6.7.24

ReLaTo. El KaYaK y LaS cAlAs, FINAL.




Al año del primer día en la playa


He sacado todas mis cosas de la playa y las he puesto sobre la cama, agarro también un bote de lubricante y mirándolo todo, voy eligiendo que me llevo, suena el timbre y tras meter a boleo todo en la bolsa bajo rápidamente las escaleras para abrir.


  • ¿Listo?

  • Listo.


Conduce hasta la playa y tras bajarnos y coger todo lo necesario nos vamos a la orilla, dejamos las cosas preparadas y tras echar algunas a una mochila estanca cogemos el kayak y nos tiramos al mar. Navegamos un buen rato y nos paramos otras cuantas, no solo a ver el precioso atardecer, sino también a comernos la boca, literalmente. Cuando llegamos a la cala donde empezó todo nos bajamos y nos desnudamos, miro a Joan.


  • Menuda empalmada llevas.- le digo acercándome y pajearle.

  • Mira quién habla, ja, ja, ja.


Nos besamos sin dejar de masturbar al otro.


  • Soy yo o la tienes enorme hoy.- le digo mientras me doy con su rabo en la mano como si fuera un mazo.

  • Ja, ja, ja, estás fatal.


Me agacho y le como la polla hasta que la tiene bien ensalivada, meto la mano en la mochila estanca y saco lo que busco, el bote de lubricante, lo abro con una mano y me echo un poco en la otra, me embadurno el ano y me meto varios dedos mientras la polla entra y sale de mi boca.


  • Te voy a hacer correrte en breve.- le digo mirándolo y llenándole la polla de lubricante.

  • Tenlo por seguro, ya estoy que exploto.

  • Ja, ja, ja, ya lo siento.


Joan se sienta sobre la toalla y yo me pongo de cuclillas sobre él, lo beso y mientras lo hago agarró la polla de Joan y le llevo a mi entrada anal, me dejo caer un poco y siento como entra, sin dejar de besarlo voy dejándome caer hasta que estoy totalmente sentado sobre él y su polla entera dentro de mí.


  • Es una buena postura.- le digo dándole besos en la punta de la nariz.

  • La verdad que sí.


Me levanto sin sacarla del todo y me dejo de nuevo caer sobre él y así durante varios minutos, me echo hacia atrás y siento su mano agarrándome la polla y masturbándome, entra y sale de mí cada vez más rápido, deseo que se corra dentro de mí y yo correrme sobre él, le galopeo sin dejar de mirarlo y desearlo tanto.


  • Edu... dios...

  • No pares cariño...ahhhh...


Continuo montándolo y mi polla cada vez está más y más dura, la suya también, noto como me taladra el culo y como me da por cada metida más y más placer. Joan me mira y se muerde el labio inferior, echo la cabeza hacia atrás y siento como una oleada de calor me invade y también siento que me corro sobre él, abro los ojos y veo a Joan con la cara llena de lefa y un ojo cerrado, me acerco a él y le lamo toda la lefa posible.


  • Perdona.

  • Perdonado, menuda, lefada.


Nos miramos y sonreímos, le como la boca y comienzo de nuevo a metérmela y sacármela casi del todo, siento como su cuerpo se engarrota y suda, sus dedos se me clavan en la espalda y su lengua no deja de hacer virguerías en mi boca mientras siento como se corre dentro de mí.


Hemos dejado de besarnos y Joan aún sigue dentro de mí dándome placer, no deja de suspirar y de agradecer que exista.


  • Ha sido...buah... increíble no, lo siguiente.


Le beso.


  • Para mí también lo ha sido.


Me quedo sentado sobre él sin sacármela aún.


  • Habrá que darse un baño, ¿no?

  • Claro.


Me levanto y siento su lefa como me cae por los muslos.


  • Se me sale la lefa, ja, ja, ja.

  • Date la vuelta y agáchate.


Siento su lengua en mi muslo y como sube hasta mi ano, me lo come y me excito un poco bastante. Se levanta y me incorporo, me besa.


  • Me encanta comerte el culo y que sea mi lefa la que lamo.

  • Eres muy cerda.

  • Ya sabes que mucho.

  • Y me encanta.


Vamos al agua y tras nadar un buen rato volvemos. Estamos sentados uno al lado del otro mirando al horizonte.


  • Un año.

  • Vaya.

  • ¿Qué recuerdas de ese día?

  • Uhm... tu polla dura.

  • Ja, ja, ja, ¿solo?

  • Bueno, además de tu polla dura que es difícil de olvidar, también recuerdo que sentí por ti cosas que nunca pensé que pudiera sentir.

  • ¿Como cuáles?

  • Amor, cariño, respeto, admiración, deseo.

  • Te quiero, ¿lo sabes?

  • Lo sé y yo a ti.


Nos besamos.


  • ¿Qué recuerdas tú de ese día?

