lo que vi en el ticket menú para una persona, llegue, llame al timbre y subí, tras abrirse la puerta del ascensor su puerta estaba justo delante y apareció un hombre de mi edad, unos treinta, con unos pantaloncitos cortos, camiseta de tirantes y descalzo.


  • Hola, ¿Raúl?

  • Si.

  • Tome, que aproveche.

  • Se te ve cansado, ¿quieres un algo de beber?

  • No gracias, de verdad.

  • Una coca cola rápida....


No suelo decir que si, pero miraba su rabo tambalearse entre las telas de ese mini pantaloncito y me estaba poniendo malo.


  • Un vaso de coca cola y me voy antes de que me suene otro pedido.

  • Genial.


Entre y me quede plantado en el salón, deje todo en la mesa y espere, llego al rato con un gran vaso de bebida y de un trago me lo bebí.


  • Gracias, no sabia lo sediento que estaba.

  • Ni yo.


Me acerque a el y le comí la boca, besaba tan lindo, metí la mano bajo su pantalón y su rabo ya tieso se sobresalía de el, me agache y me la metí en la boca, era bastante gruesa, sin circuncidar y con un glande que daba gusto lamer. Ni tres minutos y sonó el móvil. Me la saque de la boca y mire el móvil.


  • Tengo cinco minutos.

  • Que pena, mira como babea.


Sentía los huevos a mil, no sabia si sacármela y descargármela o que se corriera el, solo se la comía con ansiedad. Volvió a sonar mi móvil.


  • Tengo que irme.

  • Tranquilo, lo entiendo.

  • Gracias.


Le agarre de los huevos, le comí con fuerza la boca y me marche.


Y un pedido y otro, calle arriba y calle abajo. Una hora mas tarde llevaba un pedido de una casa de tartas y al ver la dirección sonreí, era la suya, de nuevo el mismo ritual, pero esta vez al abrirse el ascensor la puerta ya estaba abierta. Entre y ahí estaba, sobre la mesa agarrándose las piernas y dejándome el culo todo para mi. Solté los trastos y me abalance sobre su ojete, era peludo y muy sabroso, rosado y moreno, le comía los huevos y volvía a bajar mientras le escupía constantemente en el ano, estaba temiendo que sonara mi móvil, estaba disfrutando tanto, me acerque a su polla y me la comí mientras sacaba mi polla y la acercaba a su entrada, me daban ganas de follármelo durante horas, solté su capullo de entre mis dientes y subí por sus piernas hasta meterme su dedo gordo del pie en la boca, mientras con un dedo gordo de mi mano le trabajaba el culo, sin pensármelo le metí el glande un poco y pare, le acerque los dedos gordos de ambos pies a mi boca y se los comí, de nuevo sonó mi móvil.


  • Voy a explotar.

  • Y yo.


Volví a meterle un poco mi polla y le bese ambos pies con dulzura, la saque y le ayude a incorporarse, junte nuestros rabos y lo bese.


  • Ya sabes donde vivo.

  • Si.

  • Ven cuando termines por favor.

  • ¿Quieres?

  • Como no voy a querer, anda vete y termina la faena. Toma mi numero, llámame cuando vayas a venir.

  • Ufff me duele la polla.- le dije mientras intentaba metérmela en los slips.

  • Normal con ese pollon, jajaja

  • Intenta no correrte porfa.

  • No pensaba.

  • En dos horas como muy mucho estoy de nuevo aquí.

  • Hasta ahora.


Realice los pedidos siguientes como nunca lo había echo antes, deseaba estar entre esas piernas, sentir su piel en mi boca, su ojete dejándome entrar.... Ufff, pare de pensar por que en mas de un momento creí que me corría sobre la bicicleta.

Por fin a eso de las once y cuarto entregue mi ultimo pedido, cerré la aplicación y lo llame.


  • Hola.

  • Hola, ya termine.

  • ¿Quién eres?

  • Daniel, el repartidor.

  • ¿Quien?

  • El que te va a dejar el culo....

  • Ahhhhh

  • Capullo.

  • Anda vente, ¿tienes hambre?

  • Mucha.

  • ¿De que tipo?

  • De ti.

  • Ganas de sentirte.

  • Igual.

  • Hasta ahora.

  • Hasta ahora.



