13.7.24

Relato. Mi NueVo ComPaÑerO De PiSo. 1ªparte.





 Me llamo Julio, tengo 26 años y soy de un pueblo de Toledo. Me he venido a Madrid unos días en busca de lo imposible, encontrar alojamiento para todo el año, y no una casa, piso, apartamento u lo que sea, una habitación, a ser posible con baño propio.



17 PM


Llevo como más de seis horas dando vueltas y viendo cada habitación que siento que Drácula estaría más cómodo que yo en su tumba. Me enciendo un cigarro y abro el Grinder, como suele pasar me llegan algunos mensajes, la novedad, entro en mi perfil y le doy a editar.


Julio 26 años, en busca de una habitación por Madrid centro a ser posible. Trabajador, educado y un poco desesperado. Un abrazo y gracias.


Leo algunos mensajes y veo más de una foto polla, me relamo los labios con una en particular y le respondo.


*Hola

*Ktal

*¿Bien, tú?

*Aquí en casa

*K suerte

*¿Por?

*Ando buscando habitación.

*Si quieres podemos compartirla

*Ja, ja, ja

*No lo digo en broma

*Gracias, pero sería un poco raro

*No quieres verla al menos

*Vale

*Te mando ubicación

*Tardo 10 mnts

*Te espero en el portal

*Hasta hora

*Besos


No me apetece mucho la verdad, pero hago el ánimo, le doy una última calada al cigarro y lo tiro para ponerme a caminar por donde me indica Google Maps. Llego y lo veo allí, es un chico de mi edad con un pantalón corto gris de tipo chándal que no deja a imaginar lo que tiene debajo, una camiseta de tirantes que le queda de muerte y unas chanclas.


  • Hola.

  • Hola.

  • ¿Subimos?

  • Vale.


Entramos al ascensor y nos miramos, sin pensármelo lanzo mi mano a su entrepierna y le manoseo la polla.


  • Uffff vas sin...

  • Sí.


Antes de llegar a la sexta planta ya la tiene fuera y le estaba masturbando cuando se abrieron las puertas, se la guarda y entramos a su casa, me agarra de la mano y me lleva a su cuarto, pasando antes por un salón y una cocina, donde gracias a quien sea no había nadie. Cierra tras de mí y se da la vuelta.


  • ¿Por dónde íbamos?


Nos comemos la boca y le bajo el pantalón, siento su polla, golpearme, le beso el cuello y bajando, no puedo aguantar ponerme de rodillas y meterme tremenda belleza en la boca.


Llevo un buen rato mamándosela, ya estamos los dos sin nada de ropa, pero aun en el mismo sitio, me levanto relamiéndome los labios y le beso.


  • ¿Te gusta?

  • Mucho.

  • Ven.


Me hace sentarme en el borde de la cama y se pone entre mis piernas, me agarra la polla y bajando el prepucio deja el glande al descubierto haciéndome suspirar. Primero me da unos lametazos en el glande para después abrir la boca y sentir como se la metía entera. Me hace tal mamada que termino tumbado hacia atrás y agarrándome de un cojín con forma de algo que no sé qué es.


  • Me encanta tu polla.- me dice con la polla en su mano llena de saliva y masturbándome haciendo que vea el universo.

  • Ahhhh... Siiii...


Se levanta y junta su polla con la mía, escupe más saliva y nos masturba a los dos, en pocos minutos tras tremenda paja siento como eyaculo y la liberación de descargar un poco los huevos, que buena falta me hacía. Él no tarda mucho, entre la saliva y mi lefa nuestras pollas van a buen ritmo. Se corre en nuestras pollas sin dejar de pajearnos, me da una mano para ayudarme a levantarme, nos miramos y nos besamos después, suelta nuestros rabos y se sube encima de mí y se sienta.


  • ¿Te molesto?

  • Para nada.


Nos besamos.


  • Ha estado muy bien.- le digo dándole besos por la cara.

  • La verdad que sí, ¿fumas?

  • Sí.


Se levanta y va a un sofá pequeño que tiene cerca, se sienta y abre una caja, me levanto de la cama aún lleno de lefa y voy.


  • Voy un momento al aseo...

  • Si sí perdona.

  • Me gotea nuestras lefas, ja, ja, ja.


Me trae una toalla mojada y me limpia bien por todos lados y luego me seca con otra.


  • Arreglado.

  • Gracias.

  • De nada, toma.


Un porro de maría, pues sí que coño.


Tras varias horas allí estamos muertos de risa en el sofá viendo series malas en la tele, me he olvidado hasta de la hora. Me levanto para hacer una meada y escucho mi móvil, lo busco entre mi ropa que está por el suelo y por fin lo encuentro. Del Grinder:


  • Hola, si te apetece venir a ver una habitación que tengo libre dímelo.

  • Hola, me encantaría.


Voy al baño a mear y mientras meo suena de nuevo el móvil.


  • Pues es un poco tarde, pero mañana sobre las ocho de la mañana te viene bien.

  • Perfecto.

  • Genial, te mando ubicación.

  • Gracias.

  • De nada, hasta mañana.

  • Hasta mañana.


Vuelvo al sofá y el chico está abierto de piernas masturbándose.


  • Uhmmm...- le digo acercándome.

  • ¿Te quedas?

  • Esta noche.

  • ¿Solo?

  • Sí, mañana voy a ver una habitación.


Me pone pucheros.


  • No viviría lejos de aquí...- le digo agarrándole la polla y dándole un lametón.

  • Bueno...

  • Aunque tendré que pedir cita, esta polla estará muy solicitada.

  • Ja, ja, ja, no te creas.

  • Bueno, remediaremos esto.


Abro la boca y hasta que no consigo que se corra en mi boca no paro y eso fue como más de media hora.







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GUStoS