13.5.23

ReLATo. El hijo de mi hermana, 1ª parte.





 Desde hace tiempo mis padres tenían una casa en la playa de Gandía, al morir los dos en un accidente la casa se quedó para los tres hermanos. Al no decidirnos y sobre todo no querer venderla, decidimos repartirla durante el año entre los tres, y algunos entre todos.


Este año me toca julio y estoy encantado. Por cierto, me llamo Julio tengo 35 años y soy profesor de autoescuela.


JULIO.


  • Claro veniros cuando queráis.- le digo a mi hermana.

  • Me llevo a Miguel.

  • Claro, me alegrará verle.

  • Esta enorme ya verás.


Mi hermana tiene un hijo Miguel, es un niño muy tranquilo y muy guapo, hace al menos tres años que no lo veo, pues están separados sus padres y muchas veces se va con su padre.


Llega mi hermana Lucia y Miguel y se instalan en casa. La verdad que Miguel está hecho un hombre. Le miro de arriba abajo y me quito de la cabeza mis ideas y pensamientos sucios.


Pasan los días y los tres estamos la mar de a gusto, entre piscina y playa, comer y pasear. No recordaba que Miguel fuera tan simpático y cariñoso. Se pasa la mitad del día encima de mí y su madre pidiéndole que me deje tranquilo. Yo la verdad que estoy encantado.


  • Oye Miguel te apetece ir a la playa, tu madre no quiere.

  • Vale.


Se baja el pantalón corto y el slip delante de mí y se pone el bañador con total naturalidad.


  • Estoy listo.


Yo no lo estoy, acabo de sentir una punzada de calor en mi ingle y siento como se me está hinchando la polla.


  • Voy al baño y bajo.

  • Vale.


Me encierro en el baño y me bajo el bañador. Mi polla sale disparada y me la agarro con fuerza. Me masturbo mientras intento pensar en otra cosa, pero la polla de Miguel balanceándose delante mía y ese culo no se me va de la mente. Me imagino pasando mi lengua por cualquiera de sus zonas y siento como me corro encima. Me maldigo por pensar en eso y además correrme y me limpio.


Ya en la playa jugamos a las palas, nadamos y merendamos algo.


  • ¿Qué tal estás Miguel?

  • De lujo no me puedo quejar la verdad.

  • Como me alegro de que hayáis venido este año.

  • Y yo, tenía muchas ganas de estar contigo.

  • Y yo la verdad.

  • De toda la familia eres con el que más a gusto estoy.

  • Gracias.

Le miro mientras me habla, lleva el pelo mojado y algún que otro mechón le cae sobre la cara. Tiene la piel ya de un color canela precioso. Algún vello le aparece del bañador hacia el ombligo y unos pocos en los sobacos. En piernas y brazos únicamente algunos rubios que ni se ven.


  • ¿Estás con alguien?.- me pregunta.

  • Ehm no. ¿Por?

  • Por saber. Vamos al agua.


Me ofrece la mano para levantarme y al hacerlo me pego a su cuerpo y siento su respiración en mi cara.


  • Perdona.- le digo apartándome rápidamente.

  • Tranquilo tiré con mucha fuerza.


El día acabo y yo no pude más que volver a masturbarme pensando en su respiración tan cerca de mí.


  • Os voy a echar de menos.

  • Y nosotros a ti hermano.

  • No quiero irme.- dice Miguel con cara de pena.

  • Lo sé hijo, pero ya hemos quedado con tu padre. El año que viene lo organizamos de nuevo. ¿Quieres?

  • Si por favor.

  • ¿No te importa?.- me pregunta.

  • Para nada, es un placer teneros.


Miguel me da un fuerte abrazo y siento como me besa en el cuello. Se aleja de mí hacia el coche y me mira con cara de pena. Le mando un beso en el aire y sonríe recogiéndolo y guardándoselo en el bolsillo del pantalón. Sonrió y el también.


Mierda, esto no puede estar pasando, estoy ligando con mi sobrino.


UN AÑO MÁS TARDE.


  • Sé que te toca agosto Julio, si no te viene bien no vamos.

  • Que dices anda venir y ya os quedáis para septiembre.

  • Qué rollo de verdad el año que viene te lo mando a él y ya está.


Ojalá fuera así.


  • Ya sabes que no me importa.

  • Ni a él ya sabes que te tiene en un pedestal.

  • Qué exagerada eres.

  • De verdad Julio que no para de preguntar cuando te va a ver.

  • Pues dile que en un par de semanas.

  • Gracias Julio.


Otro verano más. Este fue un poco diferente, pues vinieron amigos a pasar unos días, conocí a un chaval con el que estuve quedando, pero cuando vino Miguel y Lucia lo deje todo para estar con ellos.


Miguel salió escopeteado del coche y se lanzó a mis brazos. Y tal y como se despidió el año anterior sentí como me besaba en el cuello.


  • Te he echado de menos.

  • Y yo a ti.


Se separó de mí y se quedó mirándome a los ojos. Estaba cambiado y más guapo si se podía. Me sonrió y salió escopeteado hacia el coche a por las maletas.


"Julio tiene 16 años y además es tu sobrino, hazme el favor de dejar de pensar en el cómo si fuera un trozo de carne"


Los días pasaron súper rápidos y esta vez fui yo el que me iba. En estos días habíamos congeniado mucho más. Desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos estábamos uno al lado del otro como siameses.


  • Te va a echar de menos.- me dice Lucia.

  • Y yo a él.

  • ¿Nos veremos?.- me pregunta con cara lastimera.

  • A muy pronto en Navidad.

  • Qué mierda.

  • Una gran mierda.


Me sonríe y acercándose a mí me abraza con todo su cuerpo. Su madre ya está en la casa y me quedo allí paralizado sintiéndolo, hasta siento su polla junto a la mía separada por unas finas telas. Me besa en el cuello de nuevo y se me eriza la piel y comienzo a notar como nuestras pollas se inflaman. Aun así seguimos abrazados.


"Unos segundos más, por favor"


Nos separamos y con vergüenza nos miramos a los ojos.


  • Hasta pronto Julio.

  • Hasta pronto Miguel.


Arranco el coche y siento la presión en mi calzoncillo. Le miro mientras me voy y sonrió con pena, mucha pena.






SexO











 

PeCtOrAlEs