La simple y a la vez excitante belleza de un pene en reposo.
Desde niño que comencé a masturbarme siempre relacionaba la excitación con un pene grande, un pene erecto y descapullado, con muchas venas y que goteara liquido pre seminal, pero desde que descubrí el cuerpo masculino mas a fondo y exploré mis lugares de placer, no había descubierto el placer en la visualización, en tocar, en lamer, en besar un pene en reposo, sentir los testículos aun relajados, jugar con el prepucio (si lo tuviera), en definitiva saborear el pene no erecto que en realidad es como mas tiempo se encuentra.
Que bonito es ver sacarse el rabo en modo reposo.
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