Sábado.
Despertamos sobre las 11 abrazados en el sofá. Menos mal que el sofá también era nuevo y era mega cómodo, si no la espalda nos la hubiéramos dejado allí. Le di varios besos y tras ronronear un poco me dejo salir. Fui desnudo al aseo y tras mear me metí en la ducha.
¿Te puedo acompañar?
Ja, ja, ja, buenos días.
Buenos días.
Le hice sitio y entro. Puse el agua a gusto de los dos y tras echarnos bien de gel y restregarnos cada centímetro no tardamos en tener los rabos bien duros y de nuevo primero él y luego yo nos corrimos tras una mamada del otro.
Esto se nos da cada vez mejor.
Ja, ja, ja, nivel experto ya.
Nos secamos y bajamos a la cocina. Desayunamos algo y decidimos irnos de paseo hasta la hora del aperitivo. Fuimos por los montes, cerca de un río, todo estaba verde y frondoso.
¿Estás nervioso?
¿Por?
Por lo de presentarte a estos.
No, qué va, estoy contigo.
Te como la cara.
Ja, ja, ja.
Paramos como quince veces a besarnos y magrearnos, en una de ellas los pantalones por las rodillas y el otro comiéndole bien la polla. Éramos de lo que no había, pero también estábamos enamorados y además acabábamos de descubrir el sexo, todo normal.
Ya de camino al pueblo sí que note el corazón desbocado, pero me lo tranquilizo sujetándome la mano con fuerza y acariciándome la palma.
Hay están.
Son muchos, ja, ja, ja.
Y falta alguno que no puede.
Vaya.
Eran como doce personas alrededor de dos mesas juntas con la mesa llena de jarras de cerveza, papas y aceitunas. Me los presento uno a uno y después tras sentarme y verlos a todos de cara no sabía donde meterme.
Pensé que me iba a agobiar, pero para nada, en ningún momento me sentí fuera de lugar. El mediodía cayó y la tarde fue pasando en un pub donde la música era bastante buena, estaba tranquilo comparado a los pubs de Madrid y Marco estuvo en todo momento a mi lado.
Me molo sentir como todos ellos normalizaban lo nuestro. Como se acercaban a él y lo abrazaban y se lo comían a besos. Era feliz y se le veía feliz, solo podía mirarle y sonreír.
¿Qué?.- me pregunto acercándose moviendo el cuerpo en plan sexy.
Nada te miro.
Uhmmm
No te me pongas sexy que te como todo aquí mismo.
¿A si?
Sí.
¿Y qué me harías?
Pues te quitaría la camiseta y te besaría esos pezones...
Vale para...
Ja, ja, ja
Voy un poco pedo y me estoy empalmando mazo, qué vergüenza...
Vamos todos pedos y creo que llevo empalmado desde hace varias horas, ja, ja, ja
¿En serio? Vamos un momento al aseo.
No, no ni de coña.
Uhmmm.
No me pongas pucheros que no.
Venga vale, ¿bailamos?
Siempre.
Bailamos y bebimos, reímos y nos divertimos hasta casi las dos de la mañana. Cogidos de la mano, llegamos a casa y nos tiramos al sofá.
No puedo más, estoy re cansado.
Y yo.
¿Qué tal con estos?
Un encanto de veras, da gusto verlos contigo, se nota que te quieren un montón.
Y yo a ellos, son mi familia.
Y para ellos se nota que eres de la suya, entre todos, formáis una familia muy bonita.
Ohh.
Besos, muchos besos.
Ahora eres de la familia.
¿A si?
Sí, como...
Sí...
Ja, ja, ja
¿Qué te pasa?
Me da vergüenza mirándome así con esos ojos tan lindos.
Ja, ja, ja.
Escondió su cara en uno de los cojines y grito novio a todo pulmón. Saco la cara y lanzándome a ella lo bese con todas mis ganas.
Estoy feliz.
Y yo.
Buenas noches.
Buenas noches.
Ya en la cama despojados de nuestras ropas y tapados con una manta nos dejamos llevar por los sueños y por el tacto del otro.
Domingo.
Buenos días.
Buenos días.
Que bonito despertar a tu lado.
Lo mismo digo.
Vamos a ver esa boca...
Uhmmm...
Me flipa besarte.
No pares entonces.
Dimos vueltas por la cama y terminamos haciendo un 69. Casi me atraganto estando bajo suyo y metiéndome tal tranca en la boca. Los ojos me los tapaban sus huevazos. Me la saque de la boca y buscándole el culo me moví y tras tenerlo a mano me enganché y no quise soltárselo. Termino sentado en mi cara mientras le metía varios dedos. Se dio la vuelta y agarrando ambas pollas las masturbo hasta que terminamos corriéndonos. Nos reímos y nos sentimos cautivados por tanta novedad sexual. Tras caer rendidos decidimos levantarnos. Nos duchamos esta vez solo ducha y bajamos a desayunar.
Dani.
Dime.
Te parece si compro para la próxima vez que vengas condones y lubricante.
Me parece una idea estupenda, ya me late el ano, ja, ja, ja.
¿A si?
Vino hacia mí y cargándome me llevo al sofá entre risas buscándome el culo para besármelo.
Para...
Ja, ja, ja...
Voy a potar...
Paro.
Nos sentamos en el sofá y tras echarnos unas risas y contar anécdotas del día anterior recogimos y nos fuimos.
¿A qué hora salía el bus?
A las ocho.
Tenemos ocho horas siiiiiiii.
Fuimos a la casa de mis abuelos a ventilar un poco y a regar. Después paseamos por el pueblo, comimos algo en un bar y volvimos a casa. Nos sentamos en unas mecedoras que eran de su abuela en el jardín y allí balanceándonos nos quedamos dormidos cogidos de la mano.
Eran las 19:00 en una hora me iba y se notaba en nuestro ánimo.
Te voy a echar tanto de menos.
En menos de una semana estoy de vuelta.
Lo sé, pero también me sabe fatal que tengas que estar subiendo.
Por ahora es lo que hay, pensaremos algo, ¿vale?
Vale.
Dejo caer su cabeza sobre mi pecho y se la besé.
Me quedaba terminar medio año de módulo y hacer las prácticas, después tenía vía libre para venirme y ver como lo hacía.
Nos despedimos entre besos y abrazos y más de una lágrima.
No llores que lloro yo Marco.
Lo siento me salen solas.
Estate feliz vale.
Lo estaré, y tú también.
Lo estaré, te lo prometo. Te llamo en cuanto me baje del bus.
Si por favor.
El viernes te veo que bien.
Feliz semana amor.
Igualmente amor.
Subí al bus y tras sentarme y verle allí solo me desplomé a llorar. El autobús aún no había salido, vi como Marco subía y venía corriendo hacia mí.
Gracias.- me susurro al oído mientras me besaba la cara llena de lágrimas.
A ti siempre.
Se bajó y el autobús arranco. Respire hondo y me deje llevar por la música.