¿Eric, estás bien?
Sí.
Llevas ahí encerrado mucho tiempo.
Estoy... ¿hay gente?
No.
Oigo como quita el cerrojo.
Entra.
Abro la puerta y me lo encuentro de espaldas; cierro la puerta tras entrar.
¿Qué pasa?
Joder...
Eric, date la vuelta.
Se da la vuelta y me enseña la polla durísima y le miro a la cara.
¿Qué le pasa?
No se me baja; he intentado masturbarme, pero no consigo correrme.
¿Y qué puedo hacer?
No sé, tío.
¿Te has tomado algo?
Puede...ser.
Joder, cabrón, dijimos de probarla juntos.
Lo sé, lo siento, solo fue media y mira.
Me quito la mochila, la sudadera con la camiseta y me bajo el pantalón y el slip. Me mira y se quita también la ropa, me acerco a él y le acaricio la polla.
¿Te duele?
Un poco, ¿recuerdas cuando nos pusimos los ring cocks esos?
Sí, pues así todo el rato.
Vaya.- le digo sujetándosela y sintiendo su dureza.
Acerco mi polla a la suya y las junto para después empezar a pajearnos.
Aprovechas cualquier ocasión —me dice sonriente.
Ya sabes que la cabra tira al monte y además sé que te mola esto.
Me flipa.
Tras varios minutos masturbándonos, le miro a la cara.
¿Nada?
No, ¿tú?
Yo ya me habría corrido un par de veces, jajaja.
Jajaja.
Vamos a probar otra cosa.
Me agacho y me la meto en la boca, es la primera vez que me meto su polla en la boca, pero sabíamos los dos que este día iba a llegar más temprano que tarde y por qué desperdiciar que la tenía tan dura y palpitante.
Joder... qué bueno...
Me la saco de la boca y le miro.
No te acostumbres; además, querré una yo también.
Se ríe.
Si me haces correr, te comeré la polla cuando y donde quieras.
Sonrió y me la vuelvo a meter en la boca, se la chupo, se la lamo, le estrangulo los huevos y hago que su glande se ponga bien rojo. Le masturbo mientras se la chupo y le doy muchos besos, mientras tanto, yo no pierdo el tiempo y también me pajeo y me gusta tanto estar chupándole la polla a Eric que siento que me corro. Me levanto y comienzo a correrme sobre mi pecho y abdomen, Eric me mira sorprendido y se pajea como con angustia. Yo, satisfecho, le miro y me golpeo la polla contra el vientre, me pajeo con la lefa cayendo por los lados y siento un placer enorme en ese momento.
Joder Rober, eres un lechero que te cagas.
Ya sabes que sí, miedo me da cuando tú te corras.
No hay manera. —Se la suelta enfadado.
Agarro el papel higiénico y me limpio como puedo, me quito las zapas y me quito también el pantalón y el slip.
¿Qué haces?
Conseguir que te corras mientras yo disfruto.
Me doy la vuelta y me pongo saliva en el ojete, y me agacho.
¿En serio?
Y tan en serio, ¿recuerdas cuando me contaste que fue metérsela a Juan y correrte?
Sí.
Pues dale.
Joder entre la mamada y ahora follarte.
Me levanto y me doy la vuelta.
Si quieres, me voy.
No...
Pues follame.
Jajaja.
De verdad, Eric, estoy preparado; tú métela despacio y cuando sientas que te corres, hazlo.
¿Dentro de ti?
Bueno...
Qué cerdo eres.
No más que tú.
También es verdad.
Me vuelvo a girar y a agacharme, siento sus manos en mi cadera y su polla apretando mi ano, no tarda mucho en entrar y yo en sentir como si me partieran el culo en dos, pero esta oportunidad de sentir una polla dentro no la iba a desperdiciar. Su polla va entrando y siento por momentos alivio y placer, la polla se me volvió a poner dura o tal vez nunca se me relajó.
¿Bien, Rober?
Bien...
Nunca pensé que te follaría.
¿Ah, no?
Eres mi amigo y vale que nos pajeamos juntos desde hace años y que últimamente nos mola pajearnos polla con polla, pero de eso a esto.
¿Qué hay de malo?
Nada, si todo son...ahhh...
Joder, Eric, qué pollón tienes.
La misma que te comiste hace un rato y hace años que ves pajearme.
Dentro de mi culo se siente enorme.
Eso es porque tienes un culo pequeño.
¿Pequeño?
Ya me entendiste, eres más menudo que yo y tienes un culo prieto y recogido.
¿No te gusta?
