Le bajé el prepucio y de la raja, le salió precum, bastante precum, acerqué la lengua y lo rebañé, lo saboreé y al abrir los ojos me encontré con los suyos, mirándome fijamente y con los mofletes muy sonrosados.
1 HORA ANTES
¿Te la estás cascando ya? —le preguntó a Juan mientras me quito el pantalón y el slip.
Sí, ¿tú?
Aún no, me estoy desnudando.
¿En serio?
Si estoy más cómodo.
Vale, pues yo también.
Siento cómo se mueve mi respaldo al levantarse Juan y me acomodo en la silla bajando el culo, me agarro la polla y comienzo a pajearme.
La tengo durísima.
Igual, ja, ja, ja.
Ufff me encanta pajearme.
Y a mí, creo que es de las cosas que más me gustan.
A mí comer y cagar también me gusta, ja, ja, ja.
Ja, ja, ja.
Ufff.
Suelto precum y lo recojo con un dedo y me lo llevo a la boca, lo saboreo y continuo mirándome la mano, subir y bajar por mi rabo.
¿Probaste el precum y la lefa? —le preguntó.
¿La mía?
No, la mía, no te jode, jajaja.
Cabrón.
Sí, la tuya.
Creo que una vez, pero no me dijo nada, un poco amarga.
¿Lefa o precum?
Lefa, el precum lo uso para lubricar el glande.
Míralo él, yo utilizo saliva. Ja, ja, ja.
Jajaja, te voy a dar un pollazo ya verás.
¿Polla con polla?
Jajaja, ya te gustaría.
Pues la verdad es que sí.
Silencio, solo se escucha el plof plof de nuestras pollas.
Luis, ¿hablas en serio?
Sí.
Pero a ti....
No lo sé.
Más silencio, ya ni se escucha el plof plof.
Luis.
Dime.
Creo que quiero que nos veamos así como estamos.
Vale.
Hecho la silla para delante con los pies.
Cuando me digas, me doy la vuelta.
Ya.
Como en cámara lenta pasó toda mi habitación por mis ojos, hasta llegar a él, estaba mordiéndose el labio inferior con esos dientes perfectos, como solía hacer cuando se ponía nervioso por algo. Sus manos estaban en ambos lados de la silla y su polla erecta en ese momento descansaba sobre su muslo.
Hola. Le digo sacándole la lengua.
Jajaja.
¿Estás nervioso?
Un poco, ¿tú?
También.
Nos quedamos mirando sin mover ni un solo pelo.
Cierra los ojos, le digo.
¿Para qué?
Para relajarnos un poco y masturbarnos.
Vale...
Cierro los ojos mientras veo que él también los cierra, me sujeto la polla y comienzo a masturbarme. La tengo aún durísima, es lo bueno de tener 17 años que la tienes todo el santo día como el palo de una escoba. Continuo masturbándome y abro un poco los ojos, veo cómo se masturba y tiene los ojos cerrados, sonrió. Al rato vuelvo a abrirlos y le pillo con los ojos abiertos mirándome la polla, me mira y los cierra mientras se parte de risa.
Jajaja, qué cabrón.
Cabrón, tú, que también que te he pillado.
Jajaja yo solo...
¿Qué..?
Quería verte.
Ya, y yo a ti.
Continuamos masturbándonos y sin dejar de mirarnos.