  • Pues que de pronto te vi de otra manera y no por el hecho de vernos desnudos, sino por la conexión tan increíble cuando sentí tus labios por primera vez o tu polla en mi mano.

  • Grandes momentos.

  • Así es.


Nos besamos.


  • ¿Vendremos cada año?

  • Por mí sí.

  • Por mí también.


Nos besamos y buscamos la polla del otro, nos ponemos uno enfrente del otro y juntando polla con polla.


  • Eres tan hermoso.- le digo acariciándole el pelo.

  • No más que tú.

  • Bobo.

  • Ja, ja, ja.

  • Gracias, por tanto, por la paciencia y por darme los mejores orgasmos.

  • Igualmente.


Nos besamos.


  • Estoy deseando que me la metas.

  • Y ella también.- le digo mirándome la polla.

  • Ya lo siento y veo como te sale precum.


Joan se levanta y yo también, saca el lubricante y se pone en el ojal para después embadurnarme la polla, se acerca a una roca y levanta una pierna para después bajar el torso, me acerco a él y le lamo desde la raja del culo hasta la coronilla, se le ponen los pelos de punta. Me agarro la polla y la enfilo hacia su agujero, aprieto un poco y sin esfuerzo va entrando, le agarro de las caderas y se la meto hasta el fondo para después acercarme a su cuello y comérselo.


  • No tienes ni idea de lo bueno que estás.- le digo dándole besitos por el cuello.

  • Salado seguro, ja, ja, ja.

  • Así es, me gusta lo salado, ya lo sabes.


Le abro el culo con ambas manos y miro como mi polla entra y sale de ese delicioso culo, acelero y me tiro sobre su espalda sin dejar de penetrarlo, es la primera vez que probamos esta postura, al igual que con la que me follo él a mí, bueno yo a él, hace un rato.


  • La penetración es increíble en esta postura.- me dice Joan sin dejar de gemir.


Salgo por un momento de él y tras echarme un poco de lubricante en el ano me pongo a su lado y me pongo en la misma postura.


Me mira y sonríe.


  • Solo quiero sentirlo un momento.

  • Un placer.- me dice besándome el hombro.


Me la mete de golpe y siento como casi me corro allí mismo sobre la piedra salpicada de agua por las olas que van rompiendo sobre ellas.


  • Joder...

  • A que es...increi... ble...

  • Lo es sí.


Siento como la saca, me doy la vuelta y le como la boca.


  • Estamos fatal.

  • Pero que muy mal, ja, ja, ja.


Se pone en la misma postura y de golpe le penetro y le comienzo a follar con todas mis fuerzas, ahora Joan no gime, literalmente chilla el nombre de dios y el mío, le agarro de los hombros y acelero, le como el cuello y pauso un poco, le agarro de las caderas y vuelvo al ataque.


  • Edu... dios mío…

  • ¿Te corres?

  • No lo sé...


Sonrió porque yo estoy igual, siento tantas cosas que no sé lo que me ocurre, cierro los ojos y siento el calor del interior de Joan alrededor de mi polla y mi piel sudada y llena de salitre, abro los ojos y sin dejar de mirar mi polla entrar y salir me corro. Le golpeo con mi cuerpo contra el suyo hasta que siento que he descargado del todo, le beso la espalda y buscando sus pezones se los retuerzo, a lo que él me responde gritando mi nombre y gimiendo.


La saco y Joan se da la vuelta, está fatigado al igual que yo, me acerco y me agacho para meterme su polla en la boca, se la como durante un rato y después él se la agarra y se masturba en mi cara mientras yo le lamo los huevos.


  • Me corroooo...


Siento la primera lefada en la barbilla y el resto todas dentro de mi boca, al menos como diez trallazos de lefa bien espesa y sabrosa, suelta su polla y me la meto entera en la boca hasta la garganta, la saco y le masturbo mientras él se mueve de la sensación, me levanto.


  • Date la vuelta.- le pido.


Se pone de espaldas y se agacha, le abro el culo y se lo como mientras él siento como lo abre y deja salir mi lefa, se la como toda y le como el culo durante un buen rato.


Estamos en el agua abrazados y sintiendo el uno al otro.


  • Deberíamos volver.

  • Lo sé, pero...

  • Ya en la orilla no habrá desnudos integrales y mucho menos penetraciones, ja, ja, ja.

  • Ja, ja, ja, acertaste. Si vámonos se hace de noche.


Recogimos todo y montamos en el kayak, aquel kayak que un día nos llevó a esa cala que ya conocía y que me hizo descubrir el amor y el sexo, aquel kayak nos devolvió a la orilla y nos dejó que cenáramos entre risas y mucho amor.


  • ¿Luego te vienes a mi casa, verdad?.- me pregunta Joan.

  • No lo dudaba.

  • Ja, ja, ja.




FIN





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