23.11.25

aXiLas











 

RelAtO. AseOs pRImErA fOllADa.

 


  • ¿Eric, estás bien?

  • Sí.

  • Llevas ahí encerrado mucho tiempo.

  • Estoy... ¿hay gente?

  • No.


Oigo como quita el cerrojo.


  • Entra.


Abro la puerta y me lo encuentro de espaldas; cierro la puerta tras entrar.


  • ¿Qué pasa?

  • Joder...

  • Eric, date la vuelta.


Se da la vuelta y me enseña la polla durísima y le miro a la cara.


  • ¿Qué le pasa?

  • No se me baja; he intentado masturbarme, pero no consigo correrme.

  • ¿Y qué puedo hacer?

  • No sé, tío.

  • ¿Te has tomado algo?

  • Puede...ser.

  • Joder, cabrón, dijimos de probarla juntos.

  • Lo sé, lo siento, solo fue media y mira.


Me quito la mochila, la sudadera con la camiseta y me bajo el pantalón y el slip. Me mira y se quita también la ropa, me acerco a él y le acaricio la polla.


  • ¿Te duele?

  • Un poco, ¿recuerdas cuando nos pusimos los ring cocks esos?

  • Sí, pues así todo el rato.

  • Vaya.- le digo sujetándosela y sintiendo su dureza.


Acerco mi polla a la suya y las junto para después empezar a pajearnos.


  • Aprovechas cualquier ocasión —me dice sonriente.

  • Ya sabes que la cabra tira al monte y además sé que te mola esto.

  • Me flipa.


Tras varios minutos masturbándonos, le miro a la cara.


  • ¿Nada?

  • No, ¿tú?

  • Yo ya me habría corrido un par de veces, jajaja.

  • Jajaja.

  • Vamos a probar otra cosa.


Me agacho y me la meto en la boca, es la primera vez que me meto su polla en la boca, pero sabíamos los dos que este día iba a llegar más temprano que tarde y por qué desperdiciar que la tenía tan dura y palpitante.


  • Joder... qué bueno...


Me la saco de la boca y le miro.


  • No te acostumbres; además, querré una yo también.


Se ríe.


  • Si me haces correr, te comeré la polla cuando y donde quieras.


Sonrió y me la vuelvo a meter en la boca, se la chupo, se la lamo, le estrangulo los huevos y hago que su glande se ponga bien rojo. Le masturbo mientras se la chupo y le doy muchos besos, mientras tanto, yo no pierdo el tiempo y también me pajeo y me gusta tanto estar chupándole la polla a Eric que siento que me corro. Me levanto y comienzo a correrme sobre mi pecho y abdomen, Eric me mira sorprendido y se pajea como con angustia. Yo, satisfecho, le miro y me golpeo la polla contra el vientre, me pajeo con la lefa cayendo por los lados y siento un placer enorme en ese momento.


  • Joder Rober, eres un lechero que te cagas.

  • Ya sabes que sí, miedo me da cuando tú te corras.

  • No hay manera. —Se la suelta enfadado.


Agarro el papel higiénico y me limpio como puedo, me quito las zapas y me quito también el pantalón y el slip.


  • ¿Qué haces?

  • Conseguir que te corras mientras yo disfruto.


Me doy la vuelta y me pongo saliva en el ojete, y me agacho.


  • ¿En serio?

  • Y tan en serio, ¿recuerdas cuando me contaste que fue metérsela a Juan y correrte?

  • Sí.

  • Pues dale.

  • Joder entre la mamada y ahora follarte.


Me levanto y me doy la vuelta.


  • Si quieres, me voy.

  • No...

  • Pues follame.

  • Jajaja.

  • De verdad, Eric, estoy preparado; tú métela despacio y cuando sientas que te corres, hazlo.

  • ¿Dentro de ti?

  • Bueno...

  • Qué cerdo eres.

  • No más que tú.

  • También es verdad.


Me vuelvo a girar y a agacharme, siento sus manos en mi cadera y su polla apretando mi ano, no tarda mucho en entrar y yo en sentir como si me partieran el culo en dos, pero esta oportunidad de sentir una polla dentro no la iba a desperdiciar. Su polla va entrando y siento por momentos alivio y placer, la polla se me volvió a poner dura o tal vez nunca se me relajó.


  • ¿Bien, Rober?

  • Bien...

  • Nunca pensé que te follaría.

  • ¿Ah, no?

  • Eres mi amigo y vale que nos pajeamos juntos desde hace años y que últimamente nos mola pajearnos polla con polla, pero de eso a esto.

  • ¿Qué hay de malo?

  • Nada, si todo son...ahhh...

  • Joder, Eric, qué pollón tienes.

  • La misma que te comiste hace un rato y hace años que ves pajearme.

  • Dentro de mi culo se siente enorme.

  • Eso es porque tienes un culo pequeño.

  • ¿Pequeño?

  • Ya me entendiste, eres más menudo que yo y tienes un culo prieto y recogido.

