2.9.20

Compañero de trabajo. Relato.

 


El trabajo estaba siendo agotador y tras un turno de 12 horas mi cuerpo sudoroso pedía una ducha con urgencia, de normal me visto y aguanto hasta llegar a casa, pero ese día de solo pensar en los 40 grados de la calle me estaba dando unos micro infartos, recogí mis cosas y baje al vestuario.


  • Hola.- le dije a un compañero que se estaba cambiando.

  • Hola, ¿cómo ha ido el turno?

  • Horroroso, voy a ducharme e irme a casa a guarrear.- no lo dije en ningún momento con intención guarra, pero al parecer lo pareció.

  • Uhmmm...suena bien.


Aún estaba abriendo mi taquilla cuando le mire y con los bóxer nada más se le marcó un bulto enorme.


  • Voy a la ducha también, te espero allí.


Mirándome se bajo los bóxer y dejó salir un pene y unos huevos que me dejaron sin aliento.


  • Ehmm.. yo voy enseguida.


No me había ocurrido nunca y nunca había pensado que este compañero en particular me tiraría los trastos, ni siquiera trabajamos en la misma zona, era todo muy extraño, decidí desnudarme e ir a las duchas.

Como pasa en los gimnasios a veces las duchas están pensadas para que tíos se duchen en comunidad y yo que soy la vergüenza personificada me va un poco mal, en ese momento al ver una habitación llena de duchas sin separación me acorde de por que no me duchaba de normal allí.

Deje mi toalla en un enganche a la entrada y me maraville al ver a mi compañero bajo la ducha, el agua recorría toda su piel, frente a mi dejaba caer el agua y se lavaba la cara, seria por el cansancio que mi pene hizo el amago de ponerse morcillona pero no lo consiguió, sin decirle nada entre y colocándome a dos duchas de la suya encendí el agua.


  • ¡Joder¡.- me acababa de abrasar.

  • ¿Estas bien?.- ni un segundo y ya lo tenia a mi lado.

  • No, me acabo de abrasar, ¿que cojones le pasa a esta ducha?.- entre el cansancio y eso mi rabia iba en aumento.

  • Ven aquí ven.- me cogió de la mano y me llevó a su ducha.

  • Lo siento.- baje la mirada y le seguí.

  • No te he visto entrar, pero te has ido a poner en la que no sale ni gota de fría, ven ponte en esta. ¿Te duele?.- me toco el hombro con delicadeza.

  • Me quema un poco.


Encendió la ducha y probando que caía templada me animo a ponerme bajo ella, todo ello sin soltarme de la mano.


  • ¿Mejor?

  • Si, gracias.


Me soltó la mano y acarició mi espalda, sentí un escalofrío y el agua por fin caer sobre mí, levanté la cara hacia la alcachofa y me deje llevar.

Escuche como su ducha se encendía y frotándome los ojos vi como su cuerpo volvía de nuevo a estar bajo el agua, le mire y una minúscula sonrisa le envié, agachándose frente a mi comprobé su culo, mi pene palpitó, agarrando el bote de gel se echó en la palma de la mano y me ofreció, sentí como el gel caía sobre mi mano y mirándole los labios sonreí.


  • Gracias.

  • De nada.- me dijo mientras su mirada no pudo aguantar la mía.


Me enjabone y me centre en sobacos e ingle, la sensación de la espuma recorrer mi cuerpo era como una nueva dimensión, deje de nuevo que el agua se llevara todo el gel y apague la ducha.


  • Joder esto ya es otra cosa.

  • La verdad, que si.


Me gire y al ver su cara que únicamente miraba hacía abajo me percate que tenia el pene durísimo, el glande ya fuera palpitaba y los huevos se hinchaban por momentos.


  • Yo... joder... perdona.

  • No si... no pasa nada...yo...también...


Le observe y su pene también erecto golpeaba su mano como un mazo. Fueron fracciones de segundo en los que sin pensar me acerqué a él y juntando su pene con el mio le bese, no sabia bien como iba a reaccionar, pero me daba igual, su reacción fue inesperada pero bien recibida, su boca se abrió y su lengua buscó la mía con ansia, tras besarnos apasionadamente juntamos nuestras frentes y mirando hacia nuestros penes nos deleitamos al ver como nos masturbe y al poco tiempo nos corrimos juntos, nuestros penes eran muy parecidos en tamaño y forma, nos buscamos la boca y aun con la lefa cayendo por ellos continué masturbando suavemente. Sin decir nada encendió su ducha y con sus manos me limpio y enjabono de nuevo, yo hice lo propio y le hice lo mismo, nuestras miradas eran de timidez y risa, nos secamos y una vez en las taquillas mientras nos secábamos y vestíamos el silencio nos acompañó.


  • Ha sido genial y...¿te apetece compañía?

  • Seria mas genial, claro.

  • Genial.


Me siguió con su coche hasta mi casa y una vez dentro me desnude y deje mis cosas sobre la mesa.


  • Ponte cómodo, estás en tu casa, voy a poner el ventilador y abrir un poco, ¿quieres tomar algo?

  • Agua estaría bien.

  • En la cocina que está justo a tu derecha hay vasos en el mueble sobre la pila y una jarra de agua en la nevera, ¿me coges un vaso también y lo llevas todo al salón por favor?

  • Claro.


Se quedo en bóxer y mientras yo subía persianas y despejaba la habitación se acomodo en el sofá.


  • Gracias, estaba muerto de sed.

  • De nada.

  • ¿Miramos que pedimos para cenar?.- me senté a su lado y le besé el hombro.

  • ¿Burger?

  • Siiii


Tras decidir el menú y pedirlo me bebí otro gran vaso de agua y tumbandome en el sofá le mire y sonreí con mirada picara.

Continuará..........





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PeCtOrAlEs