Pedalee con fuerza y con una sonrisa de lado a lado, entre en su casa y allí estaba, había colocado un montón de mantas sobre la mesa, me esperaba en la misma posición y con un bote de lubricante y una caja de condones en cada mano. Me desnude y rodee la mesa, me acerque a su cara y le bese, me subí a ella y le plante el culo en la cara, deje que me lo comiera mientras me ponía el condón y le untaba el culo de lubricante, me trabajo el culo con la lengua y yo mientras le trabajaba el suyo con los dedos y su rabo entraba y salía mi boca, no aguante mas y bajándome de la mesa coloque su piernas sobre mis hombros y le penetre, el se agarro al borde de la mesa y grito de placer, le volví a embestir y ya casi la tenia toda dentro, otro poco mas y mi pelo púbico rozaba con sus huevos colganderos, le sujete bien de los muslos y con fuerza me lo folle con dureza, tenia un ano prieto que daba gusto con cada metida, el continuaba sujetándose y gritando de placer, su rabo se meneaba de lado a lado y se veía majestuoso, la saque y me agache para comerle la polla, deje que descansara las piernas y disfrute de todo su rabo, me volví a subir a la mesa y mientras le besaba con fuerza me unte el culo con lubricante y me metí un poco de su rabo.


  • No llevo condón.

  • Solo quería sentirte un poco, en un rato te lo pongo, primero quiero terminar con tu culo.

  • Ufffff.


Mientras le decía eso levanto la pelvis me la clavo entera y la saco. Le mire con deseo y le pedí que se pusiera a cuatro patas. Le bese los pies y le azote el culo con fuerza, metí mi boca y mi nariz entre sus nalgas y disfrute del aroma de ese lugar tan exquisito y privado, mi rabo continuaba como una piedra y con el condón aun, le escupí en el ano y sujetándolo por las caderas le embestí de una y un sonido como un aullido salió de su boca, abrió un poco la piernas y lo penetre con dureza, de vez en cuando le azotaba o le mordía la oreja, cada vez sentía mas la lefa a punto de salir, le pedí que se diera la vuelta y mirándolo mientras se masturbaba le folle con fuerza.


  • Joder tío nunca me habían follado así, cuando te pille yo a ti veras.

  • Deseandito estoy, Ufffff


Sentí como la leche estaba a punto de salir y sacándola me quite el condón y me masturbe rozando con la punta su ano, la lefa espesa salpico sus ano, sus huevos y hasta su rabo, se la hubiera metido de lleno, pero no, esta vez no, me agache y me comí mi lefa mientras le lamia todo, con los dedos me puse un poco en mi culo y tras chuparle la polla un poco.


  • Me he untado el culo de lefa, es todo tuyo.


Se incorporo y yo colocándome a cuatro patas oí desgarrar el precinto del condón, metió su cara en el y su lengua recubría mi ano con furia, sentí como sus dedos se jugaban quien entraba primero y un azote improvisado me saco del trance, al menos tendría tres dedos follándome sin parar, al fin sentí como su rabo se colocaba en la linea de meta y tras un nuevo azote su polla entro de mi como una estocada, sentí como si me partieran en dos, he de decir que su rabo era mas grande que el mio y de gorda aun mas, de nuevo otro azote y sentí como poco a poco me iba trabajando el culo para que no me doliera tanto.


  • ¿Mejor?

  • Si.

  • Si me paso en algo dímelo.

  • Vale.


Era de agradecer eso, no todo el mundo te pregunta le importa como estas, es verdad que muchos y yo entre ellos tenemos un culo que follar y se nos va, solo nos interesa meterla o que nos la coman y luego se rechupeteen la lefa de la comisura de sus labios rosados.

Yo no se como soy de follador, pero este tipo era un maravilloso pasivo y un activo increíble, aguanto mas de media hora, durante la cual me coloco de todas las posiciones, me comió cada parte de mi cuerpo y me hizo comerle los huevos y el ojete de nuevo, no cabía en mi de emocionado y de cachondo de nuevo.


  • ¿Tienes ganas de correrte de nuevo?

  • Si.

  • Cuando termine de follarte nos corremos juntos.


Y así fue, me tenia boca arriba con mis pies en su boca y tras varias embestidas que sentí como el mayor de los placeres del mundo, y sentía como los dedos de mis pies rozaban sus labios y su lengua, la saco y tras quitarse el condón junto nuestros rabos y tras una increíble paja conjunta nos descargamos los dos exhaustos, entre sudor y lefa.


  • Joder.- le dije.

  • Que bien he echo en pedir hamburguesa.

  • Jajaja.



Continuara.....

PeCtOrAlEs