  • ¿No te gusta?

  • ¿Qué va? Me encanta tu culo; más de una vez me he...


Se corta ahí y siento que está toda dentro y que comienza a sacarla para volverla a meter.


  • Uffff... qué bueno...

  • Sí, Rober...joder....si esto no me hace correrme, no lo hará nada.

  • Ahhh...


Me sujeto con una mano contra la puerta y siento sus embestidas como un orgasmo cada vez que me la mete del todo.


  • ¿Qué decías de mi culo?

  • Nada, nada.

  • Eric...

  • Vale...puede ser que alguna vez haya fantaseado con tu culo.

  • ¿Con follarme?

  • No solo eso.


Siento cómo me la saca entera y siento un gran vacío cuando de pronto siento cómo sus grandes manos me abren el culo y su lengua me trabaja el ano. No puedo más que gemir y retorcerme un pezón de la emoción de que en el mismo día me haya comido una polla y no cualquier polla, sino la de Eric, que además tiene un pollón, a mi parecer. Me estaba follando mi culito virgen y ahora me está comiendo el culo, el día no puede ir a mejor.


Su lengua, sus labios, sus dedos todo el rato están alrededor o dentro de mi ano, tengo el pezón en carne viva del placer que siento que me coman el culo y cómo me lo come. Siento de nuevo frío alrededor de mi ano para seguidamente sentir cómo me mete la polla hasta dentro y siento su cuerpo pegarse al mío. Me agarra de los hombros y me embiste una y otra vez.


  • Eric....

  • No sabes lo rico que estás, Rober...

  • No lo sé... dímelo...

  • Estás buenísimo, solo me falta comerte el rabo y los pies y ya creo que habré cumplido con lo que deseaba hacerte.

  • ¿Los pies?

  • Sí, los pies, tienes unos pies increíbles, solo de pensarlo se me pone más dura.

  • Primera noticia, ahhh.

  • Me hubiera gustado decírtelo a la cara y no a la espalda mientras te clavo mi polla por el culo.

  • Bueno...la vida, no pares.


Me suelto el pezón y comienzo a pajearme y en cuestión de segundos siento cómo me corro y aprieto el ano y la sensación es más que placentera todavía. Eric dice repetidamente mi nombre y siento cómo me embiste cada vez con más y más fuerza y cómo gime, y por cómo gime y por sus movimientos sé que se acaba de correr dentro de mí. Se queda quieto con toda su polla dentro de mí para después sentir que me folla lentamente y sus manos acariciándome la espalda.


  • Rober...


La saca y se vuelve a agachar para volver a comerme el culo, para un buen rato después pedirme que me levante y dé la vuelta. Me giro y se queda de cuclillas mirando mi polla hasta que me la agarra.


  • Está babeando aún.

  • Y la mía, pero me da igual.


Abre la boca y se la mete entera, yo me agarro a los lados del aseo y creo levitar, os lo aseguro. Me limpia la polla que da tanto gusto que creo que me correría de nuevo. Me besa en la punta y se levanta, se acerca a mí, me acaricia la cara y me sonríe como de lado. Le sonrío tontamente y bajo la cabeza un poco, pero él enseguida me la levanta del mentón y me besa y pega su cuerpo al mío y abrimos los dos la boca y nos la comemos bien comida y siento sus manos en mi culo y yo busco el suyo.


  • Vaya.- le digo suspirando tras separarse un poco.

  • Un gran vaya.

  • Te corriste.

  • Gracias a ti.

  • A mi culo.

  • A ti.

  • Vale...a mí.

  • Ha sido increíble, no sabes lo que ha sido, todo.

  • Me ha gustado mucho.

  • Y a mí.

  • ¿Qué vamos a hacer ahora?

  • Vestirnos y salir de aquí.

  • Qué pena.

  • Una gran pena.

  • Pero...

  • Me gusta ese, pero.

  • ¿Te gustaría repetir?

  • ¿Qué parte?

  • Todo y lo que tú me hagas a mí, claro.

  • Uhmmm hacerte a ti....

  • Jajaja.

  • Será un gran gran gran, pero que un gran placer.


Nos besamos.


  • Aún la tienes dura.

  • Creo que no va a bajar nunca.

  • Ohhhh...

  • Jajaja.

  • Una de las veces que repitamos, también quiero... de eso.

  • ¿Veces?

  • Sí, veces.

  • Me gustas mucho.

  • Y tú a mí, tontín.

  • ¿De verdad?

  • Te he dejado que me follaras, eso querrá decir algo.

  • Un gran algo.

  • Además, quiero que me cuentes tus fantasías con mis pies.

  • Jajaja.

  • Te las contaré.


Nos besamos.


  • Deberíamos vestirnos.

  • Deberíamos, sí.


Ninguno hace ademán de hacerlo.


  • Rober...

  • Dime.

  • Gracias.

  • De nada.


Nos besamos.



                                                   FIN


 


pEChItOs

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