¿Qué va? Me encanta tu culo; más de una vez me he...
Se corta ahí y siento que está toda dentro y que comienza a sacarla para volverla a meter.
Uffff... qué bueno...
Sí, Rober...joder....si esto no me hace correrme, no lo hará nada.
Ahhh...
Me sujeto con una mano contra la puerta y siento sus embestidas como un orgasmo cada vez que me la mete del todo.
¿Qué decías de mi culo?
Nada, nada.
Eric...
Vale...puede ser que alguna vez haya fantaseado con tu culo.
¿Con follarme?
No solo eso.
Siento cómo me la saca entera y siento un gran vacío cuando de pronto siento cómo sus grandes manos me abren el culo y su lengua me trabaja el ano. No puedo más que gemir y retorcerme un pezón de la emoción de que en el mismo día me haya comido una polla y no cualquier polla, sino la de Eric, que además tiene un pollón, a mi parecer. Me estaba follando mi culito virgen y ahora me está comiendo el culo, el día no puede ir a mejor.
Su lengua, sus labios, sus dedos todo el rato están alrededor o dentro de mi ano, tengo el pezón en carne viva del placer que siento que me coman el culo y cómo me lo come. Siento de nuevo frío alrededor de mi ano para seguidamente sentir cómo me mete la polla hasta dentro y siento su cuerpo pegarse al mío. Me agarra de los hombros y me embiste una y otra vez.
Eric....
No sabes lo rico que estás, Rober...
No lo sé... dímelo...
Estás buenísimo, solo me falta comerte el rabo y los pies y ya creo que habré cumplido con lo que deseaba hacerte.
¿Los pies?
Sí, los pies, tienes unos pies increíbles, solo de pensarlo se me pone más dura.
Primera noticia, ahhh.
Me hubiera gustado decírtelo a la cara y no a la espalda mientras te clavo mi polla por el culo.
Bueno...la vida, no pares.
Me suelto el pezón y comienzo a pajearme y en cuestión de segundos siento cómo me corro y aprieto el ano y la sensación es más que placentera todavía. Eric dice repetidamente mi nombre y siento cómo me embiste cada vez con más y más fuerza y cómo gime, y por cómo gime y por sus movimientos sé que se acaba de correr dentro de mí. Se queda quieto con toda su polla dentro de mí para después sentir que me folla lentamente y sus manos acariciándome la espalda.
Rober...
La saca y se vuelve a agachar para volver a comerme el culo, para un buen rato después pedirme que me levante y dé la vuelta. Me giro y se queda de cuclillas mirando mi polla hasta que me la agarra.
Está babeando aún.
Y la mía, pero me da igual.
Abre la boca y se la mete entera, yo me agarro a los lados del aseo y creo levitar, os lo aseguro. Me limpia la polla que da tanto gusto que creo que me correría de nuevo. Me besa en la punta y se levanta, se acerca a mí, me acaricia la cara y me sonríe como de lado. Le sonrío tontamente y bajo la cabeza un poco, pero él enseguida me la levanta del mentón y me besa y pega su cuerpo al mío y abrimos los dos la boca y nos la comemos bien comida y siento sus manos en mi culo y yo busco el suyo.
Vaya.- le digo suspirando tras separarse un poco.
Un gran vaya.
Te corriste.
Gracias a ti.
A mi culo.
A ti.
Vale...a mí.
Ha sido increíble, no sabes lo que ha sido, todo.
Me ha gustado mucho.
Y a mí.
¿Qué vamos a hacer ahora?
Vestirnos y salir de aquí.
Qué pena.
Una gran pena.
Pero...
Me gusta ese, pero.
¿Te gustaría repetir?
¿Qué parte?
Todo y lo que tú me hagas a mí, claro.
Uhmmm hacerte a ti....
Jajaja.
Será un gran gran gran, pero que un gran placer.
Nos besamos.
Aún la tienes dura.
Creo que no va a bajar nunca.
Ohhhh...
Jajaja.
Una de las veces que repitamos, también quiero... de eso.
¿Veces?
Sí, veces.
Me gustas mucho.
Y tú a mí, tontín.
¿De verdad?
Te he dejado que me follaras, eso querrá decir algo.
Un gran algo.
Además, quiero que me cuentes tus fantasías con mis pies.
Jajaja.
Te las contaré.
Nos besamos.
Deberíamos vestirnos.
Deberíamos, sí.
Ninguno hace ademán de hacerlo.
Rober...
Dime.
Gracias.
De nada.
Nos besamos.
FIN


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